martes, 6 de octubre de 2015

PRIMERA GUERRA MUNDIAL


 En 1898 el ejército anglo-egipcio pretendió conquistar Sudán por el Nilo; la victoria afirmaría el poder inglés en Egipto. Los franceses llegaron para izar su bandera, pero los ingleses exigieron retirarla: ni bandera ni guarniciones en el Nilo. Francia evacuó el lugar y renunció a expandirse por Egipto y Sudán, pero quedaron resentidos por la humillación -aunque eran adversarios, no enemigos-.
La Situación en África se tornó alarmante por los Boers a mitad del S XIX. Los ingleses se sentían el pueblo superior y cuantas más conquistas -se decían- mejor sería la humanidad. Kruger  soñaba con la independencia  de Transvaal y  convertirse en el Estado más poderoso de África meridional; buscó aliarse con Alemania. Chamberlain autorizó a establecer el  FCC que comunicara el Cabo a Rodesia, donde esta región tendría un papel primordial.
La guerra  fue penosa para Inglaterra. Pasaron por el entusiasmo, el pesimismo y el fin amargo de acabarla. Para la opinión general fue una vergüenza que Gran Bretaña declarase la guerra a dos pequeñas repúblicas Boer. Era un sello infame para el capitalismo. Para los británicos, era una causa justa: no contaron que éstos eran magníficos jinetes y tiradores que luchaban en su tierra. El mundo oyó hablar por primera vez del color kaki de los uniformes, los alambrados, las trincheras, los sacos de arena y de campos de concentración. 
Los Boers tenían mayor ventaja y vencieron a los ingleses, que sólo lograron éxitos locales. Kruger pidió ayuda, que nadie se animó a ofrecérsela. Inglaterra se impuso;  los Boer siguieron con guerrillas difíciles de dominar. La paz recién llegó en 1902. Los Boer aceptaron al rey de Inglaterra como soberano, a cambio de una amnistía general y un régimen autónomo.
Era imposible una alianza de Inglaterra entre Eduardo VII contra su sobrino, Guillermo II, nieto mayor de Victoria, un káiser pretencioso, altanero que amenazaba a  Europa con el poderío de su ejército. 
Eduardo VII subió en 1901. Trajo alegría a la corte, luego de muchísimos  años de luto riguroso en la Corte por la muerte de su padre. La seriedad y los estudios lo aburrían; era seductor, jugador, le gustaban las  mujeres, las orgías y los cafés de París. Victoria jamás le dio pie en los asuntos del Estado, salvo algunos representativos de ninguna importancia. La reina era celosa de su autoridad y el príncipe se desquitaba con sus   conquistas amorosas. Sin embargo, pese a sus falencias, fue un gran monarca eficiente. Francia a Inglaterra tenían ahora excelentes relaciones. En cambio, Francia tendría un enemigo en Alemania, mientras ocupara Metz y Estrasburgo.
Alemania se prepara para la guerra
Francia e Inglaterra llegan a un acuerdo en 1904; libertad en Marruecos y en Egipto. Renunciaron a su rivalidad colonial.
Un hombre por sesenta mil francos en oro reveló que Alemania estaba preparada para la guerra y que el káiser pensaba visitar Marruecos.  A este país no le importó el Tratado entre los ambos países y no pudo aislar a Francia como era su intención. Alemania estaba indignada contra Francia por  Marruecos, pero no pudo avanzar. Corría el año 1905.
Tensión entre Inglaterra y Alemania
Si Inglaterra no hubiera puesto un defensa contra el poderío alemán, Alemania tendría la hegemonía en Europa, admitió Churchill.
1908
Muere Eduardo; sube su hijo Jorge V que reinará 26 años. Churchill está en la Cámara de los Comunes; por no estar en la de los Lores, la Cámara Alta lo consideraron un traidor. Churchill sostenía que era hijo de la democracia y que en su casa la divisa paternal era “confía en el pueblo”. Éste ya era un célebre escritor, corresponsal de guerra y político estratega, liberal y radical; impulsivo con réplicas feroces cuando era necesario, abandonó el Cuarto regimiento de los húsares donde peleó contra los Boer para dedicarse a la política.
La flota alemana tenía un millón de hombres, quinientas divisiones y  acorazados. Le advirtieron a Gran Bretaña, pero el gobierno alegó que el armamento alemán no estaba dirigido contra su país. Construía naves más velozmente que los alemanes. Alemania envió un buque de guerra para defender sus intereses a las costas de Marrueco; pretendía  el predominio de Marruecos y  el Congo francés, compensación exorbitante. Inglaterra se puso a favor de Francia y el káiser  se  resintió por la derrota diplomática.
Ese año  el emperador Francisco José anexó Bosnia y Herzegovina a su imperio: un congreso anterior le daba ese derecho al imperio Austro- Húngaro.
