Pequeña biografía de Van Gogh
PRÓLOGO
Jo, casada con Theo, era una mujer culta, con estudios
especializados en Shelley, inteligente, sensible y perceptiva, que tuvo una visión futura sobre la obra de su cuñado. Muerto su marido, seis meses después que el
pintor, se anima a leer por vez primera las seiscientas cincuenta cartas enviadas en
los últimos diez años de vida y que formarían el libro comentado aquí: sus
comentarios sobre los bosquejos y
cuadros sus próximos proyectos,
reflexiones sobre la vida
el amor, la soledad y el trabajo obsesivo:. “fue el pintor de los
cobaltos y los amarillos, los trigales y los girasoles contra el mundo”.
Antes de dedicar su vida la
pintura Vincent trabajó seis años en la firma G y Cía. Fue un muy buen Marchant. Theo
trabajó en la misma firma en París.
Van Gogh tenía facilidad
para el dibujo e incluso siguió estudios en La Academia de Arte de
Bruselas, bajo los consejos de su primo Mauve, representante de la escuela de La Haya. Estudió dos meses en Amberes.
Trabajó técnicas pictóricas con modelos naturales. Desde el principio, sus trazos fueron caprichosos. Por su rebeldía de comenzar pintando y no dibujando lo desaprobaron. Trabajó con la técnica
conocida en Holanda, donde no conocían a los Impresionistas.
Los últimos dos años vivió
en París con su hermano y conoció a Lautrec,
Gauguin, Monet, Renoir, entre muchos de ese grupo mencionado.
Cambió la tonalidad oscura
con el agregado de los matices negros, -que defiende a ultranza- por otra llena de luz.
Destacaron en la pintura del último año,
1899-90 rasgos peculiares, individuales en los árboles retorcidos y las
nubes amenazantes; los cuervos negros serán
premonición de su muerte. Los menos conocidos tienen un
tenue colorido de una delicadeza impresionante con trigales y zonas de flores silvestres. Son de
una belleza impresionante.
(…)
Luego de su decisión de ser
pastor y vivir con los mineros, regresó a la casa paterna. Tenía grandes discusiones con el pastor, su padre, por no asistir a misa y finalmente su padre lo echa de la casa. Se dedica a pintar, a cambio de ciento cincuenta francos mensuales fijos y algunas
extras para el material, que su hermano Theo le envía, como parte de su producción enviada. Theo era Marchant de una prestigiosa firma en
París. El dinero sería repartido en partes iguales, si lograba vender algún
cuadro.
Al cabo de diez años Van Gogh se suicida de un tiro y muere a los
dos días, no soportando más sus crisis mentales, cada vez más intensas y
frecuentes; en la última carta se siente
un fracasado como artista.
Sin embargo en una muestra
en París, al poco tiempo de morir, Manet aseguró que sus cuadros
era lo más interesante de la exposición: el halago llegó demasiado
tarde.
Theo morirá seis meses más
tarde en un hospicio. Tenían sífilis y sentía culpa por no haber creído en el
genio de su hermano.
Años después Elizabeth, una
de las dos hermanas, es internada en un instituto para enfermedades mentales y muere muy
anciana.
Cartas a Theo
El 20 de agosto de 1880,
En Eten, en casa de sus padres, le escribe a su
hermano menor.
Estoy garabateando dibujos de Millet, las Horas de la jornada y El Sembrador,
cuadro que siempre me impactó.
En noviembre de 1881 le
confiesa que está “locamente enamorado” de Kate, una joven
viuda con un hijo, prima suya, que pasó
un mes en casa de sus padres. Libró un tremendo combate entre decírselo o
callarse. Kate jamás le correspondió, incluso se espantó, cuando él se lo dijo y no lo recibió cuando fue a
visitarla. Vincent no tenía nada para ofrecerle y no se sentía atraída.
Luego de esta gran
desilusión, parte a La Haya en diciembre de 1881,
Vivió un tiempo en una
pensión cerca de su primo Mauve- pintor- donde sigue con sus dibujos en blanco
y negro y escucha sus consejos.
-No sabría decirte –pese a las dificultades- lo feliz que me
siento de haber retomado el dibujo. Desde hacía tiempo me preocupaba, pero
siempre lo consideraba como un imposible y por encima de mi alcance. Pero ahora, al mismo
tiempo que siento mi penosa dependencia económica, recuperé la paz y
recupero la energía día a día.
En enero de 1882 alquila dos cuartos iluminados, uno de ellos con una
gran ventana que da al Sur y será si taller.
Habla de los estudios que colgó en la pared y del trabajo que le cuesta
pintar acuarelas, que podrían ser
vendibles.
Maud le aconseja probar la
carbonilla, la tiza, el pincel y el esfumino. Se enerva y se desilusiona. Al
poco tiempo le envía dibujos a Theo con
esas técnicas. Aunque desalentado, impaciente, atravesando un período difícil,
sin esperanza y desolado, supera los obstáculos que más tarde lo llevarán a la acuarela.
-Maud me dijo que aprenderé
a hacer acuarelas en poco tiempo, que ofrece la oportunidad de expresar el
espacio y el cielo, de modo que la figura se encuentre en la atmósfera viva; es
preciso emplear colores transparentes para pintar las manos y los rostros.
Van Gogh escucha
atentamente y retoma el pincel con mayor confianza. Maud le aconseja trabajar ese verano con colores al agua.
Percibe una esperanza, pese a los esfuerzos.
En diferentes cartas
escribe lo siguiente:
A veces me invade la desesperación, cuando trato de realizar los colores
y estos se espesan. No es una pequeña dificultad.
Por otra parte, las experiencias con las acuarelas cuestan caro: el
papel, los colores, los pinceles, el modelo y mi tiempo.
Theo, ver despuntar un poco de luz
da alegría. Es muy agradable dibujar a un ser humano, algo que vive: es
endemoniadamente difícil, pero exquisito. Mauve me dijo: “Vincent, si tú sabes dibujar, eres pintor.” Tienes garra
de pintor, dijo, aunque aún soy poco
hábil para expresarme. (…) los colores poseen el secreto
de las armonías y de los contrastes.
Se consagra a estudiar las proporciones y la perspectiva,
trabajando duro: trabajé varias semanas: el
arte es un combate, --dijo Millet-; es
preciso poner el pellejo.
Le piden doce pequeños paisajes a la pluma de La Haya al precio de dos florines y medio, fijados
por él mismo. Si gustan, le pedirán otros seis, por el mismo precio.-único
encargo que recibe el pintor en una década- Mauve le prometió ir a su taller.
Se siente feliz.
Tiene un modelo nuevo y le envía un croquis a Theo; tres personas de la misma familia posan para él: gente pobre; se siente conmovido.
Viendo un grabado de Millet
escribe.
-Hasta qué punto una sola línea pueda expresar muchas cosas-.
Se distancia de Mauve que
se muestra indiferente y hostil; le causa mucha amargura:
Termina Sorrow, excelente dibujo
de una mujer sentada en el piso con la cabeza escondida: -los cabellos no están echados sobre la espalda, cuelgan por delante y
están trenzados en parte. Se ve el hombro, el cuello y la espalda. Y presté más
atención al rostro.
Dibuja Raíces: algunas raíces de
árbol en un suelo arenoso. Traté de
expresar la misma idea en el paisaje que en la figura. Quise expresar un
reflejo de la lucha por la vida, tanto en esta blanca y esbelta figura de mujer
como en esas negras y ásperas raíces nudosas. Traté de ser fiel a la naturaleza
que se ofrecía a mi mirada, sin filosofar; tanto el primer dibujo como
el segundo han terminado por reflejar un
poco de esta lucha gigantesca.
Este es mi razonamiento a propósito del lápiz de carpintero. ¿Con
qué dibujaban los antiguos maestros? Por cierto no con los Faber.
El lápiz que usaron Miguel.
Ángel y Durero se parecía mucho a este lápiz. Existe un medio de conseguir efectos
superiores a los conseguidos con un
elegante Faber. La carbonilla es mejor pero pierde la frescura, si se insiste
demasiado; hay que fijarla en el momento con el fin de conservar su fineza. Se
obtienen resultados notables con una carbonilla mojada antes en aceite, pues
funciona como fijador y el negro se torna más cálido e intenso. Esperaré un año
sin intentarlo pues deseo que la belleza derive de mí y no de los medios
Conoce a Christiane, una
prostituta embarazada en la calle que le sirve de modelo. Trabaja con ella en el invierno y éste, sólo
y desilusionado por el rechazo de su prima, la invita a quedarse con él. Se ocupa de hospitalizarla en el parto y
conviven durante veinte meses. Finalmente cansada de ser más pobre que antes
con su oficio, se separan. Fue un amor sin pasión o sin la ilusión que sintió
por Kate pero se hacen compañía y llevan juntos la carga.
