viernes, 11 de noviembre de 2016

El Crac del 29




Algunos quebraron, pero estaban todos heridos. Se derrumbó la producción  industrial –salvo Japón y la Unión Soviética-
Fue una contracción jamás vista entre 1929-33; se hundió la Bolsa de Nueva York. La fuerte subida fue en 1927, acelerada dos veces en abril-junio y junio-julio del  año anterior. El pánico fue total el 29 de octubre,  llamado el “martes negro”; 16 millones de acciones bajaron  velozmente su precio y se desmoronaron. 
(Para África, América Central y del Sur y  Asia,  tuvo poco significado)
De 1929-33 fue catastrófico. La mayor parte de los mercados financieros, la actividad minera, la energía,  las industrias fabriles, bienes de consumo y de inversión se dispararon. La recuperación fue dispersa. Alemania fue la más golpeada (por consecuencias del Tratado  de Versalles)
Francia  tuvo problemas hasta 1935; Los Países Bajos, (Holanda, Bélgica y Luxemburgo)  fueron menos afectados.  En varios países duró más tiempo. EE.UU. Canadá, Alemania -pese al incipiente movimiento nazi- Francia, Checoslovaquia y Polonia. 
En Gran Bretaña bajaron las acciones un 34%;   en Alemania un 37%; en Italia un 3%; en Francia un 38%;  En EE UU un 42%. Para algunos países fue la mitad de la producción. Setenta y cinco países con 3.040 millones de dólares oro bajó a 944 millones en 1933
Desempleo
Inestabilidad capitalista; se desaceleraron los índice de los precios mayoristas.  (Ejemplo; un cliente compraba una acción de 100 dólares; él ponía 10 dólares y el corredor 90, que le prestaba el banco. Si subía a 110, se revendía la acción con un beneficio de 10% que se repartían entre ambos. La especulación aumentó de modo indescriptible; la gente vendía sus autos y sus casas para invertir en acciones. Llegaban  hasta capitales extranjeros para financiar a las sociedades de inversión.
Tensión y caos internacional
El problema comenzó en 1918, después de años de control de capitales y de inflación. Antes de La Primera  Guerra, el patrón oro regía.  Las monedas convertibles en oro  podían importarse y exportarse libremente. Las divisas reemplazaban el oro. Tenían fe en una moneda central. El oro no circuló más entre el público; jugaba un papel de reserva de las   divisas. 
La inflación de la posguerra y la hiperinflación en Alemania, Austria, Hungría y Polonia duró desde 1922- 26.Se generaron tensiones financieras con soluciones a muy corto plazo.  En la reparación de guerra de Alemania  se tomaron las decisiones de la deuda alemana por la pérdida del conflicto. No pagaron todo lo adeudado. De 132.000 millones de marcos oro  pagaron solamente  22.500 millones-.
Gran Bretaña, Alemania y Francia exportaban  el 60% de los bienes manufacturados. Las contribuciones de EE UU y de Japón pasaron a un suministro hacia los antiguos clientes de Europa. 
La agricultura en los países nuevos trajo problemas de mercado  en una industria medianamente envejecido. Hubo dificultad con el reciclaje europeo más  una débil demanda de materias primas.
Proteccionismo 
Los países nuevos estaban en competencia con  Europa. Hubo proteccionismo arancelario en la  posguerra; en agricultura, se debía reconstruir el potencial; bajaron los precios agrícolas  frente a los productos industriales. Los campesinos estaban endeudados, empobrecidos tanto en  los países ricos como los periféricos. La agricultura quedó al margen de la prosperidad.
De la deflación a la depresión
Bajaron los precios. Hablar de un boom entre 1925-29 es excesivo. Hubo expansión en la mayoría de países capitalistas.  En 1926, en Alemania y Gran Bretaña hubo una recesión rápidamente reabsorbida.
EE UU tenía un excedente de autos; de 1.900.000 –en 1919- a 5.600.000 –una década más tarde- ; hubo mayor expansión de petróleo y de caucho.  