Rusia -debilitada por la absurda guerra contra Japón- no estaba preparada para entrar en otra contienda. No intervino, a cambio de tener el libre paso de sus navíos hacia los Dardanelos. No lo consiguió.
Alemania buscó la amistad de Turquía, donde gobernaba un tirano sanguinario, responsable del genocidio de Armenia. A Alemania le interesaba el permiso de un FCC de Asia menor al Golfo Pérsico, pasando por Bagdad. Frente a la anexión de Turquía, se podía con razón desconfiar de Alemania, aliada al Imperio austro- húngaro.
Rusia, Inglaterra y  Serbia estaban  indignados con la anexión; la mayor parte de los habitantes en Bosnia y Herzegovina eran serbios y croatas. Serbia protestó pero Austria no se inmutó. Alemania logró una victoria diplomática, mientras Rusia humillada y Gran Bretaña disgustada  ya que no consideraron “el derecho de gentes”.
1912-
Londres ordenó  a Churchill  trasladar la flota inglesa del Mediterráneo al Mar del Norte para defender las costas de Francia, mientras este país se ocuparía del Mediterráneo.
Italia le declaró la guerra a Turquía, que pierde su última posición  en Trípoli, cediendo también Rodas y los Dardanelos.
Turquía fue atacada por Bulgaria, Serbia, Grecia y Montenegro. Pidió la paz y cedió sus posiciones europeas en el Mar Negro y el Egeo; los griegos recibieron Creta.
La guerra amenazó a Europa pero por el momento no prosperó fuera de los Balcanes. Serbia poderosa era un peligro para Austria. El káiser Guillermo II reprochó al emperador de Austria la anexión y la guerra de los Balcanes.
Nace la independencia de Albania que impide un puerto turco en el Adriático. El reparto provocó una nueva guerra entre Bulgaria contra Serbia y Grecia. Finalizó en 1913, otorgando Adrianópolis a los turcos. Alemania ayudó a Inglaterra en esta doble crisis,
1914
Irlanda está en guerra civil; recibe apoyo de los liberales contra la Cámara de los Lores (1911) que exigen su autonomía.  Irlanda no quería estar bajo el Catolicismo de esa región. Otro problema hizo olvidar el conflicto  escapando de una guerra civil para entrar en una guerra mundial
Sarajevo: Julio de 1914
El heredero de la corona austro-húngara, hermano del emperador fue a Bosnia; le advirtieron que podía sufrir un atentado. Francisco Fernando fue igualmente con su mujer. Arrojaron una bomba que hirió a un oficial; Obstinadamente siguió el trayecto; un joven se subió al estribo y los mató a ambos.
Austria envía un ultimátum al gobierno de Serbia. Rusia movilizó las tropas. El káiser regresó de Noruega. Poincaré visitó San Petersburgo y Estocolmo y regresó a Francia; Serbia consultó con Londres: París y San Petersburgo aconsejaron prudencia. Serbia envió su respuesta a Viena, aceptando los puntos del ultimátum menos la admisión de agentes austríacos.
Francisco José firmó la declaración de guerra: Serbia desoyó el ultimátum. El 28 de Julio  comenzó  I Guerra Mundial, donde participaron las primeras potencias del mundo, potencias industriales y comerciales, que habían desarrollado durante años anteriores una poderosa industria bélica. Reclutaron soldados entre los campesinos y hubo reducción de abastecimiento. La estructura en el mundo tambaleaba; improvisando  soluciones que comprometieron el porvenir. La guerra antepone el Estado a los derechos del individuo, en beneficio de las fuerzas sociales, que la democracia deseaba frenar. 
La economía de guerra modificó los  hábitos  tradicionales; la producción y el intercambio se dislocaron, las importaciones suministraron al ejército los equipos necesarios pero la escasez de fletes y el bloqueo perjudicó a los adversarios, mientras desgaste de los hombres y las municiones superaron lo previsto. Era necesario equipar los ejércitos. La guerra no fue breve como se suponía y no tenían material para mucho tiempo.
En septiembre 1914, los soldados sufren una crisis de armas y de municiones. Francia tomada por los alemanes  privó a los aliados del 40% de su carbón, del 90% de sus minas de hierro y de 95% de sus  altos hornos; el 25% en total no conseguía fabricar municiones.
1916
En Gran Bretaña los soldados no contaban con la necesaria protección de artillería. En Inglaterra trabajaban obreros no calificados en empleos de especialistas;  tuvieron que regresar los especialistas
Rusia se abastecí en  EE.UU. y en Japón con fusiles, cañones y municiones; no conseguía los obuses y sólo en 1917 poseía el número de ametralladoras necesarias. El gobierno absorbía la mayor parte de la mano de obra, salvo Alemania, que en 1917 fabricó 2000 cañones por mes y 9000 ametralladoras, frente a las 200, del año 1913. La mano de obra era un problema. Se necesitaba encontrar hombres que  reemplazaran a los que se fueron a la contienda. El káiser obligó al  trabajo obligatorio. Contaba además con soldados belgas, polacos y franceses deportados. En 1918 tenía dos millones de obreros, un millón apto para fabricar  armas; era una paradoja, porque faltaban soldados para usarlas. El Estado fijó los precios y controló el tipo de cambio, las exportaciones, la importación, el cultivo, la industria para edificar nuevas fábricas de industria bélica. Tenía 4000 funcionarios, la mayor organización comercial del mundo.