El 1º de Junio de 1882
frente a una carta de Theo en desacuerdo con esa unión, se defiende; no desea separarse ni contrariar a su hermano.
Depende de la mensualidad de ciento cincuenta francos y está subordinado a ese
dinero, por lo cual terminan la relación. En julio lo hospitalizan durante varios
días por insomnios y fiebre más dolor en el riñón; blenorragia en grado
benigno, agrega.
6 de julio 1882
Hermano: tienes el temperamento de un artista; hay “algo de dibujo”
en tu breve descripción. El dolor y la tensión del acto creador nacen allí,
donde tú dejaste de describir pero estás endiabladamente dotado de inteligencia
creadora. Dibujar con palabras también es un arte y puede denotar una fuerza
secreta que dormita dentro de ti, como la pequeña nube de humo azul o gris, que
indica el fuego del hogar.
Dibujar la trae dolor de
cabeza y lo cansa. Tienes esperanza de mejorar.
El dibujo es la base; debo seguir practicándolo. Con el tiempo cambia su
posición y pinta sin dibujar formas, lo que los academicos le reprocha.
Se aferra a Christiane; no
quiere perderla; lo destrozaría, no se repondría; su presencia le da coraje.
Sin ella, amenaza abandonar todo.
Hace un estudio de la cuna
del bebé con unas pinceladas.
Decide trabajar afuera, (es
verano, mes de julio, ) Quiere hacer dibujos directamente del alma.
No pretendo expresar en mis figuras y
paisajes una melancolía sentimental sino un dolor trágico.
Que digan de mi obra; este hombre siente intensamente, está dotado
de una sensibilidad delicada.
(…)
Si a veces tengo demasiado disgustos no es menos cierto que
subsiste en mí una armonía y una música
clama y pura. Descubro temas de cuadros
o de dibujos en la casita más pobre, en el rincón lleno de mugre. Mi espíritu
es llevado en ese sentido por una pendiente irresistible. Cada vez más mi
mirada se hace más rápida para aprehender lo pintoresco.
El arte existe; es una labor tenaz; trabajar sin interrupción. No
es tanto la voz de los pintores como la voz de la naturaleza lo que más
necesito oír. Sentir las cosas, en realidad, es más importante que sentir los
cuadros; en todo caso es un contacto más fecundo y vivificante.
Domingo a la mañana
Soy un artista hasta la médula de los huesos (…)
31 de julio de 1882
Estamos totalmente de acuerdo acerca del negro en la naturaleza. El
negro absoluto no existe pero entra en la composición de casi todos los otros
colores como el blanco y gama infinita de los grises, que se distinguen por el
matiz y la
intensidad. En la naturaleza se ven los matices y la intensidad.
No hay más que tres colores fundamentales: el rojo, el amarillo y el azul. El naranja, el verde y
el violeta son colores compuestos. De estos clores derivan –si se les agrega
negro y un poco de blanco la variedad infinita del gris. Rojo gris, amarillo
gris, violeta gris. Es imposible mencionar el número y la gama de verdes grises
diferentes.
Toda la química de los
colores no es más complicada que esos simples colores fundamentales. Se puede
obtener setenta matices o intensidades con ayuda de los tres colores
fundamentales, agregando blanco y negro. Es colorista aquel que observado un
color en la Nat
sabe analizarlo y dice: es verde gris, es amarillo con negro y muy poco de azul
etc.
(…) La mezcla de los
colores se reduce a eso.
En agosto hace un recuento
y ya tiene cien dibujos, sin contar los
estudios antiguos ni los dibujos en su libreta.
1883
Soy prodigiosamente rico por haber encontrado mi camino que da un
sentido y entusiasmo a mi vida
(…) Estos días trabajé con tinta de imprenta que se diluye en
aguarrás y se extiende con un pincel, lo que da profundos matices de negro.
Cuando se mezcla con blanco de China se obtiene bellos matices grises.
Agregando + o – aguarrás se pueden obtener aguadas muy claras. Los matices muy profundos de negro los
descubrí en la imprenta.
Estos días trabajé en las dunas, pero suspiro por modelos; sin
modelos no puedo avanzar.
Comencé un dibujo usando carbonilla, luego lo retoqué con pincel
con tinta de imprenta que lo transformó en bastante vigoroso.
Van Gogh está siempre
ahorcado económicamente: reducir tus
envíos equivaldría para mí a una muerte por estrangulación o por ahogamiento.
El marco con paspartú de
madera blanca delimita muy bien el dibujo.
Agobiado de preocupaciones
y dificultades es extraordinariamente difícil forjar una figura. Reducir tus envíos equivaldría para mí a una
muerte por estrangulación o por ahogamiento.
Cuando me hablas de “no darme esperanzas para el porvenir” me
siento invadido por la melancolía; debes tener el coraje y la energía de seguir
enviándome dinero. (…) Si no puedo contar con tu ayuda pecuniaria, te propongo
ir a instalarme al campo, en un pueblo, lejos de la ciudad que me permitirá
economizar la mitad del alquiler y tener una alimentación sana. Los modelos
serán más baratos.
(…) Es preciso pasar por varios niveles antes de convertirse en un
buen pintor. Necesito un poco de dinero para restablecer mi salud, si no temo
complicaciones y será más difícil salir de ellas.
Sin ti me resultaría casi imposible encontrar compradores, mientras
que si tú te ocupas, terminaremos por encontrarlos. A condición de hacer todo
lo que podamos, soportaremos y no nos iremos a pique, pero no debemos
separarnos. Necesito verte para decidir
juntos en qué sentido dirigir nuestros esfuerzos.
Sin fecha, antes de septiembre, el mismo año. Trabaja en
los cosechadores de papas y en una sola figura, la de un viejo. Trabaja en el Sembrado, su obsesión: llegar a
pintar como Millet. Lo admira profundamente.
En ocasiones va al campo y pinta paisajes o marinas para descansar de la
figura. Le hace bien.
Trabaja pero se siente
débil, como si nunca se hubiera recuperado de la blenorragia.
Premonición de su
muerte. Creo que mi cuerpo soportará algunos años, digamos de 6 a 10 años.
Tiene períodos en que
trabaja hasta el agobio y otros donde le es difícil a causa de sentirse
débil. Se considera un pintor muy común
con dificultades muy comunes. Pero le dice; no
debes ver el porvenir de negro; ni de blanco: lo mejor sería que te atuvieras
al gris.
En una carta escribe tú
encontrabas mis estudios pintados aquí menos que mediocres y presumo que éste
tampoco tendrá la dicha de gustarte. Le envía Jardín invernal, Abedules
desmochados, Alameda y el Martín pescador.
La gusta Millet por sobre
todo y Rembrandt, nombra muchos pintores holandeses.
DRENTHE
(sept. a dic. 1883. Se
queda tres meses), Christiane prefiere volver a su oficio y no morirse de
hambre con alguien que gasta todo en pintura y en pinceles.
Nueva Ámsterdam
Le escribe a Theo sobra
cada croquis que dibuja.
Asegura que con la pluma es
posible dar detalles que no se podrían insertar en un estudio pintado. Se repone
lentamente: tuvo una blenorragia: ¿sufre de sífilis?
Ayer dibujé raíces
putrefactas, hundidas hace más de un siglo y troncos de turba; las raíces están
hundidas en el barro negro de un charco. Ofrecían un espectáculo melancólico y
dramático.
He encontrado, creo, mi
lugar.
La tierra negra, llana,
inmensa, ilimitada; el cielo desnudo, de ese blanco lila delicado.
