Algunos quebraron, pero estaban todos
heridos. Se derrumbó la producción industrial –salvo Japón y la Unión Soviética-
Fue una contracción jamás vista entre 1929-33; se hundió la Bolsa de
Nueva York. La fuerte subida fue en 1927, acelerada dos veces en abril-junio y
junio-julio del año anterior. El pánico fue total el 29 de octubre, llamado el “martes negro”; 16 millones de
acciones bajaron velozmente su precio y se desmoronaron.
(Para África, América Central y del Sur
y Asia, tuvo poco significado)
De 1929-33 fue catastrófico. La mayor parte de
los mercados financieros, la actividad minera, la energía, las industrias
fabriles, bienes de consumo y de inversión se dispararon. La recuperación fue
dispersa. Alemania fue la más
golpeada (por consecuencias
del Tratado de Versalles)
Francia tuvo problemas hasta 1935; Los
Países Bajos, (Holanda, Bélgica y Luxemburgo) fueron menos
afectados. En varios países duró más tiempo. EE.UU. Canadá, Alemania
-pese al incipiente movimiento nazi- Francia, Checoslovaquia y Polonia.
En Gran Bretaña bajaron las acciones un
34%; en Alemania un 37%; en Italia un 3%; en Francia un 38%;
En EE UU un 42%. Para algunos países fue la mitad de la producción.
Setenta y cinco países con 3.040 millones de dólares oro bajó a 944 millones en
1933
Desempleo
Inestabilidad capitalista; se desaceleraron
los índice de los precios mayoristas. (Ejemplo; un cliente compraba una
acción de 100 dólares; él ponía 10 dólares y el corredor 90, que le prestaba el
banco. Si subía a 110, se revendía la acción con un beneficio de 10% que se
repartían entre ambos. La especulación aumentó de modo indescriptible; la gente
vendía sus autos y sus casas para invertir en acciones. Llegaban hasta capitales extranjeros para financiar a
las sociedades de inversión.
Tensión y caos internacional
El problema comenzó en 1918, después de años
de control de capitales y de inflación. Antes de La Primera Guerra , el patrón oro
regía. Las monedas convertibles en oro
podían importarse y exportarse libremente. Las divisas reemplazaban el
oro. Tenían fe en una moneda central. El oro no circuló más entre el público; jugaba
un papel de reserva de las divisas.
La inflación de la posguerra y la
hiperinflación en Alemania, Austria, Hungría y Polonia duró desde 1922- 26.Se
generaron tensiones financieras con soluciones a muy corto plazo. En la
reparación de guerra de Alemania se
tomaron las decisiones de la deuda alemana por la pérdida del conflicto. No
pagaron todo lo adeudado. De 132.000 millones de marcos oro pagaron solamente 22.500 millones-.
Gran Bretaña, Alemania y Francia
exportaban el 60% de los bienes manufacturados.
Las contribuciones de EE UU y de Japón pasaron a un suministro hacia los
antiguos clientes de Europa.
La agricultura en los países nuevos trajo
problemas de mercado en una industria medianamente envejecido. Hubo
dificultad con el reciclaje europeo más una débil demanda de materias
primas.
Proteccionismo
Los países nuevos estaban en competencia
con Europa. Hubo proteccionismo arancelario en la posguerra; en
agricultura, se debía reconstruir el potencial; bajaron los precios
agrícolas frente a los productos
industriales. Los campesinos estaban endeudados, empobrecidos tanto en los países ricos como los periféricos. La
agricultura quedó al margen de la prosperidad.
De la deflación a la depresión
Bajaron los precios. Hablar de un boom entre
1925-29 es excesivo. Hubo expansión en la mayoría de países capitalistas.
En 1926, en Alemania y Gran Bretaña hubo una recesión rápidamente reabsorbida.
EE UU tenía un excedente de autos; de
1.900.000 –en 1919- a 5.600.000 –una década más tarde- ; hubo mayor expansión
de petróleo y de caucho.
Desempleo crónico en Europa
Un mundo desigual, El desorden del comercio
mundial y a la crisis en del década de 30 le sucede una veloz inflación;
débil demanda de productos básicos; bajaron más los precios; hubo despidos, se
restringió el mercado, las empresas tenían dificultades, subió el desempleo; se
compraba lo mínimo; las inversiones mermaron. Menor producción e industria
en Alemania y en EE UU; los autos bajaron de 622.000 a 416.000; los créditos para muebles, fonógrafos y
máquinas de lavar descendieron el 75%; los bienes duraderos el 20% y llegó al 50%.