 La deuda  de Francia  pasó de 3.200 a 173.000 millones. Alemania pasó de 5.500 a 60.000 millones y le faltaban caballos, alimentos y forraje. Se racionó el pan, la harina, las papas, la carne, la manteca y la grasa. Por primera vez, 67 millones de habitantes se sometieron a un régimen de tarjetas de abastecimiento. Inglaterra  restringió los artículos de lujo, -el azúcar, los dulces, el chocolate- y estimuló la producción de trigo; compró toda la producción de quesos de Canadá, el trigo de Australia, la panceta de EE.UU. y fijó los precios de la manteca, el queso y las papas, controlando el 94% de todo el consumo. Los países neutrales tenían cantinas para los obreros; la gente compraba menos, pese a la suba de salarios.
El rey, el zar y el káiser seguían la política del S XIX; se creían los dueños de los destinos de sus países. Eran primos entre sí en cortes aduladoras. El zar estaba ciego frente a los problemas, mientras Inglaterra era más perspicaz y controlaba el poderío marítimo. Francia era una republicana y colonial. Alemania nació más tarde como país y era más ingenua y prepotente. Quería la hegemonía en Europa; necesitaba la ayuda del Imperio Austro-húngaro para forzar un nuevo reparto colonial, nuevos caminos marítimos, nuevos fletes de materia prima,  nuevos mercados de consumo en otros continentes. América pertenecía al Imperialismo yanqui. Asia tiene problemas de invasión del Japón que era un país superpoblado e industrializado. Francia deseaba Alsacia y Lorena y sacarse la espina de Sedán Nicolás pidió un préstamo a París. Inglaterra convocó al embajador alemán para decirle que quedaría al margen del conflicto, mientras el conflicto  se limitara a Austria y Rusia París  estaba unido a San Petesburgo. Londres le dijo a Francia que no podía comprometerse a ayudarla, si entraba en guerra.
Rusia se movilizó el 29 de julio. Austria unos días después; Francia y Alemania el 1º de Agosto; dos días más tarde Alemania declaró la guerra a Rusia y a Francia.
El 2 de Agosto las tropas alemanas atravesaron Luxemburgo; ese día fue enviado, un ultimátum a Bélgica, país que fue usado como corredor en la guerra. El rey Alberto de Bélgica se declaró neutral pero, si Alemania invadía el país, entraría en guerra. “Un país que se defiende merece el respeto de todos: nuestro país no perecerá”.
El plan de Schlieffen entró en acción. Austria desaparece frente a la agresión de Alemania. Nunca más se recuperará. Hasta el último momento Alemania imaginó que Inglaterra no entraría en guerra, pero no participar era una traición a Francia y a Bélgica. Ultimátum a Alemania  respecto a Bélgica. A medianoche Churchill, reloj en mano, esperaba lanzar la orden a la flota. Entraron en guerra todos los navíos y bases navales británicos del mundo.
El 4 de Agosto, el embajador inglés visitó por última vez al canciller alemán para defender el  tratado de neutralidad belga. Inglaterra no logró un acuerdo y rompe relaciones con Alemania.
Motivos franceses y rusos
Francia  esperaba recuperar Alsacia y Lorena. Clemenceau en su diario afirmó que “el conflicto retrasaría a Francia, Gran Bretaña y Rusia debía  decidir entre la civilización europea de la noble cultura individual o el abominable prusiano, que el káiser deseaba imponer por el hierro”.
El presidente Poincaré le ofreció un cargo en el gabinete Clemenceau, pero no lo aceptó pues dirigía la comisión de defensa nacional en el Senado.
Los aliados prometieron al zar   conquistas en tierras de los Balcanes y la salida tan deseada al Mediterráneo, si intervenía.
El mundo germánico
La monarquía de los Habsburgos era el eslabón principal del sistema político de Europa. Los eslavos deseaban liberarse de su dominio. La preparación militar tanto en Alemania como en Hungría y entre los eslavos era lamentable; no pensaban pasar de ese dominio al prusiano ni al emperador alemán. El imperio de Guillermo II era muy reciente; los aliados contaban con la división de regiones diferentes, diversas dinastías, religiones opuestas, burocracia y odio al militarismo de Prusia, entre los pueblos bávaros y renanos. Su deseo era  desmembrar los diferentes principados, gran ducado y ducados para poner fin a las hostilidades. Deseaban minar la hegemonía de Prusia, pensando que un tercio se levantaría contra el káiser pero, a la hora del peligro, todos se agruparon a su alrededor pues en primer lugar se consideraron alemanes, más allá de sus diferencias.