Habla sobre los motivos de
los cuadros de Corot. Un silencio, un misterio, una paz como sólo él los ha
pintado. Los cielos de atardecer tienen tonos muy luminosos sobre la tela y
que, considerados en sí mismo, son relativamente oscuros, grisáceos. (…) En
principio se tiene que un color oscuro puede parecer claro o verse claro. Todo
es una cuestión de tono, lo mismo un gris rojo, relativamente poco rojo, parecerá
más o menos rojo según los colores junto
a los cuales se encuentra. Y lo mismo con el azul y con el amarillo. Una pizca
de amarillo a un color para hacerlo parecer muy amarillo si se lo coloca cerca
de un tono violeta o lila. Manet lo hizo
en muchas acuarelas recurriendo a una liviana veladura de ocre rojo sobre un
color rojizo y eso da el efecto del sol sobre los techos rojos. Muchas veces la
gente habla de color y a menudo quiere hablar de tono. Quizá hay más tonos coloristas. No es lo mismo.
Estoy de acuerdo; se
necesita hablar con gente capaz de dar un consejo sin sentirse profesor o decir
palabras huecas, demoledoras que son generalidades. Es cierto que la naturaleza
es un maestro y se aprende mucho.
(…) Hay que comenzar a
pintar en una escala de tonos menores y dar valores relativamente claros con
tonos grises. En suma: expresar la luz por oposición a los tonos oscuros.
Un cielo gris debe ser
pintado con el tono local. Lo dijo Ruydael, Corot y otros. La figura produce un
efecto muy diferente sobre ese fondo.
No ha visto nada del
impresionismo, no le resulta claro el concepto, se siente poco curioso de cosas
más nuevas.
Vincent no ha visto la
pintura impresionista y cuando la conozca cambia totalmente la paleta de sus
colores.
(…) el bistré y el betún sirvieron para pintar cosas bellas; bien
empleados dan doloridos sabrosos, generosos y son distinguidos. Poseen
cualidades notables y características. Sin embargo esos tonos exigen que uno se
tome la molestia de saber usarlos, pues deben emplearse de otro modo que los
colores ordinarios; habrá que pasar con ellos por experiencias que no saldrán
bien el primer día que se comienza a utilizarlos. Hoy hace un año que comencé a
usarlos para interiores.
¿Sabes qué es un tono entero, un tono quebrado? Por ejemplo el
naranja quebrado por azul o al revés. Too hay otras gamas, la del naranja
yuxtapuesto al azul es lógico pero está el amarillo al lila como el rojo al
verde.
Esas palabras tienen un significado muy riguroso. Las leyes del
color son magníficas, justamente porque no son un producto al azar.
El negro, el azar quiso que
no lo use en estos estudios, porque necesitaba acentos más vigorosos que el
negro; el índigo mezclado con la tierra de Siena, el azul de Prusia con la tierra
de Siena quemada, producen tonos muchos más profundo que el negro puro. No hay negro en la naturaleza. Hay un
componente de azul, de rojo y de amarillo en el negro, éste se torna gris, rojo
oscuro, gris amarillo, gris azul.
En Velázquez las sombra y semitonos la mayoría de las veces
consisten en grises fríos, incoloros cuyos componentes principales son el negro
y un poco de blando, medios neutros, incoloros donde por ejemplo la menor
nubecita, la más pequeña neblina de rojo habla.
-Pinto un océano de trigo verde o, un océano de surcos en lugar de
olas. XXXXX
Neunen
Diciembre 1883- noviembre 1885, se enferma y regresa a casa
de sus padres a desgano.
Después de dos años, una
acogida encantadora pero en el fondo nada cambió; la ceguera y la incomprensión desesperante para comprender su situación.
Pa. Y COE reaccionan instintivamente con respecto a mí (no con
inteligencia). Vacilan en recibirme en la casa como a un perro hirsuto con sus
patas mojadas que ladra y hace ruido, como un sucio animal. Pero el animal
tiene una historia humana y un alma humana. Ese perro es el hijo de nuestro
padre, (…) que se volvió huraño. (…) Nunca pensó que son los lazos entre padre
e hijo.
Pa., COE y toda la familia son singularmente distinguidos, en
cambio nada sensibles y… son pastores.
A menudo me siento mejor entre campesinos o, tejedores, que en un
medio más cultivado. Y me felicito por ello. Comencé a pintar tres acuarelas.
Necesita un lugar; lo
encuentra y trabaja.
Su madre tuvo un accidente
al bajar de un tren; se fracturó una pierna. V Gogh pinta para ella la iglesia
y los árboles.
Habla sobre pintores. Manet
es el hombre que abre un nuevo porvenir en la concepción moderna del arte; a mi
juicio, el pintor moderno que abre un
horizonte es Millet.
(…) Este año 1883 fue muy duro y triste para
mí y el fin no fue menos triste y amargo, amargo.
1885
Theo le escribe que en las
acuarelas encontraba fragmentos que le satisfacían más que antes, por el color
y el tono.
Trabaja en una hilandera
en tonos oscuros, la figura de azul con una pañoleta de un color un poco amorronado.
Espera hacer la tela de un
viejo sentado, cerca de una ventana, frente a una rueca.
Un color pobre si se
encuentra al lado de un vigoroso rojo pardo o de un azul oscuro o de un verde
oliva bien podría expresar el verde bien fresco, bien tierno como una pradera o
un trigal no maduro.
Los trigales casi maduros
tienen un color rubio dorado, un poco oscuro bermejo o de un bronce dorado. Esto
produce un efecto que es llevado la máximo por oposición con el tono cobalto
quebrado del cielo.
Intenta que su hermano envíe al Salón una cabeza de vieja y una joven.
Pinta de día y de noche. Es
caro conseguir modelos para pintar su retrato. Necesita un tipo de figura
rostros duros, chatos, frentes bajas, labios espesos, no rasgos angulosos sino
plenos, tipo Millet, vestidas como conviene ya que toda está unido; no se posee
ninguna libertad de alejarse de los colores de los trajes, pues el efecto
reside en la analogía entre el tono índigo quebrado y el tono cobalto quebrado,
destacados por elementos secretos, el naranja y el bermejo bronceado del trigo.
_Pintar al mediodía, a la aurora o los crepúsculos en el verano. No es fácil
encontrar en esta época un efecto de sola que sea a la vez simple y rico y con
los efectos típicos de las otras estaciones. La primavera es tierna, el trigo verde, floración rosácea de los manzanos. El otoño es el contraste de
las hojas amarillas y los tonos violetas. El invierno, la nieve, las siluetas
negras.
Ahora bien, si el verano es
totalmente la oposición de los azules y del naranja o bronce dorado de los
trigales. Hacer un cuadro diferente que exprese bien la atmósfera de cada
estación con contrastes de los colores complementarios (rojo, verde, azul y
naranja, amarillo y violeta, blanco y negro). He hecho estudios grandes,
carretas de bueyes, una negra y una manchada de rojo. Me ocupé de las viejas
torres por la tarde, en los campos. Trabajo
temprano por la mañana o bien por la tarde. // La aureola del Medioevo es hoy
la vibración de los colores.
Tengo dos dificultades: la
falta materiales y el estudio del color.
Agosto de 1884
Bosqueja telas sobre
recolectores de leña seca en la nieve
y hará copias; dejará que sequen y las retocará para hacer verdaderos
cuadros. Un comprador se los pidió para adornar un comedor y el pintor escribe;
el tono de un gris cálido muy cálido a veces armoniza con la boisserie y el
estilo del comedor.
Su estado de ánimo es
triste, a menudo se encuentra paralizado, no puede comer ni dormir lo
suficiente y eso lo debilita.
La blusa azul y su pantalón marrón. Las polainas de
tela sucia, la cabeza se destaca con más claridad sobre el cielo en la tela.
Prefiere los pintores del 1848
desde lo humano y lo pictórico, Michelet es siempre su preferido.
Desea irse a Anvers. Le falta un año para partir. Quiere vivir
en la ciudad, cambiar de paisaje.
Sería una distracción frecuentar la Academia.
Drenthe
A mi parecer los matices, el claroscuro, la perspectiva, el tono y
el dibujo todo está regido por leyes precisa que uno puede y debe estudiar o
sea pasar del instinto a la razón.
Hablando de su carácter por
que habría de cambiar. Hace tiempo era pasivo, suave, tranquilo y he dejado de
serlo, pero ya no soy un niño, me convertí en lo que era verdaderamente. (…)
Para ser activo no hay que tener miedo de cometer algunos errores. Para
volverse mejor no basta con no hacer nada malo. La pasividad es una mentira. Se
desemboca en el estancamiento, en la mediocridad.
Trabaja en la figura de un pastor envuelta en una gran capa y en un
estudio de sauces mochos con fondo de hojas amarillas de álamos.