Los campesinos lo pasaron muy mal. La
vivienda, que fue un boom hasta 1926 descendió
drásticamente tres años después.
El presidente de EE UU, Hover, redujo
los impuestos al mínimo para conservar el poder adquisitivo; bajó los precios y
los préstamos pero no sirvió. Fue inútil inyectar dinero en una sistema bancario
no demandante En esos años la moneda se
contrajo un tercio.
Cada país reaccionó en forma diferente. EEU UU fue un caso excepcional.
La crisis financiera de 1931
Reacciones estatales, deflación, reducen el
10% los salarios, hay poca competividad para vender al exterior o para atraer
capitales. Dejan flotar la moneda; se
modifica la convertibilidad del dólar. Con una especulación excesiva y,
agotadas las reservas, la devaluación era una salida dolorosa pero inevitable.
Caen las exportaciones en cuarenta y nueve países; se detienen los préstamos al
exterior y se limitan las importaciones.
Roosevelt pone en marcha las
reservas. Necesita una paridad fija. Rehúsa un acuerdo monetario internacional;
se formaron cuatro bloques: El bloque del dólar, el de la libra esterlina, el
del oro y el de cambios múltiples. Las medidas de Hover fueron negativas: las
de Roosevelt fueron positivas.
En 1936, Gran Bretaña y Los EE UU publicaron
un acuerdo de coordinación política monetaria. El trigo era dos veces más alto en Milán que en Berlín
o París y tres veces más alto que en Londres. Se necesitaba un mercado mundial
unificado aunque teniendo en cuenta los gastos de transporte e intereses de
cada país.
El nacionalismo: Guerra- crisis. Guerra
La crisis del 29 delimita las dos guerras
mundiales y anula las consecuencias financieras de la Primera Guerra Mundial e inicia los preparativos de la II Guerra
Mundial; las iniciativas militares
comienzan en 1934 con la invasión de Japón a China, en Manchuria; le sigue el dominio de Italia
fascista en Etiopía y con la guerra civil española, en el 36.
Este movimiento caracteriza la mitad
del S XX; las colonias
japonesas e italianas imitan el imperialismo inglés y francés. El autoritarismo
culmina con la dictadura fascista nazi y con Lenin y luego Stalin en la Unión Soviética. Mussolini sube al poder en 1921.
La primera expansión de Hitler del partido
nacional-socialista es en septiembre de 1930, con las elecciones anticipadas
del canciller. Los nazis de doce miembros
pasaron a ciento siete diputados. La crisis del 29 ayudó a
Hitler a alcanzar el poder. El desempleo provocó un sistema de
seguros por dos millones de personas desde la década del treinta y los socialistas dejaron el poder a partir
del mismo año. El desempleo y
el partido del führer coincidieron con el debilitamiento y la desorganización
sin rumbo en Alemania; grupos con ideas anticapitalistas, resentidos y
humillados por el Tratado de Versalles era una consecuencia de la crisis
económica; la convulsión más violenta se da entre el 1929 -32, diferente a la rusa. A la estrategia de
“clases contra clases” que en 1920
convertía a los socio democráticos en el principal y peligroso enemigo le
sucede -en 1934- el ascenso del fascismo. Hubo desempleo y
desórdenes con altercados en barrios privados, hundidos moralmente,
sin protección social y sin ropa ni alimento,
con un déficit de proteínas, que lucha contra el raquitismo y el escorbuto; desahuciados,
muchos renuncian al amor propio y a los contactos sociales por escasez de
dinero. Algunos propietarios renuncian a los alquileres para conservar a los
inquilinos que pululan entre el robo y el suicidio.
Era la época de escritores como Hemingway,
Fitzgerald, en el cine Fred Astaire, Chaplin -con Tiempos Modernos-, los
Hermanos Marx más el lirismo junto a la literatura de combate. Dos Passos,
Steinbeck, la novela revolucionaria de Faulkner, Proust, Joyce y el auge de la
fotografía. Todos caminos en el arte que se entrecruzan en el mapa de la
conmoción.