Excepto el imperio austro-húngaro, por cuestiones internas, todos partieron a la guerra con unidad y entusiasmo, pero nadie imaginó los horrores que con espanto descubrieron. Desde Bismarck, los alemanes temían luchar entre dos frentes: Francia y Rusia. Aquí fueron  cuatro frentes: el Mar del Norte, el Mediterráneo,  los Balcanes y el Cercano Oriente. Alemania estaba cercada; los aliados también y el problema esencial eran los alimentos y las materias primas. Inglaterra  cortó con su poder naval todo contacto de Alemania, que pudiera recibir fuera de Europa. Alemania esperaba que los submarinos entorpeciera el tráfico inglés, primordial para las islas británicas. EE.UU. potencia de segundo orden internacional todavía, acatara la doctrina de Monroe; América para los americanos, sin inmiscuirse en Europa; sin embargo, el curso de la guerra cambió la situación.
Bloqueo marítimo y acción naval
Alemania creyó que los americanos defenderían el principio de la libertad de los mares que el bloqueo inglés entorpecía. Usar los submarinos era para ellos una medida de legítima defensa; los americanos no estuvieron de acuerdo: defendieron la libertad de los mares y su flota suministró materias primas y material bélico a los aliados.
Cuando los alemanes hundieron dos navíos mercantes sin previo aviso, los americanos reaccionaron. El 7 de mayo un submarino torpedeó el Lusitania, con 1198 personas, fue atacado y  murieron todos, entre ellos ciento veinte  americanos.
El canciller alemán retrocedió ante la idea de entrar en guerra contra EE.UU. Se opuso a que otros almirantes pretendiera una guerra de submarinos sin restricciones. Alemania pudo haber sometido a los aliados y ganar la guerra. Gran Bretaña se dio cuenta del peligro y la indecisión del enemigo le dio tiempo para organizar una defensa marítima.
Muchos cruceros y buques, barcos mercantiles alemanes  operaban al principio de modo aislado o en grupos contra del tráfico mercantil de los aliados, principalmente de Gran Bretaña, bombardeando las costas. Dos buques derrotaron una escuadra inglesa en las costas de Chile, pero un mes después los británicos los hundieron en Las Malvinas
Japón pretendía beneficios de la guerra y se anexaron un protectorado alemán en China Septentrional. Durante toda La I Guerra, Japón amplió su influjo económico en China. Su industria se desarrolló y sus artículos tuvieron buena acogida mundial.
La flota inglesa -desde Escocia- vigilaba las fuerzas navales del enemigo al Norte. Churchill ideó utilizar el aceite pesado (petróleo en bruto) en vez de carbón, gran ventaja para los ingleses pero, siendo la marina alemana tan poderosa, no se animaron a atacarla. El ejército se relajó; no tener que vigilar las costas lo beneficiaba, porque podía disponer de esas fuerzas en el continente.
La gran flota alemana no se animó a pasar por el Báltico, porque las minas danesas eran un peligro. Dudaba en abrirse camino hacia los océanos. Hubo una última batalla naval -Jutlandia- el 31 de Mayo de 1916, donde la artillería obtuvo un rol importante; los proyectiles blindados de sus cañones causaron grandes pérdidas a los ingleses, si bien no se pudo denominar una victoria de los enemigos: fue más bien un éxito táctico. Los alemanes debieron retirarse dos veces con graves pérdidas para escaparse del cerco enemigo. La batalla no modificó el predominio  de los aliados ni de los alemanes y la flota enemiga quedó en sus bases inactiva hasta el fin de la guerra.
MODIFICACIONES DEL PLAN SCHLIEFFEN
Alemania   tenía  dos frentes enemigos al mismo tiempo: Francia y Rusia; podía serle fatal. Debían tomar una posición defensiva contra Francia, apoyándose en las fortificaciones de la frontera occidental y luchar contra Rusia para obligarla a rendirse. En ese momento recién podrían lanzarse a la conquista de Francia.
Schlieffen propuso un plan totalmente opuesto. En el Este, Alemania debía sacrificar Prusia oriental y constituir un frente ofensivo en la frontera con Francia. El fuerte de las tropas atravesaría Bélgica para -desde el norte- atacar el ejército francés y destruirlo.  Recién allí se ocuparía de Rusia, dado que su movilización militar sería lenta por las distancias enormes a recorrer. El plan fue adoptado pero con modificaciones; reforzaron el Este ya que no querían sacrificar Prusia oriental, lo cual debilitó al ejército. Al pasar por Bélgica encontraron una resistencia mayor que la imaginada. Francia hizo lo imposible para luchar contra el plan alemán de invadir por el Norte, pues conocían el proyecto de Schlieffen. Los cinco ejércitos del ala derecha alemana penetraron por el Sudeste en dirección a París, rechazando el ejército francés. Al enterarse que Prusia oriental era invadida, dejó marchar cuatro divisiones del ala derecha occidental y la quinta la envió al Este. Tropas alemanas se dirigieron a la fortaleza belga de Maubeuge, que todavía resistía. Los franceses retrocedían, aunque no se rendían. Esperaban cercar al ejército contrario entre las trincheras de París a Verdún, a orillas del río.