Hace un estudio de una alameda con hojas amarillas donde el sol
alterna con las sombras largas de los troncos
En un año, a condición cambiaré todavía mi manera de pintar y mi color
se volverás más bien oscuro que más claro.
Mi colorido de vuelve más vigoroso, más exacto y
mi técnica adquiere más carácter.
_Trabajo afuera en un viejo molino de agua. (…)
Realicé progresos en el dominio de la técnica y los colores.
Theo se preocupa de la
situación económica, que se torna un peso crónico; le comenta que sus
cuadros no son vendibles. Critica el uso
exagerado del negro y lo oscuro de sus tonalidades.
Sigue haciendo figuras,
retratos cuando puede pagarlos. Hay gente que posó gratis, incluso una familia
entera. Los modelos son caros.
No logra aclimatarse a la
casa paterna. Es un quiste absorto dentro de su ambiente. No tiene reproches
para hacerles pero se siente incómodo, fuera de su lugar. Theo desea que se
quede pues se aligera el alquiler y la comida, aunque le siga enviando para la
pintura,
Theo tiene una falsa
impresión de su hermano mayor y éste termina la larga carta diciéndole Tengo
suficiente confianza en mí mismo para
dejarme abatir.
Enero 1885
Trabaja en una serie de
cabezas de gente aldeana; agrega un croquis y dice sólo pintaré lo simple y las
cosas comunes.
Hace un año que convive con
sus padres por necesidad no por placer.
Siente que su hermano se retrotrae de seguir ayudándolo y lo aflige; si
te pido dinero es en canje del trabajo (…) estoy en camino de llegar e incluso adelantado
un día. (…)
Habla de los tejedores: no
los escucho quejarse pero tienen una vida difícil. Un tejedor trabaja él y la
mujer devana, por lo tanto son dos trabajando: gana 4,50 francos por semana y a veces el
fabricante le dice que no tiene trabajo para darle por una semana o dos. El
salario es bajo y el trabajo, escaso. Y agrega es otra atmósfera que la de los
mineros que conocí durante un año, de huelgas y desdichas. No escuche (hablando
de los tejedores) ningún discurse sedicioso pero tiene un aspecto tan infeliz
como los caballos de los vigilantes o como los corderos que transportan a
Inglaterra por barco a vapor.
Agrega que es preciso mirar
muy atentamente la naturaleza; los grandes
pintores tienen su base en la
realidad, una base sólida de poesía que se encuentra en lo más profundo.
Sigo en mi búsqueda del
azul. Aquí los campesinos están casi siempre vestidos del azul más lindo que
haya visto; es una tela ruda que ellos tejen y cuya urdimbre ‘es negra y la
trama azul, lo que da un tejido a rayas negro y azul, un poco ajado y
descolorido por la lluvia y el viento lo que termina siendo un azul calmo,
delicado que resalta con el color de la piel; suficiente azul para en oposición
tener elementos naranjas y lo bastante descolorido para no lastimar la vista.
Casi un colorido monocromo, cuyos tonos sólo difieren en intensidad y en valor.
Es bueno estudiar cada color en relación a su antítesis, antes de poder estar
seguro de alcanzar la armonía.
Los trigales maduros
exaltan los matices de azul oscuro y claro, lo hacen cantar debido a la
oposición en los tonos dorados o el marrón carmesí.
Declara que sólo uno de
cada 10 ó 20 estudios vale la pena. Quizá valdrá la pena en el futuro.
Abril 1885
LOS CAMPESINOS COMIENDO
PAPAS
Sigo ocupado con esos
campesinos alrededor de un plato de papas. Es una tela grande, el cuadro tiene
vida. Los efectos de luz interior me exigen trabajar rápido. La claridad de su
lámpara donde comen sus papas sacándolas del mismo plato con las manos, las
cuales trabajaron la tierra donde éstas crecieron. Se han merecido comer lo que
comen.
Tiene un aspecto rudo y
grosero; fueron elegidos con cuidado a ciertas reglas; es una verdadera pintura
de campesinos. El que prefiera ver inexpresivo al labriego, que siga su camino.
El mejor resultado fue pintarlos en su rudeza. Para mí una hija de campesino es
más linda con su pollera y camisas azules, polvorientas y remendadas a las
cuales el viento y el sol ha desteñido. Si se vistiera como una dama ella
desparecería. Un campesino con su traje de rutina está mejor que el domingo en la iglesia.
Este cuadro tiene un lustre
convencional. Si huele a tocino, humo, vapor que sube de las papas, tanto
mejor!¡ No es malsano. Si un establo huele a estiércol, es bueno, debe
oler a eso. Si un campo exhala el olor
del trigo maduro, de las papas, del abono, es sano.
Un cuadro de campesino no
debe oler a perfume.
Es un cuadro oscuro, con fondo
negro el blanco no fue empleado ni una sola vez, sino el color neutro que se
forma, mezclado el granate, el azul y el
amarillo y da un tono un gris rancio,
que parece blanco. En el estudio más grande para modificar los ocres no
transparentes los quiebra con un azul transparente.
Jo y Theo tienen colgado en el comedor el cuadro de Gente comiendo papas. Una
mañana Vincent le preguntó a los gritos
si veía en ellos lástima o dignidad, a lo cual respondió dignidad, para complacerlo.
Con gran genialidad iluminó
el hambre: lo había pintado cinco años
atrás. Había estado en la mina de carbón
doce años antes, en su época de
pastor, encandilado y a su regreso de esos Lares, el llamado heroico se
anunció: dedicarse a la pintura, no importara
la miseria, el sometimiento pecuniario y
las múltiples dificultades para
sobrevivir.
Como dicen de Millet “sus
campesino parecen pintados con la tierra que siembran”. Si le pidieran a Millet que pintara un paisaje de nieve sin emplear el blanco, lo harían y la
nieve parecería blanco en sus cuadros.
Me gusta el blanco: cuantos
cuadros holandeses hay con nieve, o niebla y cielo magníficos.
Quiero que la gente se
limite a encontrarlo lindo o bueno. Si es bello me deja indiferente.
Necesito hacer algunas
modificaciones para darle forma de un cuadro definitivo. Es un cuadro que viví
y sentí.
Lo que me dices acerca de
los cuerpos es exacto; las cabezas son importantes. Trabajo en los nuevos
dibujos primero en el pecho así se vuelve la figura más vigorosa y amplia para
terminar en las cabezas.
No existe una academia
donde se aprenda a dibujar y pintar un sembrador, una mujer que cuelga su
marmita en el hogar o una costurera. Todos estos personajes existen en la
realidad. Las figuras académicas son irreprochables, sin una falta, sin
hacernos descubrir nada nuevo. No sucede lo mismo con las figuras de Millet y
de otros; una figura de La
Academia es inútil, incluso Ingres, si exceptuamos su Fuente,
aunque le falta ese carácter esencialmente moderno, íntimo, que consiste en
estar haciendo algo. Un cavador realmente está cavando, el labriego es
realmente un labriego, la campesina de igual modo y esto es nuevo. Nadie
intentó hacer un obrero, ni Velázquez lo intentó en sus personajes populares.
El cuerpo humano en acción, arrancando zanahorias
en la nieve ¿lo has visto alguna vez? Pintar el personaje en acción, es la
esencia de arte moderno. Dibujaré cien e
incluso más, si no alcanza, hasta que
llegue a expresar sólidamente que la
forma no tiene comienzo ni fin, que constituye un modo vivo y armonioso. Ingres
quería marcar el contorno de un alambre. Algunos afirman que los dogmas son
esencialmente absurdos. La desdicha es que también esto sea un dogma.
Aparentemente nada más
simple que pintar paisanos, traperos y obreros, pero nada, ningún teme en el arte de pintar es tan difícil como
esos personajes ordinarios. Pintarlos en acción no lo hicieron ni los griegos,
ni el Renacimiento ni la vieja escuela holandesa. En eso pienso a menudo.
Dile a Serret que estaría
desesperado si mis retratos fueran buenos; no los quiero académicamente
correctos. Me parecen magníficas las figuras de M Ángel, aunque las piernas
sean decididamente demasiado largas y las caderas y los muslos demasiado
anchos. A mis ojos Millet y M A son verdaderos pintores, por la razón que no
pintar las cosas como son, secamente analizadas, sino tal como las sienten. Recuerda
el Pensador de este artista; está en la pose del pensador con los pies ágiles y
pequeños pero en su mano algo de la velocidad del rayo o de la garra del león.