Desempleo crónico en Europa
Un mundo desigual, El desorden del comercio mundial y a la  crisis en del década de 30 le sucede una veloz inflación; débil demanda de productos básicos; bajaron más los precios; hubo despidos, se restringió el mercado, las empresas tenían dificultades, subió el desempleo; se compraba lo mínimo; las inversiones mermaron.  Menor producción e industria en Alemania   y en EE UU; los autos bajaron de 622.000 a 416.000;  los créditos para muebles, fonógrafos y máquinas de lavar descendieron el 75%; los bienes duraderos el 20% y llegó al  50%.
Los campesinos lo pasaron muy mal. La vivienda, que fue un boom hasta  1926 descendió drásticamente tres años después.
El presidente de EE UU,  Hover, redujo los impuestos al mínimo para conservar el poder adquisitivo; bajó los precios y los préstamos pero no sirvió. Fue inútil inyectar dinero en una sistema bancario no demandante  En esos años la moneda se contrajo un tercio.
Cada país reaccionó en forma diferente.  EEU UU fue un caso excepcional.
La crisis financiera de 1931
Reacciones estatales, deflación, reducen el 10% los salarios, hay poca competividad para vender al exterior o para atraer capitales. Dejan flotar la moneda;  se modifica la convertibilidad del dólar. Con una especulación excesiva y, agotadas las reservas, la devaluación era una salida dolorosa pero inevitable. Caen las exportaciones en cuarenta y nueve países; se detienen los préstamos al exterior y se limitan las importaciones.  

Roosevelt pone en marcha las reservas. Necesita una paridad fija. Rehúsa un acuerdo monetario internacional; se formaron cuatro bloques: El bloque del dólar, el de la libra esterlina, el del oro y el de cambios múltiples. Las medidas de Hover fueron negativas: las de Roosevelt fueron positivas. 
En 1936, Gran Bretaña y Los EE UU publicaron un acuerdo de coordinación política monetaria.  El trigo  era dos veces más alto en Milán que en Berlín o París y tres veces más alto que en Londres. Se necesitaba un mercado mundial unificado aunque teniendo en cuenta los gastos de transporte e intereses de cada país.

El nacionalismo: Guerra- crisis. Guerra 

La crisis del 29 delimita las dos guerras mundiales y anula las consecuencias financieras de la Primera Guerra Mundial e inicia los preparativos de la II Guerra Mundial; las iniciativas militares comienzan en 1934  con la invasión de Japón a China, en Manchuria; le sigue  el dominio de Italia fascista en Etiopía y con la guerra civil española, en  el 36.
Este movimiento  caracteriza la mitad del S XX; las colonias japonesas e italianas imitan el imperialismo inglés y francés. El autoritarismo culmina con la dictadura fascista nazi y con Lenin y luego Stalin en la Unión Soviética. Mussolini sube al poder en 1921. 
La primera expansión de Hitler del partido nacional-socialista es en septiembre de 1930, con las elecciones anticipadas del canciller. Los nazis de doce miembros pasaron a  ciento siete diputados.   La crisis del 29 ayudó  a Hitler  a alcanzar el  poder. El desempleo provocó un sistema de seguros por dos millones de personas desde la década del treinta  y los socialistas dejaron el poder a partir del mismo año. El desempleo y el partido del führer coincidieron con el debilitamiento y la desorganización sin rumbo en Alemania; grupos con ideas anticapitalistas, resentidos y humillados por el Tratado de Versalles era una consecuencia de la crisis económica; la convulsión más violenta se da entre   el 1929 -32,  diferente a la rusa. A la estrategia de “clases contra clases”  que en 1920 convertía a los socio democráticos en el principal y peligroso enemigo le sucede -en 1934-  el ascenso del fascismo. Hubo desempleo y desórdenes  con altercados en  barrios privados, hundidos moralmente, sin protección social y sin ropa ni  alimento, con un déficit de proteínas, que lucha contra el raquitismo y el escorbuto; desahuciados, muchos renuncian al amor propio y a los contactos sociales por  escasez de dinero. Algunos propietarios renuncian a los alquileres para conservar a los inquilinos que pululan entre el robo y el suicidio.
Era la época de escritores como Hemingway, Fitzgerald, en el cine  Fred Astaire, Chaplin -con Tiempos Modernos-, los Hermanos Marx más el lirismo junto a la literatura de combate. Dos Passos, Steinbeck, la novela revolucionaria de Faulkner, Proust, Joyce y el auge de la fotografía. Todos caminos en el arte que se entrecruzan en el mapa de la conmoción.