 A) La batalla de Merme
El ejército militar  lanzó un contraataque sobre el flanco derecho alemán, que marchaba hacia París. Fue una primera operación motorizada, donde se usaron taxis para transportar tropas.  Joffre detuvo de repente la retirada de las tropas francesas e inició la contraofensiva de París a Verdun. Los alemanes se reagruparon para defenderse y los británicos entraron en acción. Los alemanes  resistieron y pusieron a los ingleses en una posición delicada. Al comandante alemán el ataque le causó gran impresión y lamentó haber enviado las cuatro divisiones a Prusia contra los rusos. Las tropas estaban lejos, en Luxemburgo, y el comandante perdió el dominio de la situación; tomó una decisión inesperada; envió un oficial al frente con plenos poderes sobre los generales para hacerlos retroceder, en caso de necesidad. Los altos jefes -confusos frente a la orden- se replegaron cuando no era necesario y se retiraron uno tras otro. Eludiendo la lucha, comenzaron el movimiento tenaza, muy peligroso para los aliados, que debían impedir la toma de los puertos de Dunkerque y de Amberes. Los belgas lucharon valientemente contra la artillería pesada alemana con el apoyo de la marina inglesa, que comandaba Churchill. Amberes cayó en manos enemigas y los ingleses se escaparon a Holanda. El ejército belga unió sus tropas en Gante, contuvo a los soldados enemigos en Iser, que debieron contentarse con bases navales en Ostende y Zeebrugge. El comandante no llevó el avance hacia el Oeste, perdió el canal de la Mancha y la maniobra fue sin éxito. Extenuado, fue reemplazado. Alemania no podía perder esos dos puertos -tan difíciles de obtener- en Bélgica y en el norte de Francia. La guerra siguió, limitando los recursos centrales. El ejército inglés  reforzó las provisiones a través de la marina real inglesa. La gran maniobra terminó en un rotundo fracaso.    
 El Frente en Prusia Oriental
Dos ejércitos rusos -uno de veinte divisiones y otro de quince- desde Rusia marcharon hacia Prusia. Fiel al plan inicial, los alemanes se retiraron sin atacar. Aún no habían llegados las cuatro divisiones alemanas de Occidente. Se prepararon a atacar y se impuso al ejército ruso,  perdiendo cien mil hombres. Se volvió hacia el otro frente y de nuevo triunfaron los alemanes en una gran estrategia contra Rusia. En el mismo momento, los rusos, en otro frente, les ganaban a los austríacos y amenazaban las Industrias de Silesia, harto peligroso para el enemigo alemán, que no pudieron dominar hasta  sólo más tarde y con refuerzo militar de Austria. Rusia perdía material bélico y no podía sustituirlo; los aliados podían abastecerla a través de tres puertos por el Océano Glacial Ártico;  por otro lado, se abrieron camino por los Dardanelos con un doble plan; ayudar a los rusos y vencer a Turquía y repartirse el botín otomano.
El tradicional plan de Schlieffer seguía en pie. Austria-Hungría era el punto débil de los imperios centrales. Los checos se pasaron a los rusos. Alemania debía derrotarlos.
En 1915, los rusos tuvieron varios fracasos; perdieron Varsovia y otra ciudad importante. La derrota de los Dardanelos no los ayudó. Estando los imperios centrales ocupados, Serbia y más tarde Bulgaria debió abastecer de petróleo a Alemania y Austria.
Turquía y los Balcanes eran importantes en el frente oriental. Una guerra anterior (1911-13) arrebató a los turcos la última provincia africana y casi todas sus posesiones europeas. Siria y Mesopotamia se rebelaron contra Constantinopla. El imperio otomano estaba cerca de su caída; los rusos ansiaban desde siempre tomar esa ciudad que Grecia anhelaba también. Los jóvenes turcos ocuparon el poder con el apoyo de los pueblos rurales de Asia Menor: pretendían modernizar el imperio y restablecer el poder turco en el Cáucaso, Turquestán y Persia.
La expedición francesa e inglesa fracasó; los aliados atacaron otro punto sin éxito. Se retiraron a principio de 1916 y sus tropas se refugiaron en otra ciudad. El proyecto fue planeado por Churchill quien tuvo que demitir. El plan era excelente; fueron más errores tácticos locales, pérdida de tiempo, discusiones políticas en Londres que retrasaron su puesta en práctica: su éxito hubiera sido el fin de la guerra. El futuro le daría otra oportunidad.