Es un pensador, es cierto – aunque un hombre de acción; su pensar consiste en
concentrarse a fin de salta para actuar de algún modo.
Rembrandt lo hizo diferente;
en su Cristo de los Peregrinos de Emaus es un alma en un cuerpo, lo que no pasa
en el torso de M Ángel pero el gesto que hace para persuadir tiene fuerza. Si
colocamos a Rubens, el meditativo de esa época, es chato y vacío.
El sabe pintar mujeres,
gracias a la combinación de colores pintar una reina, un hombre de Estado; los analiza bien y los hace según la
realidad; sabe colocar una cierta dosis de infinito en una expresión femenina
pero sin llegar al dramatismo.
Pese a todo Rubens me
produce una fuerte impresión. Sus dibujos son espléndidos, las manos y las
cabezas; estoy seducido por su modo de pintar un rostro a pinceladas con trazos
de un rojo puro o las manos, modeladas con dedos de igual tono.
En su descenso de la cruz
la mancha blanca se encuentra repetida en los rubios cabellos, la palidez de la
cara y el cuello femenino, mientras la parte oscura es rica en tonos de
diferentes masas oscuras rojas, verde botella, negro, frises, violetas,
unificados por el tono.
Rubens no logra los
ambientes de un Hals o del gran R; sus cabezas viven por sí mismas. Busco
cabezas rubias, por causa de este pintor. A menudo las criadas me parecen más
interesantes que las señoras bellas, y los obreros más curiosos que los amos,
Encuentro en esa gente común una fuerza, una vida que deben ser pinceladas muy firmes con una simple
técnica.
A mí me gusta pintar
espontáneo, buscando el efecto general y encontrarlo de un solo golpe de vista.
Mi gran deseo es aprender a
pintar inexactitudes, esas anomalías, esas reconstrucciones, esas
modificaciones de la realidad, para que todo pueda convertirse en mentiras más
verdaderas que la verdad literal.
Les marchands sostienen que las cabezas y las figuras se
venden mejor que los paisajes.
En Ámsterdam va al museo. Escribe:
vi un cuadro de Israel El pescador de
Z y uno de los últimos, una vieja enrollada sobre ella misma como un montó
de trapos, cerca de una cama donde yace el cuerpo de su marido. Me pareció
magistral; los verdaderos pintores se dejan llevar por esa conciencia que se
llama sentimientos; su alma, su cerebro no están al servicio de su pincel sino
su pincel al servicio de su espíritu.
Queda sorprendido con una cabeza en Rotterdam y La lección de anatomía de
Rembrandt.
Vi en alguna ocasión el
autorretrato que lo representa con su
amada Saskia sobre la rodilla y un vaso de vino en la mano. La frente y los
ojos sombreados por el gran sombrero, cuyos penachos fueron rojos, y es
probable que la blusa escotada fuera de un rojo amarillo con un fondo oscuro,
La expresión y la risa llena de misterio, reproducida al infinito, como sólo un
mago de los magos es capaz. Rembrandt y
Hals me obsesionan porque descubro en el pueblo esos tipos humanos que me hacen
pensar en su tiempo. He sentido en la médula de mis huesos la belleza infinita
a través de la literatura de un Balzac, un Daudet, un Zola. Quiero ser yo mismo
y despreocuparme de la crítica de mi obra.
He visto uno de los Descenso de la cruz de Van Dyck, en
donde me entusiasmó un soberbio
colorido amarillo y lila en una mujer que llora de pie, inclinada hacia
delante; el pecho y las piernas se dibujan claramente a través de su ropa: se
sienten; el arte es sublime, cuando es
simple. Rubens, en su excelente
técnica parece tan simple, que pinta sobre todo cuando dibuja con una mano tan
ágil y sin vacilación alguna. El retrato, los rostros femeninos, los personajes
son su fuerte; son profundos e íntimos. Y qué frescura se nota en sus cuadros,
gracias a esa simple técnica, el sentimiento pudo haber expresado con mayor
intensidad en un Rembrandt o un Delacroix, en la sinfonía de sus colores de una
fidelidad al color local -casi avara o
limitada - o un dibujo de Millet.
Un Ingres, un David no
siempre eran buenos pintores pero se
vuelven interesantes, si dejan de lado su pedantería y se olvidan de sí mismo
como en las dos cabezas que vi en el Museo Moderno.
Trabajar al aire libre me
hace desfallecer; pintar gasta a un hombre. Le costará trabajo pintarlos en invierno; son viejos especímenes
de la vieja raza brabanzona.
Los pintores originales son
un Delacroix, un Millet, un Corot, un Vermeer, un Hals, Cuando Delacroix pinta es como un león
devorando su comida.
En materia de paisajes, qué
sinfonía de colores. Por largo tiempo
acaparado por las leyes de los colores uno busca la luz, Delacroix definió con
claridad el contenido y sus relaciones recíprocas; esas leyes de los colores
son un rayo de luz y Newton hizo lo mismo con el tema de la gravedad y
Stevenson, con el tema del vapor.
A los negros y los blancos, Delacroix llamaba descansos y los usaban de
ese modo. Ambos tienen su sentido. Velázquez
tiene 27 negros, te lo aseguro.
El cobalto es un color
divino, nada más bello para crear espacio alrededor de los objetos. El carmín
es el color rojo ingenioso como el vino. Igualmente el verde esmeralda; no usar
esos colores no es una economía. Lo mismo para el cadmio. Las veladuras son las
más ínfima parcela de color; allí habla de por sí.
Mis estudios son como una
gimnasia para subir o bajar tonos; por Ej. pinté un musgo blanco y gris de un
tinte barroso que parecía más claro. Pero ahora en mi paleta se fugó la esterilidad del principio; los
colores no me dan trabajo; salen solos. La etapa de estudios oscuros duró poco.
Tengo la intención de
partir para Amberes, no puedo precisar la fecha. No puedo vivir en la ciudad y
pintar en el campo. Volveré de tiempo en tiempo aquí. En La Academia no me aceptarían
y yo no los aceptaría, pero necesito modelos
desnudos, siempre usando mi mirada para trabajarlos de forma personal.
Estoy feliz de haber conocido el museo de
Ámsterdam y de ver cuadros; restablecer
contacto con otros artistas y no vivir alejado del mundo de la pintura o de la
existencia de otros artistas.
Pinté nidos sobre un fondo
negro; en la vida no se ven los nidos, se ven los pájaros. También dibujé un
estudio del otoño en el estanque de nuestro jardín; bien merece un lienzo, lo
haré este año.
Conoces los tres robles del
jardín de casa. Es la cuarta vez que lo intento. Lo difícil estaba en las
copas, esas especies de pelucas de hojas habano y poder modelarlas con la
forma, el tono y el color.
Mientras esté parado sobre
mis piernas, libraré mi combate; miraré simplemente la naturaleza por mi
buhardilla y las dibujaré fielmente con amor.
ANVERS -fin de noviembre a fin de febrero 1886-
Prefiero pintar figuras
pero cuesta caro los modelos; hice estudios sobre un lugar de la ciudad con las
catedrales, pero prefiero los ojos humanos a las catedrales, por más imponentes
que sean; el alma humana y hasta los
ojos de un miserable mendigo o una mujer de la calle tienen más interés.
A menudo voy a bailes
populares para ver cabezas femeninas, soldados, marineros. Pago treinta
céntimos por la entrada y un
vaso de cerveza y miro con entusiasmo a la gente.
De joven tenía la fisonomía
de un intelectual extenuado, pero hoy en día parezco un obrero que marcha con
la chatarra: he endurecido mi cuero.
Noté algo singular. Mis
estudios pintados parecen más oscuros aquí que en el campo. La luz de la ciudad
será menos clara; temo que los cuadros que tú tienes sean también más oscuros que en el campo. No son
malos: los molinos, el paseo con las hojas de otoño, y algunos más pequeños.
Hice dos cabezas uno que
parece Hugo y un estudio de mujer; en el último usé tonos más claro en la
carne, y puse un fondo claro amarillo gris separado por la cabellera negra; la
ropa es de tonos lilas.
A veces se trata de saber
si se elige el alma o la vestimenta como punto de partida; si se usa la forma
como una percha de la que cuelgan cintas o se considera la forma como un medio
de expresión, una impresión o un sentimiento o si se la reproduce por el placer
de reproducirla, porque es bella en sí misma.
Pinté una muchacha en un
café cantante. Comencé un segundo estudio de perfil, del mismo modelo.
