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Pocas ciencias existen más interesantes que la etimología por las modificaciones del sentido original de la palabra, aunque de poco sirva el origen primitivo de estos conceptos. Inútil es conocer que "clásico" desciende del latín "classis", tomado luego en sentido de orden.
¿Qué es hoy un libro clásico? un país o países que, a través del tiempo, decidió leer como si en sus páginas todo fuera premeditado, funesto o insondable y apto para interpretaciones infinitas.
Esas interpretaciones varían: Para Alemania y Austria, el Fausto de Goethe es una genial obra maestra; para otros, podría ser una forma de aburrimiento, como el Paraíso de Milton o la íntegra obra de Rabelais.
Las obras de Job, del Dante (su Divina Comedia) o de Shakespeare (Borges se refiere a Macbeth) y ciertas sagas del Norte pueden para el escritor ciertamente gozar de una inmortalidad sin fin, si bien no conocemos su futuro mediato.
Para Macedonio Fernández la belleza es privilegio de algunos escritores, aunque podría estar oculto en párrafos de ciertas páginas mediocres.
La gloria de un poeta se subordina a la excitación de generaciones de individuos anónimos que examinan minuciosamente sus obras.
Las emociones en literatura pueden ser eternas, Pueden tal vez desgastarse, mientras las recorre el ávido lector: es el peligro de poder afirmar con plena convicción de que existen algunas obras clásicas eternas.
Clásico no es sólo un libro que posee ciertos méritos; es un libro que las generaciones -por diferentes causas- lee o al menos intenta leer con un fervor a priori y con una enigmática lealtad.
Biblioteca: Borges, Jorge Luis, OC Otras Inquisiciones |
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