En la primavera de 1916, el FCC  Viena - Constantinopla unía el Báltico con Asia Menor. Los enemigos obtenían victorias y triunfos, pero se negaron a un ataque decisivo.   El zar pidió el armisticio para salvar a sus tropas.
La doctrina de Schlieffen se sostenía todavía; la solución se daría en el frente occidental, pese a que apenas se movió en 1916; pasaba el tiempo y la balanza se inclinaba a favor de los aliados;  los ingleses aumentaba su material bélico, además de implantar el servicio militar obligatorio pues carecía de suficientes voluntarios. Los enlaces marítimos funcionaban perfectamente; el material de guerra se concentraba en los puertos y Francia e Inglaterra, reuniendo su artillería en un sector determinado para forzar el paso y lograr abrir una brecha en el ejército alemán, que los obligaba a retroceder; los soldados enemigos resistieron con grandes pérdidas también  para los aliados.
En Verdún, el comandante alemán pretendió desgastar a los franceses, que perdieron 440,000 entre hombres entre muertos, heridos y prisioneros, mientras Alemania perdió 280.l00 soldados: fue una derrota moral para Alemania. Francia conservó Verdún con Petain al frente; la derrota le costó cara a los alemanes y a los países centrales, que perdieron el prestigio obtenido por sus triunfos  en los Balcanes.
En julio de ese año, el ejército alemán dio señales de cansancio y Francia recuperó posiciones perdidas, entre ellos el puerto de Dunkerque. Inglaterra recibía refuerzos continuos de las islas, además de provisiones en cantidad suficiente  gracias a los norteamericanos.
Rusia era una ayuda para los aliados con material bélico, lo cual les permitió tener nuevos ejércitos. En  junio de 1916, los rusos pasaron a la ofensiva, rompiendo el frente austríaco mientras los imperios centrales consiguiendo restablecer sus líneas. En Occidente, después del fracaso de Verdún,  a los alemanes  no se los veía más como los vencedores.
Rumania luchó con los aliados, abriendo un nuevo frente contra los imperios centrales conectados con los ejércitos rusos. La situación en los Balcanes estaba comprometida. Los alemanes -con la ayuda de los países del centro- invadieron el norte de Rumania y la aniquilaron; el país fue ocupado. Los lazos con Turquía se reanudaron y dispusieron del petróleo y del trigo rumano.
1915-16
El frente francés estable fue una batalla  de desgaste. Italia estaba  aliada a Alemania y a Austria-Hungría; juntos formaban la triple alianza, opuesta a los aliados. Los ingleses dominaban el Mediterráneo. Italia quería liberar a los soldados de Trieste y Trentino, en poder de Austria. Declaró la guerra a la triple alianza; fue un fracaso pero logró que el nuevo frente inmovilizara las tropas del enemigo.
Francisco José, emperador de Austria, murió. Su hijo varón se había suicidado. Su hermano con su mujer habían sido asesinados en Sarajevo.
1917
Hubo dos nuevos intentos para romper el frente alemán con una guerra de trincheras. En ellas cayeron desde 1914-17 dos millones de soldados. En total superó más de 8 millones de muertos y desaparecidos, desde el canal de la Mancha a Suiza eran ataques y contraataques con muertes sin resultado.
Los frentes están estables; Alemania se replegó para contener la ofensiva francesa. Italia sin cambios. Gran Bretaña movilizó sus tropas. Los Boer sudafricanos fueron reprimidos. En Dublín estalló una rebelión reprimida ferozmente. La India fueron reconocidas como países independientes.
Austria se debilitó. Sube Carlos I, joven inexperto, que sólo aumentó el malestar. Los checos se aliaron a los rusos y los  serbios y  polacos hacían propaganda nacionalista.
Alemania estableció contactos  con Francia e Inglaterra para obtener la paz, prometiendo dividir Austria Hungría en estados federales autónomos, restituir Alsacia y Lorena a Francia y evacuar  Bélgica, pero los aliados no aceptaron las cláusulas.
Ofensiva alemana
Las potencias centrales -frente a la supremacía de la marina británica- agredieron con submarinos  el bloqueo aliado.
EE.UU. pasó a ser un factor decisivo, con Wilson como presidente del partido democrático. Los catorce puntos de las medidas que propuso el presidente consiguieron una política de reformas sociales; ganó las elecciones por mantener a América neutral. Pero ya no podían seguir manteniéndose al margen.  El comercio con los aliados era indispensable para el desarrollo de la agricultura e industria americana; los deudores se volvieron acreedores.  En octubre de 1917  el káiser  intentó ejercer tensión entre EE.UU. y México para crear  problemas entre ellos: México intentaría recuperar las regiones anexadas por EE.UU.
Los norteamericanos entraron como potencia asociada, no como aliada, negándose  a  decidir entre los acuerdos de los objetivos y fronteras. Los submarinos alemanes  ahora impedían  el transporte hacia Francia e Inglaterra.