Trabajará dos horas en un
club con otros pintores y, por las tardes, además de asistir a un curso de
pintura en La Academia,
mientras se encuentra en Anvers; los modelos son buenos; dibuja modelos
clásicos, terminó dos grandes figuras de desnudos, que le permite comprobar
ciertos detalles. En La
Academia, el profesor de dibujo me da consejos juiciosos; que
me aplique al dibujo durante un año y a modelos clásicos y a desnudos, pues es el camino más corto y que
luego retome mis telas pintadas en el campo o mis retratos. Es cierto, por lo
cual buscaré modelos clásicos. Los griegos toman por los medios, por los
núcleos, no por el contorno; las figuras tienen espalda aunque estén de frente
y hay un espacio alrededor, fuera de los
colores.
Millet también pinta de ese
modo; es esencial en el arte pintar
figuras, Encuentro un intercambio de ideas, veo mi propia obra de modo
diferente, mejoro mis puntos débiles y los corrijo y de esta manera progreso.
Un profesor me preguntó si nunca había dibujado modelos clásicos y si había
aprendido a dibujar solo; luego agregó: ha trabajado mucho y no tardará en progresar.
Mejorará pronto: necesitará un año. Ud. se toma en serio el dibujo. A los demás
no les dejo hacer un fondo, pues ocultan el dibujo de las formas; yo lo uso
como una camisa de fuerza. El profesor le confesó a otro alumno que mi trabajo
tenía muchas cualidades: había observado una cabeza mía y una mano, tal vez un
modelo de Miguel Ángel. Había dibujado durante dos o tres horas y me invitó con
insistencia a quedarme.
Conocí ingleses que venían
de París y me dijeron que eran más libre, te dejan elegir el tema que uno desea
dibujar: ¿puedes aconsejarme?
Tengo un tiempo antes de ir
a París
Indicios de su salud: Carta sin fecha, carta 449 H
Y de repente comienza a
sentirse mal, cansado en extremo. Está instalado en N y desde entonces se
“permitió seis o siete veces el lujo de una comida caliente.” Vive sin poder
comprar pan. El trabajo le ocasiona demasiados gastos y creyó poder
soportarlos. El médico quiere que trabaje menos hasta reponerse, pues sufre de
un debilitamiento general. Fumó mucho para engañar al estómago.
Fue un período lleno de
dificultades. Pagar los modelos era una carga pesada e ir a los talleres y
trabajar en los clubs importa gastos. Deberá dedicarse al dibujo durante un
año: figuras de hombre o de mujer en detalle y en conjunto para poder luego
dibujarlos de memoria. Ya dibuja con facilidad; es hábil aunque se necesita originalidad; dibujar
masas en lugar de contornos y modelar con vigor. Es importante saber dibujar
una figura de memoria, pero no creas que el trabajo en el exterior fue tiempo
perdido.
La salud sigue
incomodándolo, llegó de repente; los dientes se
rompieron y tenía un aspecto lamentable.
El arreglo de los dientes
lo aliviará pues le duele la boca y debe tragar la comida velozmente.
Trabajar al calor de una
estufa no me molesta, pero el frío no me conviene, como tú sabes. Hay viento y
lluvia y estoy contento de no estar solo (Gauguin llegó) Si estuviera solo, no
funcionaría.
Todo lo desilusiona en la Academia pero lo necesita para modelar mejor el contorno.
Se irrita y lo irritan. No puede aprender nada nuevo; nunca escuchó decir que
“el modelado y el color se adquiere espontáneamente”. Los dibujos de los otros
no tienen alma.
Piensa en el taller de
París y desea demostrar allí que sabe pintar un desnudo al natural, que conoce
la arquitectura del cuerpo.
París 2 años. 29 febrero 86 al 21 febrero 88
Escribe poco: vive con Theo.
Años fundamentales para su obra, porque entra en contacto con la luz del
impresionismo, que en Holanda se
desconocía.
Le escribe sobre un trabajo
de un tallo de lirios blancos, blancos rosa, verde sobre un fondo negro similar
a las lacas del Japón -que tanto le gustan- y un pequeño tallo anaranjado sobre
fondo azul, más un ramo de dalias violetas sobre fondo amarillo y gladiolos
rojos en un florero azul, sobre un fondo amarillo claro.
Verano de 1887
Me siento triste porque la
pintura no produce lo que cuesta. Se le han ido las ganas de casarse y tener
hijos; estoy bastante melancólico por tener 35 años, cuando debería sentirme de
otro modo. A veces me siento viejo y vencido. Para tener éxito se necesita ambición
y no la tengo. Espero mostrarte con orgullo lo que pinto ahora, sin compromiso
alguno. Luego me retiraré al Sur.
Ha pintado hasta el momento
200 cuadros con repetición de motivos y su autorretrato no menos de 23 veces.
COMIENZA EL DECLIVE
LENTAMENTE
Arles 21 febrero 1888 al 3 mayo 1889 (14 meses)
Era imposible trabajar en
París, a menos de tener un lugar propio para descansar y recuperar el
equilibrio.
Pinta terrenos rubíes plantados de viñas con
fondo de montañas de un lila más fino; paisajes con sesenta cm de nieve
con cimas blancas, similares a los
paisajes de los japoneses.
Mi sangre vuelve a circular
nuevamente; no sucedió en los últimos tiempos en París; no soportaba más. Entre
mis trabajos tengo dos estudios de una rama de almendro en flor.
Vi una abadía en ruinas
sobre una colina con acebos y olivos grises.
Un nuevo huerto damasco de
un rosa muy pálido- el huerto de los ciruelos en flor fue pintado con cierta pasión. Necesito
una noche estrellada con cipreses, tal vez
encima de un trigal maduro. Un diminuto pueblo rodeado por un campo florecido
de amarillo y violeta sería el sueño japonés.
El retrato de la mujer piel
mate, cejas negras con blusa rayada
color sangre y violeta, pollera azul- Francia y gruesa puntilla naranja
amarillento.
El pequeño peral tiene un
tronco violeta y flores blancas, una gran mariposa amarilla sobre una de las
copas. En un rincón, un pequeño jardín con cañas ocres y arbustos verdes y un
macizo de flores.
Exagero la cosecha en pleno sol del mediodía. Por lo mismo los
naranjas fulgurantes como hierro al rojo, por lo mismo los tonos de viejo oro
luminoso en las tinieblas.
Todos los colores que el
impresionismo puso de moda son variables; se debe emplearlos audazmente; el tiempo los suavizará en demasía. Trabajo en un
paisaje con trigales, en el retrato de
la mujer piel mate, cejas negras con
blusa rayado color sangre y violeta, pollera azul Francia y gruesa puntilla
naranja amarillento.
10 marzo de 1888
El emperador Guillermo ha muerto; escribe: precipitará los hechos en
Francia y el efecto sobre el comercio de mis cuadros.
Trabajo en un puente levadizo y en un puente rústico con lavanderas.
Cuanto más finamente molido
es un color, más saturado de aceite está.
El pintor del futuro es un
colorista como jamás existió. Uso el color más arbitrario para expresar mi
fuerza.
El arte japonés, en
decadencia en su patria, regresa y se arraiga en los pintores franceses del
Impresionismo: Delacroix pasó la antorcha a los impresionistas. Presiento que
durará. Los coloristas utilizan colores más fuertes que Manet. El pintor del
futuro es un colorista como jamás existió. Uso el color más arbitrario para
expresar mi fuerza.
Vincent deseaba alcanzar un arte grandioso y
su lucha gigantesca para expresarlo debió minarlo. Ningún temperamento podía
resistir esa tensión sentimental y nerviosa, siempre a punto de quebrarse, admitió
un amigo.
Pienso en Renoir y sus
dibujos claros, en el magnífico jardín de rosas: qué verde y qué azul, típicos
de Niza.
Hice dos naturalezas
muertas, una cafetera de hierro esmaltado azul, una taza azul Francia, una lechera
enlosada azul pálido y blanco, otra taza blanca con dibujos azules y naranjas,
sobre un plato de tierra amarillo gris, un jarro de mayólica azul con dibujos
carmesíes y dos naranjas y 3 limones verde. 6 azules diferentes y 4 o 5
amarillos y naranjas.
La segunda es un jarrón de
mayólica con flores silvestres.
Debes ver y sentir el sol
del Sur. La naturaleza y el buen clima son las ventajas de aquí.