El capitalismo yace bajo vigilancia y la
presión política social se manifiesta con huelgas en la clase obrera.
Nace un programa de economía mixta con reformas, control político y sin
crédito. Surgen planes para
regular los mercados, controles para mantener la economía, proyectos no siempre
coherentes en la acción pragmática; se abandona la disciplina deflacionista de
los principios liberales. Los países industriales se reforman en torno a una
regeneración social nacional. La economía pasa a segundo plano; se sacrifica el
resentimiento; su apuesta era la política y lo social.
En la década del 20, en Gran Bretaña
se fijó la producción y los precios del carbón, mejoraron las tácticas, se
reorganizó la industria siderúrgica y se reunió en el año 1932 a dos mil
empresas. Acuerdos
bilaterales garantizan ciertos productos británicos. Medidas económica de
lenta recuperación sin ruptura social.
Disminuye el 10% los pagos insuficientes de
subsidio al desempleo, que fue suprimido en cuando nació un pago de pensiones,
de jubilaciones, vacaciones pagas y cierto disfrute del tiempo libre. Fin
del mito negro de Gran Bretaña.
Fue el tiempo del New Deal, -nueva
distribución en lo económico y social, de corriente progresista, favorable a
intervenciones federales. Se creó la administración de trabajos públicos y
administrativos de ayuda urgente; dos organismos estaban encargados del
empleo público; cuatro millones de desempleados fueron contratados
; hubo veinte millones de beneficiarios que pudieron ser asistidos; se reanudan
los proyectos hidráulicos, la colaboración entre estados locales, agricultores
ribereños y consumidores de corriente eléctrica, con reducción a 35 horas
semanales, con un salario mínimo garantizado, libertad sindical y diferentes
acuerdos para los trabajadores en la producción. Nuevos créditos con los
agricultores, primas al límite de la producción, redistribución de tierras.
La intervención de Roosevelt tuvo una
feroz resistencia en el Tribunal Supremo. Los nueve jueces inamovibles
invalidaron en conjunto las medidas tomadas, opuestas a la Constitución , que
habían roto con una tradición de protección social obligatoria, que fue
anulada.
La reelección de Roosevelt obtuvo
una armonía con el Tribunal Supremo. Fue el segundo Deal, con una
creciente tensión social por los derechos a los trabajadores, que se
impusieron por medio de conflictos
violentos.
El resultado fue espectacular y el
presidente de EE UU fue el símbolo de la década que salvó el capitalismo entre
1933-35 y apoyó al mundo obrero entre 1936-38. No estaba totalmente de acuerdo con
Keynes, a quien conoció. Combatió la política del déficit del presupuesto hasta
ese último año; sus tendencias reformistas procedían de otros principios. Se
oponía en gran medida al sueño norteamericano, acercándose más a la
intervención federal autoritaria.
La economía militar en Alemania, Italia y
Japón
Sometida al mundo militar, hubo una caída
del yen y un estricto control de la importación y exportación. Si bien la
expansión en Japón tuvo lugar, sin modificar el estatuto de los
trabajadores, no sucedió lo mismo en Alemania e Italia.
En 1933 se suprimen las organizaciones
obreras y patronales y se crea el “Frente del trabajo”; estas disposiciones
totalitarias tuvieron éxito a corto y mediano plazo. Alemania reabsorbió velozmente su
enorme desempleo y Japón despegó con su industria de FCC, mientras Italia oscilaba entre
resultados desparejos; el gobierno
italiano devaluó, dependiendo de Alemania.
Del bloque de oro a los Frentes Populares,
los países europeos se mantenían vinculados a la paridad del oro. Francia, Italia,
los Países Bajos, Suiza y el Este
europeo pagaron caro esta relación con sucesivas devaluaciones de la libra
esterlina y del dólar, que encarecieron los bienes en los intercambios
mundiales.
Comienza una política de deflación interna
que llevará a protestas: cunde el pánico financiero en 1935. En Bélgica y
Francia hubo devaluación; se redujo en un 10% los sueldos de los funcionarios;
también se redujeron las horas de trabajo: de cuarenta y ocho pasó a cuarenta,
pero sin reducir esta vez el
salario. La ley antiproductivas fue rígida.