Alemania hundió medio millón de toneladas de navíos enemigos, fueran neutrales o no. Los ingleses idearon redes de acero estrecho en campos minados; torpedos y submarinos británicos vigilaban las costas y rutas marítimas y atacaban a los submarinos alemanes con proyectiles y granadas. Los barcos  eran  camuflados y este sistema ayudó a tener menos pérdidas de los aliados.
En   1917 varios diputados franceses declararon inútil continuar la guerra.
La revolución en Kerensky sembró preocupación: Rusia se apartó de la guerra.  Se temía una revolución en Francia también. Pétain en el frente mantenía la disciplina en el ejército. Poincaré  llamó a Clemenceau para terminar la guerra  y se nombró a gente capaz, sin considerar a qué partido pertenecía.
Mata Hari, la espía bailarina tenía relaciones con dos  amantes enemigos; uno era  el jefe de la policía de Berlín y un ministro de guerra francés. Obtuvo secretos importantes. La descubrieron, fue juzgada, condenada y fusilada.
Grecia se unió a los aliados. Los turcos perdieron Bagdad y las defensas en Palestina; el ejército inglés entró en Jerusalén; árabes y beduinos se sublevaron contra el sultán y reforzaron el bloqueo marítimo. El imperio austro- húngaro estaba agotado; checos, eslovacos, croatas y serbios iniciaron agresivos movimientos nacionalistas. La Revolución rusa permitió a los imperios centrales llevar militares de Oriente a Occidente. Alemania y Austria peleaban contra los italianos. Refuerzos de Francia y G. Bretaña llegaron a Italia; nueve meses  pasaron entre la entrada a la guerra de EE.UU. y los Catorce puntos de Wilson. En Rusia, la subida de Lenin modificó la situación. Rusia se retira de la guerra para dedicarse a la revolución.
El equilibrio del mundo no dependía de un equilibrio político sino de un acuerdo internacional. 
En marzo de 1918, los alemanes se concentraron  en el frente occidental con un refuerzo de artillería enviado. Clemenceau dio orden a los soldados de combatir hasta la última gota de sangre en una defensa agresiva; querían economizar la reserva hasta la llegada de los norteamericanos.
La ofensiva comenzó a las 4.a.m. El ejército inglés fue derrotado. El FCC en Amiens corría peligro. Los alemanes se dirigían a la costa del Atlántico y comenzó la guerra de trincheras. Petain envió veinte divisiones que obtuvieron escaso éxito.
A mitad de abril una nueva ofensiva alemana tenía como objetivo el canal de la Mancha y el puerto de Calais. Koch empleó mientras tanto con prudencia las reservas que tenía en Flandes; los ingleses fueron los más afectados. El presidente francés -en caso de necesidad- abandonaría París. Poincaré quería defenderla hasta el último hombre.
En junio había 1.200.000 norteamericanos en Francia. Su comandante en jefe quería que las tropas estuvieran unidas mientras Francia  querían las tropas americanas entre el ejército francés y el inglés. El bloqueo inglés triunfó, lo cual minó la resistencia de los alemanes y el hambre los desmoronó. Recibían la mitad de pan que al principio de la guerra y la tuberculosis más una epidemia de gripe los hizo reaccionar: comprendieron  que seguir la contienda era inútil.
La derrota
En agosto  se percibía el fin. Los alemanes habían usado al principio de la guerra morteros, cañones y gases asfixiantes; los ingleses tenían los tanques y la motorización.
En Septiembre, Hungría pidió una paz por separado: fue rechazada. En Siria y Mesopotamia ya no podían contra los soldados ingleses. Bulgaria capituló.
En octubre Alemania, Austria-Hungría y Turquía solicitaron un armisticio sobre la base de los Catorce puntos de Wilson. El káiser Guillermo II, abandonó Berlín y huyó a Holanda. Otros reyes alemanes fueron expulsados o abdicaron. En Rusia los socio- demócratas exigían la abdicación del zar. El frente alemán en Francia y Bélgica se derrumbaba; la victoria significó muchas otras pérdidas aún: Inglaterra perdió 378.000 hombres entre muertos y heridos graves. Francia perdió 750.000. Los alemanes se retiraron combatiendo desde Amberes  y  Foch preparaba una ofensiva en Lorena.
Revolución y Armisticio
Estalló un levantamiento en Alemania. Cuando se dio la orden de combatir contra la armada inglesa, se produjo un motín; asesinaron algunos oficiales; los marineros tomaron el mando y regresaron desde Hamburgo a Colonia y  de München a Koeninberg; obreros y soldados se centraron en el Partido Socialista (INDAP) en Berlín.
El káiser aceptó la renuncia para él y sus descendientes a los tronos de Alemania y Prusia. Se proclamó la República. Inglaterra, Francia y EE.UU. se reservaron el derecho de exigir reparaciones. Se decidió ocupar Alemania al oeste del Rin que, vencida y derrotada, debía entregar el material bélico y los transportes bélicos, pero se mantendría el bloqueo del mar.