-El cartero en uniforme azul con adornos en oro y figura barbuda, muy a lo socrático; es un
republicano de alma que no acepta dinero a cambio de posar. Este hombre será
rubio; exagero el color con tonos anaranjados, a los cromos, amarillo pálido.
Detrás de su cabeza el infinito; cabeza rubia iluminada sobre ese fondo azul
rico da un efecto misterioso
-El Café nocturno, abierto toda la
noche. Trato de expresar con el rojo y el verde las terribles pasiones humanas;
cuatro lámparas amarillo limón con
brillos naranjas y verdes con un billar verde
en el medio.
Es una sala vacía, triste.
El rojo sangre y el verde amarillo del billar
contrastan con el verde suave del
mostrador, donde puso un ramo rosado. Las ropas blancas del amo, vigilando en
un rincón, utiliza el amarillo limón,
verde pálido y luminoso. El verde suave opuesto a los rojo sangre borravino y
los duros verdes azules crea un ambiente dantesco, mientras con el azufre
pálido expresé la potencia de las tinieblas de este bar, bajo una apariencia de
alegría y simplicidad. El café es un lugar donde uno puede arruinarse, volverse
loco o cometer un crimen.
El Sembrador, tema
obsesivo, se asemeja en la postura al cuadro de Millet, que tanto lo impactó siempre, con un color sugestivo, con
emoción, temperamento y ardor.
-El zuavo en un banco.
-Cardos blancos
polvorientos
-Tres retratos de los
girasoles- grandes flores sobre una
pared blanca, peculiar en él. Ramos de doce y catorce girasoles en un pequeño
tocador elegante.
Pinto desde el alba hasta
la puesta de sol; las flores se marchitan velozmente y necesito pintar el conjunto
de un trazo. Un lienzo tiene catorce flores.
-una arlesiana, una mujer
muy rústica, gran aspecto virginal.
-un viejo campesino
-un par de zapatos viejos
-una naturaleza muerta
-un viejo molino con tonos
quebrados,
Gauguin le demostró que
podía comenzar a componer de memoria;
los estudios hechos que le recordarían los paisajes vistos. Gauguin prefiere
sus girasoles que los de Monet.
Si a los cuarenta años
logro un cuadro de figuras como los girasoles, me convertiré en un artista.
La relación con Gauguin era
buena, aunque a veces la discusión contiene una excesiva electricidad y salimos
con la cabeza fatigada como una descarga eléctrica. En los trópicos adquirió
una sensibilidad excesiva.
Mis dedos de pintor se desentumecen,
pese a que mis huesos se derrumban.
Tengo un cerebro desequilibrado a causa de esta
maldita pintura. En el tiempo que vivimos, un verdadero renacimiento en el
arte, la Academia
enclenque, pero aun en pie, impotente, tratándonos como locos y convirtiéndonos
en dementes socialmente. Un artista se arruina la existencia,
trabajando sin cesar con una pasión que lo torna estéril para una vida familiar:
si se pinta o se compone con todo su ser, eclipsa su personalidad. Yo mismo,
cuanto más distraído estoy, más enfermo, más quebrado, más creador. Puedo estar sin Dios pero no
puedo estar sin la potencia de crear. Expresar la esperanza con una estrella, y
el ardor de un ser, por el brillo de una puesta de sol. A menudo la noche es
más viva y rica en colores que el día.
-Pintará su cama, su
dormitorio y naturalezas muertas.
Terminó un cesto de mimbres
con limones y naranjas, una rama de cipreses y un par de guante blancos. De
todo lo pintado lo que más le gusta en este último tiempo es su dormitorio.
Comienza el retrato de Madame
Roulin.
Tiene una tela de Canción
de cuna de la cual posee dos versiones.
29 de enero
El trabajo y la salud mejoran
más o menos. Ya pasó un mes. Me rompí la
cabeza y ahora debo recuperarme.
Las alucinaciones
intolerables cesaron y hoy se reducen a pesadillas, pues tomo bromuro de
potasio.
Teme que Theo deje de
enviarle dinero; está casado y tuvo un
hijo-
A menos que mi trabajo sea
otra alucinación: tenemos una luz en frente de nuestro camino. Cuando recibas las telas en conjunto quizá
recibas una impresión consoladora (Theo está indeciso sobre los valores de la
pintura de su hermano).
Vincent piensa que todo
artista es un poco loco. Todos -un día-
pueden caer en una psicosis; podríamos ser considerados con un poco más de buena
voluntad.
30 enero
Me dicen que estoy mejor; en
mi interior tengo demasiadas emociones y diferentes anhelos. Aún tengo señales
de sobreexcitación; te pido que digas
que no tengo o no tendré nada. La gente es buena conmigo; varias personas me
pidieron sus retratos; pintaré toda la familia de Roulin
Tiene muchas ilusiones sobre la exposición de los impresionistas.
Quiere enviar seis de sus cuadros. Sólo me interesa
causarte algún día una impresión profunda con unos treinta estudios más serios.
(Busca con desesperación la aprobación
de su hermano, que está más bien escéptico y tal vez desea no seguir enviándole
los ciento cincuenta francos mensuales, ahora que está casado y su mujer embarazada.
Hay tantos momentos en que
me siento totalmente normal y pareciera que sólo tengo una enfermedad
particula; habrá que esperar con tranquilidad hasta que haya
terminado aunque se repitiera el desequilibrio (cosa que no sucederá).
Ese vaivén entre la duda y
la esperanza de su curación se repite a lo largo de este último año. Es un leit
motiv y quiere que se sienta su angustia, su ansiedad pese a seguir pintando.
Escribe poco y cuando puede.
Si tarde o temprano debo
mudarme – al hospital- acepto y me
someto.
Van Gogh sale con una
corona de velas encendida fijada en el sombrero para pintar un paisaje
nocturno.
Otra temporada internado febrero
89
el Dr Rey le escribe a Theo que Vincent
está mucho mejor y que no debe inquietarse por el momento. Come y duerme en
el hospital pero puede ir al taller durante el día.
En Arles no soportan verlo
en libertad y creerlo loco; le gritan por la calle y exigen su internación. El
comisario dio la orden y volvieron a internarlo. Escribe: encerrado bajo
llaves, cerrojos y guardias en la celda, sin probar si soy culpable. Será difícil ponerme en libertad. Si no
contuviera mi ira me tomarían por un loco peligroso. Tengamos paciencia y
esperemos; por otro lado podría agravarse mi estado. Estoy tranquilo pero
podría caer en un estado de sobreexcitación con nuevas emociones. Estoy muy
trastornado, aunque aparento
tranquilidad. La humildad convienes después de ataques repetidos; tengo
paciencia.
Que nada moleste tu paz y
los negocios, Después del casamiento podremos ocuparnos de poner en
claro el asunto; mientras tanto me quedo aquí. El Sr. Alcalde y el comisario harán lo
posible para arreglar el asunto; salvo
la libertad, no estoy demasiado mal y no estamos en condiciones de tener
gastos: No puedo mudarme porque hace tres meses que no trabajo,
No me dejan fumar, sin
embargo otros pacientes pueden hacerlo;
como no tengo nada que hacer, pienso en todos mis conocidos a lo largo del día
y de la noche. Hubiera deseado morir antes de causarte y soportar tantas
dificultades, pero sufrir en silencio es la única lección que debemos aprender.
Necesito mi taller, pintar;
no podré vivir en un hotel, necesito un lugar fijo. Si, supongamos que me convierto en un real
alienado, -cosa no imposible-, tendrían que devolverme al aire, a mi
trabajo, y me resignaría. Le explica: El naranja, el verde y el violeta son colores
compuestos. De estos colores derivan –si se les agrega negro y un poco de
blanco la variedad infinita del gris. Rojo gris, amarillo gris, violeta
gris. Es imposible mencionar el número y la gama de verdes grises diferentes.
Me gustaría enviarte
trabajos pero todo está bajo llaves, cerrojos, policías y guardias. Se arreglará, no me saques de aquí hasta que
yo vuelva a escribir. Mi casa fue
clausurada por la policía. Si dentro de un mes no tienes noticias directas
mías, entonces actúa, pero espera hasta tu viaje a Holanda. (Theo vive en París) .
Teme una posible recaída;
sin embargo tiene la esperanza de pintar buenas telas. Espera los resultados y
le angustia regresar donde estuvo, a un hospicio de nuevo. Estar afuera, en
libertad, podría no ser siempre dueño de mí mismo, si
soy provocado o insultado. Enviaron una
petición al alcalde, explicando que me herí a mí mismo y no a otras personas.