Las treinta y cinco horas del New Deal eran
negociables y dio mayor dignidad a los individuos con las primeras vacaciones
pagas. Los grandes países industriales llevaron adelante reformas exitosas. Los
países nórdicos -Suecia principalmente- reorientaron sus intercambios
exteriores.
En 1933, llegó al poder el partido
socio- demócratas, con medidas económicas y sociales que fascinaron a los
países occidentales con sindicatos poderosos. El socialismo sueco se forjó
durante esta crisis.
En Australia y Nueva Zelanda merecieron una
mención. Australia fue una agresiva liberal; implantando la semana de cinco
días y cuarenta horas, mejorando las construcción y la industria, con un
nivel de vida mejor para los agricultores.
A menudo se atribuye el crecimiento de
los gastos bélicos a la salida de la crisis, pero el rearme fue entre
1937-38. La estrategia de la guerra fue recién en 1942, con la guerra
relámpago. La causa del éxito de la recuperación nazi y nipona fue un estado
autoritario, que se hizo cargo del futuro económico.
La crisis fue industrial y occidental. Dos
tercio (1.4000.000 personas) en 1930 dependían directa o indirectamente de las
cotizaciones de las materias primas y de la margen de la autonomía que
dejaban las ciudades. Nace el subdesarrollo
Esta masa, con un peso democrático,
descendió en 1930; se dividió en el 40% para el Este y Asia, 40% para Asia
meridional, 5% para América latina, 12% para África. Imposible con esta
diferencia ver el impacto de la crisis.
China estaba en plena guerra en la década
con la larga marcha de Mao India conquista su independencia.
Conservar el dominio industrial era una
necesidad vital para los países que dependían de la industria y entre las
tentativas neo coloniales de Alemania, Italia y Japón, no era fácil. Había una crisis de materias primas
que hundió a Occidente.
Se intentó una nueva orientación
política; intensa actividad en Occidente, con una liberación relativa de los capitales.
El mercado interior primó para las ciudades y se privilegió las colonias en los
intercambios exteriores en Inglaterra y Francia que apuntaban a su exposición colonial.
Las colonias promueven el esfuerzo
industrial y local; se examinaron los problemas agrícolas con los indígenas.
Los campesinos estuvieron siempre mal pagos. Se enfocó al
intercambio internacional. Hubo pueblos incapaces de adaptarse. Todo concuerda
en aquel período 1931- 36 que, al margen de la crisis mundial, se encontraba el
subdesarrollo del Tercer Reich.
Una guerra, una mala cosecha son causas
exógenas del sistema económico con bajas tasas de beneficios. La inestabilidad
de la posguerra y las medidas erróneas pusieron obstáculos al libre juego
del mercado y elevaron los controles: los precios y el mercado libre no ayudó.
Las leyes de Keynes con la deflación a favor de la devaluación, estimando el
poder adquisitivo y contra el patrón oro no tuvieron un movimiento inmediato.
La gran contracción monetaria provocada por
la contracción de los ingresos fue la crisis básica del 29. Hubo rigidez de
ciertos precios a corto plazo. Esta situación en EE UU asfixió a
los bancos y a las empresas.
Para salir de la represión, Roosevelt
instauró el New Deal; comprimieron los beneficios y reglamentaron las
iniciativas individuales. Hubo una mejoría entre 1933-39 por la confianza
recuperada y por las reformas para estabilizar la economía de mercado.
El Crac en América del norte fue bursátil,
causado por la combinación de dificultades de productos en los mercados como
viviendas, autos, etc. y la restricción monetaria frente a la enorme
expectación de la Bolsa.
Existieron tres niveles: a) la inversión
cíclica interna; b) la transmisión de la economía mundial y la parálisis de cierto número de países
vulnerables y c) la inversión que quedó marcada por la poca demanda.
Hubo ausencia de protección financiera a los
desocupados, dejados al cuidado de los familiares o en manos de la caridad, lo
cual agravó la situación. Riqueza desigual en productos y salarios y un
divorcio entre las ganancias; se despreciaron
los aspectos culturales, políticos y sociales. Las jornadas
prolongadas bajaron la necesidad del ahorro. El mercado
de la plusvalía era compatible con la mejora a nivel obrero.
La crisis de 1929 llevó a Occidente a una
situación similar a las dos guerras mundiales.
Desde
esa época quedó una profunda cicatriz no curada.