El capitalismo yace bajo vigilancia y la presión política social se manifiesta con huelgas en la clase   obrera. Nace un programa de economía mixta con reformas, control político y sin  crédito. Surgen  planes para regular los mercados, controles para mantener la economía, proyectos no siempre coherentes en la acción pragmática; se abandona la disciplina deflacionista de los principios liberales. Los países industriales se reforman en torno a una regeneración social nacional. La economía pasa a segundo plano; se sacrifica el resentimiento; su apuesta era la política y lo social.  
En la década  del 20, en Gran Bretaña se fijó la producción y los precios del carbón, mejoraron las tácticas, se reorganizó la industria siderúrgica y se reunió en el año 1932 a dos mil empresas.  Acuerdos bilaterales  garantizan ciertos productos británicos. Medidas económica de lenta recuperación  sin ruptura social. 
Disminuye el 10% los pagos insuficientes de subsidio al desempleo, que fue suprimido en cuando nació un pago de pensiones, de jubilaciones, vacaciones pagas  y cierto disfrute del tiempo libre. Fin del mito negro de Gran Bretaña.
Fue el tiempo del New Deal, -nueva distribución en lo económico y social, de corriente progresista, favorable a intervenciones federales. Se creó la administración de trabajos públicos y administrativos de ayuda urgente; dos organismos estaban encargados  del empleo público;  cuatro millones de desempleados  fueron contratados ; hubo veinte millones de beneficiarios que pudieron ser asistidos; se reanudan los proyectos hidráulicos, la colaboración entre estados locales, agricultores ribereños y consumidores de corriente eléctrica,  con reducción a 35 horas semanales, con un salario mínimo garantizado, libertad sindical y diferentes acuerdos  para los trabajadores en la producción. Nuevos créditos con los agricultores, primas al límite de la producción, redistribución de tierras.
La intervención de Roosevelt  tuvo una feroz resistencia en el Tribunal Supremo. Los nueve jueces inamovibles invalidaron en conjunto las medidas tomadas, opuestas a la Constitución, que habían roto con una tradición de protección social obligatoria, que fue  anulada.
La reelección de Roosevelt  obtuvo  una armonía con el Tribunal Supremo. Fue el segundo Deal, con una creciente tensión social por los derechos a los trabajadores, que se impusieron  por medio de conflictos violentos. 
El resultado fue espectacular y el presidente de EE UU fue el símbolo de la década que salvó el capitalismo entre 1933-35 y apoyó al mundo obrero entre 1936-38. No estaba totalmente de acuerdo con Keynes, a quien conoció. Combatió la política del déficit del presupuesto hasta ese último año; sus tendencias reformistas procedían de otros principios. Se oponía en gran medida al sueño norteamericano, acercándose más a la intervención federal autoritaria.
La economía militar en Alemania, Italia y Japón
Sometida al mundo militar, hubo una caída del yen y un estricto control de la importación y exportación. Si bien la expansión en Japón  tuvo lugar, sin modificar el estatuto de los trabajadores, no sucedió lo mismo en Alemania e Italia. 
En 1933 se suprimen las organizaciones obreras y patronales y se crea el “Frente del trabajo”; estas disposiciones totalitarias   tuvieron  éxito a corto y mediano plazo. Alemania reabsorbió velozmente su enorme desempleo y Japón despegó con su industria de  FCC, mientras Italia oscilaba entre resultados desparejos;  el gobierno italiano devaluó, dependiendo de Alemania.
Del bloque de oro a los Frentes Populares, los países europeos se mantenían vinculados a la paridad del oro. Francia, Italia, los Países Bajos,  Suiza y el Este europeo pagaron caro esta relación con sucesivas devaluaciones de la libra esterlina y del dólar, que encarecieron los bienes en los intercambios mundiales.  
Comienza una política de deflación interna que llevará a protestas: cunde el pánico financiero en 1935. En Bélgica  y Francia hubo devaluación; se redujo en un 10% los sueldos de los funcionarios; también se redujeron las horas de trabajo: de cuarenta y ocho pasó a cuarenta, pero sin reducir esta vez  el salario.  La ley antiproductivas fue rígida. 