Turquía capituló y en noviembre; Alemania negoció con Francia. Todavía no se dieron cuenta de la importancia de la revolución rusa ni tampoco de la rebeldía de los obreros. Wilson aseguró que sería más difícil la paz que la guerra.
1918-19
Los países, agotados por el hambre, las epidemias, la revolución y las guerras civiles en ciertos países se prometieron no reincidir. Hubo dificultades para una paz equitativa. Los aliados de la posguerra pensaban en el reparto del botín. Rusia firmó con Constantinopla una paz por separado: estaba en plena guerra civil. Inglaterra y Francia prometieron a Italia los territorios  del Tirol  en la costa oriental del Adriático. Gran Bretaña les prometió a los judíos un hogar en Palestina. Los pueblos de varios países soñaban con una paz igualitaria y exigían que pagaran su deuda. Alemania fue aniquilada con el objetivo que no repitiera otra agresión,  contraria a la opinión de Wilson.
Los vencedores necesitaban cierto orden en Europa; los soldados deseaban regresar a sus hogares. Los problemas en el destrozado imperio austro-húngaro, Polonia, el Báltico, los Balcanes  y en el cercano Oriente más las guerras civiles complicaban el orden político y social. Rusia presentó la guerra como una defensa eslava y Alemania, como una lucha contra el régimen zarista, que odiaba tanto a los liberales como a los socialistas. Francia se sentía víctima de una agresión injustificada y defendía la justicia y el derecho vulnerado. Inglaterra intentó oponerse, pero la violación de la neutralidad belga no se ponía de acuerdo; todos deseaban la unión sagrada, olvidando las huelgas  y las decisiones del Partido Socialista.
La alianza de cada nación parecía sólida, pese a la situación que cambió de repente; los soldados participaron en una guerra mortífera, larga y penosa. Todas las clases sociales compartieron de una experiencia inimaginable. Nunca los hombres debieron soportar una guerra de trinchera en el invierno, sin protección contra las bombas, sin alimentos y llenos de piojos y sin descanso suficiente, bajo el frío y la lluvia, hundidos en el barro. En Verdún el riesgo de muerte era constante.
En 1915 Inglaterra había perdido un tercio de sus efectivos y sólo en el frente occidental  perdió dos millones por año. En Rusia las pérdidas entre heridos y muertos o desaparecidos se calculó en 3.800.000 en los dos primeros años de guerra; cada semestre posterior sufrió un millón de muertes,  de heridos y  más de 500.000 prisioneros. A la ilusión siguió la decepción. La retaguardia vivió con dificultades, afectada por bombardeos aéreos, los bloqueos y la guerra submarina.     
Los escasos obreros obligaron a recurrir a la mano de obra femenina y a extranjeros. Las mujeres hacían el trabajo con los ancianos y los niños; los precios subían y el poder adquisitivo caía. Se impuso el racionamiento; se mezclaba la harina con fécula de papas para amasar el pan de la guerra, racionando la leche para  niños, embarazadas  y enfermos.
En el último año, las pésimas cosechas, la falta de jabón y de antisépticos favorecieron las epidemias y la muerte en la sufrida población civil. Hungría y Austria eran víctimas del hambre; la carne en Inglaterra se redujo a dos días por semana a una lonja gruesa como una hostia En Inglaterra el café y la manteca estaban intervenidas, mientras se limita a voluntad la carne, el azúcar, el pan.  Los turcos daban a sus soldados 250 grs. de pan negro. En Francia tenían permiso para un kilo de azúcar por persona y 200 a 600 grs. de pan; se racionó el carbón, la leche, el aceite y el tabaco; se restringió el gas y la electricidad. En Alemania, el control del comercio externo provocó disturbios en Rotterdam y Ámsterdam.
La desigualdad pública provocó crisis políticas y sociales con diferencias entre los que gobiernan y el pueblo. La guerra profundizó la defensa por las libertades civiles y las políticas. Los diputados recibían en el Parlamento cartas de oficiales y soldados contra los abusos del gobierno y la administración. El poder estaba en manos de un escaso grupo. En Francia hubo abusos en los alimentos, en la industria de guerra y la censura. En Alemania mandaban los ministros y cancilleres; en Inglaterra era cinco miembros y en Francia un comité de guerra también contaba con la misma cantidad  de miembros.


Hubo huelgas en 1917-18 El pueblo ruso se levantó hasta el límite de su paciencia. El ejército Austro-húngaro tuvo una mayoría de desertores de 300.000, que formaron las reservas verdes que vivían del pillaje; hubo motines en los cuarteles. En Bulgaria los regimientos se negaron a atacar. Cada día había más desertores: en Turquía llegó al 50%. Entre los alemanes las rebeliones se dio entre la flotilla de submarinos y los marineros intentaban huir a Noruega por medio de sabotajes. Se proclamó la república en Baviera,  y en Colonia.

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