Las treinta y cinco horas del New Deal eran negociables y dio mayor dignidad a los individuos con las primeras vacaciones pagas. Los grandes países industriales llevaron adelante reformas exitosas. Los países nórdicos -Suecia principalmente- reorientaron sus intercambios exteriores. 
En 1933, llegó al poder el partido  socio- demócratas, con medidas económicas y sociales que fascinaron a los países occidentales con sindicatos poderosos. El socialismo sueco se forjó durante esta crisis.
En Australia y Nueva Zelanda merecieron una mención. Australia fue una agresiva liberal; implantando la semana de cinco días y cuarenta horas, mejorando  las construcción y la industria, con un nivel de vida mejor para los agricultores. 
A menudo se  atribuye el crecimiento de los gastos bélicos a la salida de la crisis, pero el rearme fue entre  1937-38. La estrategia de la guerra fue recién en 1942,  con la guerra relámpago. La causa del éxito de la recuperación nazi y nipona fue un estado autoritario, que se hizo cargo del futuro económico. 
La crisis fue industrial y occidental. Dos tercio (1.4000.000 personas) en 1930 dependían directa o indirectamente de las cotizaciones de las materias primas y de  la margen de la autonomía que dejaban las ciudades. Nace el subdesarrollo
Esta masa, con un peso democrático, descendió en 1930; se dividió en el 40% para el Este y Asia, 40% para Asia meridional, 5% para América latina, 12% para África. Imposible con esta diferencia ver el impacto de la crisis.
China estaba en plena guerra en la década con la larga marcha de Mao India conquista su independencia. 
Conservar el dominio industrial era una necesidad vital para los países que dependían de la industria y entre las tentativas neo coloniales de Alemania, Italia y Japón, no era fácil. Había una crisis de materias primas que hundió a Occidente.
Se intentó una  nueva orientación política; intensa actividad en Occidente,  con una liberación relativa de los capitales. El mercado interior primó para las ciudades y se privilegió las colonias en los intercambios exteriores en Inglaterra y  Francia que  apuntaban a su exposición colonial.
Las colonias promueven el esfuerzo industrial y local; se examinaron los problemas agrícolas con los indígenas. Los  campesinos estuvieron siempre mal pagos.  Se enfocó al intercambio internacional. Hubo pueblos incapaces de adaptarse. Todo concuerda en aquel período 1931- 36 que, al margen de la crisis mundial, se encontraba el subdesarrollo del Tercer Reich. 
Una guerra, una mala cosecha son causas exógenas del sistema económico con bajas tasas de beneficios. La inestabilidad de la posguerra y las medidas erróneas  pusieron obstáculos al libre juego del mercado y elevaron los controles: los precios y el mercado libre no ayudó. Las leyes de Keynes con la deflación a favor de la devaluación, estimando el poder adquisitivo y contra el patrón oro no tuvieron un movimiento inmediato.
La gran contracción monetaria provocada por la contracción de los ingresos  fue la crisis básica del 29. Hubo rigidez de ciertos precios a corto plazo.  Esta situación en  EE UU asfixió a los bancos y a las empresas. 
Para salir de la represión, Roosevelt instauró el New Deal;  comprimieron los beneficios y reglamentaron las iniciativas individuales. Hubo una mejoría entre 1933-39 por la confianza recuperada y por las reformas para estabilizar la economía de mercado. 
El Crac en América del norte fue bursátil, causado por la combinación de dificultades de productos en los mercados como viviendas, autos, etc. y la restricción monetaria frente a la enorme expectación de la Bolsa.
Existieron tres niveles: a) la inversión cíclica interna; b) la transmisión de la economía mundial y  la parálisis de cierto número de países vulnerables y c) la inversión que quedó marcada por la poca demanda. 
Hubo ausencia de protección financiera a los desocupados, dejados al cuidado de los familiares o en manos de la caridad, lo cual agravó la situación. Riqueza desigual en productos y salarios y un divorcio entre las ganancias; se despreciaron  los aspectos culturales, políticos y sociales. Las jornadas prolongadas  bajaron   la necesidad  del ahorro. El mercado de la plusvalía era compatible con la mejora a nivel obrero. 
La crisis de 1929 llevó a Occidente a una situación similar a las dos guerras mundiales.
Desde esa época quedó una profunda cicatriz no curada.