Tu venida precipitaría la situación;
si tengo paciencia es para obviar otra nueva caída. No te inquietes, hermano: no
soy loco; en etapas tranquilas pintaré como antes; el trabajo me falta. Hay que
aceptar su destino (…) Si estas emociones repetidas e inesperadas se repitieran,
de un mal pasajero pasaría a ser una enfermedad crónica mental.
Seamos firmes y no nos
dejemos pisotear demasiado.
24 de marzo 89
Vi a S, me hizo bien; fue bueno y derecho;
habló de la dificultad de abrir a la fuerza la puerta cerrada por la policía;
le regalé un cuadro. Pude salir y compré libros; hace meses que no leo. Hay
varias telas para enviarte. Me gusta trabajar. El Sr. Rey dice que me sostuve
con café y alcohol. Lo admito y para alcanzar la alta nota amarrilla este
verano tuve que empinar un poco el codo. ¿Debo por ello estar encarcelado? Esta situación está por encima de la
enfermedad y salud. Naturalmente uno no se pone en ese estado en casos
similares y fue la causa primera y última de mi extravío.
Sentí muchas angustias en
mi enfermedad mental. Mi oficio no me dejó expresarme como yo desearía. Me detengo,
porque tengo miedo de recaer. Te pido
algunos pomos que necesito de colores. Dentro de poco trabajaré en los huertos.
Pensemos antes de ir a otro lugar. En el Sur no tengo más suerte que en el
Norte; es más de lo mismo: sólo sirvo para un sitio intermedio, secundario y
sin importancia.
Principio de abril
Me tratan muy bien aquí, Estoy bien ahora, salvo cierta
tristeza indescriptible. Dentro de poco ya no estaré enfermo como para
permanecer internado. Pero, si tuviera que permanecer, lo aceptaría.
El sol es glorioso, el
tiempo bueno y la gente aquí olvida pronto todas sus penas y brillan con
ilusiones. Me siento incapaz de quedarme
solo; podría ir al hospicio de St. Remy,
21 abril 89
Tengo miedo de no poder trabajar y que debas cargarme sobre tus
espaldas, con las responsabilidades del taller. Deseo permanecer como
pensionista, internado durante tres meses, comenzando desde mayo. No puedo volver a vivir solo, sin otro
recurso para distraerme que ir a un café o a un restaurante con la crítica de los
vecinos.
Embalé los cuadros que te enviaré y pensé con tristeza que tú me habías sostenido
durante todos estos años con tanta generosidad.
Si el alcohol y la pipa
es la causa de mis males, si vino tan lentamente se irá de igual manera.
En estos días mi cerebro está agitado, aunque salgo todos los días y creo
poder continuar. La compañía de los otros internados me distrae; la
comida es muy buena- Me gustaría tener acceso a medio litro de vino, en vez de
un cuarto.
Hay que adaptarse a las enfermedades de nuestro tiempo y,
habiendo vivido en buen estado, tarde o temprano nos tenía que tocar. No
hubiera elegido la locura, pero quizá tenga el consuelo de continuar con la pintura.
Te escribiré menos; no todos los días son claros para escribir
con lógica. Puedo actuar menos que antes. Estoy ensimismado y por ahora no
podría ordena mi vida. Creí poder pensar
normalmente. Las crisis parecen haber sido graves y ya tengo 36 años cumplidos. Sería una tortura salir del
hospicio; me siento paralizado para actuar. Quizá más adelante pueda repetirse. Si vieras los olivos en está época…
29 - 30 abril; 2 de mayo 1989
Quise alistarme en La Legión Extranjero
por cinco años sin reflexionar ni consultar antes a un médico. Hacer el
servicio tal vez sería mejor, siempre que tenga la posibilidad de pintar o
dibujar. Me asusta el rechazo; me volví tímido e indeciso:, vivo maquinalmente.
Salud bien, trabajo poco. He sido reconcentrado
siempre y no puedo armonizar mi vida. En el hospicio, si me atengo a las
reglas, me siento tranquilo.
Tengo demasiadas fuerzas físicas pero aún mi cabeza no está como
debería estar.
No quieren dejarme pintar fuera del hospicio. Pierdo coraje, pierdo la confianza en mí mismo. Dibujé un
paisaje muy negro y melancólico.
El color progresa con los impresionistas y no lamento haber
conocido su teoría técnicamente, pero no
lamento regresar a la paleta holandesa
Físicamente estoy bien; mentalmente, no sucede lo mismo El
alcohol y el trabajo son antiafrodisíacos y no siempre dañinos.
16 de
mayo
SAINT REMY 1889
Fue bueno venir aquí.
Entre dementes pierdo el miedo;
poco a poco puedo considerar la locura como una enfermedad normal. El cambio de
ambiente me hace bien. El médico de este
lugar dice que tuve un ataque de naturaleza epiléptica. No le hice preguntas.
Empecé las flores de iris violetas.
Recuperé el entusiasmo de trabajar y espero poder recuperar las facultades de
pintar. El reconcentrarme de esta manera, me torna torpe para desenvolverme en
todos los otros aspectos, aunque el miedo
a la locura se aleja al convivir con
los demás; espero no llegar a este estado. Tantos terminaron de este modo; pienso en
ello sin temor.
Algunos dan alaridos, desvarían; si alguien entra en una crisis, todos lo cuidan para que no te hagas daño. Muchos se
enojan a menudo. Dos veces por semana tomo un baño de dos horas. Mi estómago
funciona bien.
Mi vida transcurre sobre todo en el jardín, no es para nada
triste; ayer dibujé una mariposa nocturna muy grande, demasiado rara, negra,
gris, blanco con matices carmines que giran hacia el verde olivo, muy grande.
Junio
Pinté desde la ventana de mi cuarto. Aquí adquiero una conducta
más ordenada. Estoy menos impresionable. Con las precauciones que tomo será
difícil otra recaída, espero que los ataques no se reproduzcan más.
Como hay treinta cuartos vacíos, uso uno para trabajar. La
comida es mediocre, huele a moho, como en una pensión: no hay nada para
distraerse, ni libros ni juego de bolos o juego de damas.
25 de junio
Te agradezco el libro de Shakespeare; me ayudará a recordar el
poco inglés; leí la serie de los reyes; me emociona ver que a través de los
siglos las voces de los personajes nos
parecen conocidas. Es tan vívido. Rembrandt, por ejemplo, tiene esa mirada
tierna sobre los seres que pintó en sus cuadros La novia judía, los
peregrinos de Emaus, o alguna figura extraña de ángel; esa ternura
afligida, ese sobrehumano que parece tan natural lo encuentra también en este dramaturgo.
¡Te envío una decena de dibujos! telas en las cuales estoy
trabajando.
Mañana voy a Arles para embalar las telas que te enviaré dentro
de poco. No gasto menos ni produzco más, aunque no siento remordimiento. Si
vieras los olivos en esta época. Vivo sobrio; por lo tanto pintaré más gris.
Tuve una nueva crisis. Gracias por escribir; a mí me es difícil
tan caótica tengo mi mente. Los ataques regresaron; debo reponerme pues no me
dejan ir a mi cuarto taller; estar sin hacer nada es insoportable. Pintar me es necesario. Durante días estuve
absolutamente perdido como en Arles, tal vez peor y pensar que estas crisis
volverán es espantoso. Estaba en el campo pintando un día de viento. No estoy
en condiciones de ir a París
Agosto 1989
Habla de pintores con
una sagacidad envidiable sobre todo de
los más admirados: Miguel Ángel, Giotto, Rembrandt,
Ahora tiene miedo de los
otros enfermos, duda si quedarse o partir. Pintar
fortifica la voluntad y no deja lugar para las debilidades mentales. Hermano;
somos compañeros de destino.
(Jo, su cuñada ya tuvo el hijo)
Habla del segador que
está pintando como la imagen de la muerte, con el trigo que siega.
Terminé el segador, es
una imagen de la muerte “casi sonriendo” .Todo amarillo salvo unas líneas
violetas de las colinas de un amarilla claro. Es gracioso haberlo pintado desde
una celda. Ojala sea la familia para ti como la naturaleza para
mí.
Trabajo en el retrato
del celador; tiene una mirada inteligente y una expresión de bondad; es un tipo
del Sur. Sueño con los semitonos.
Pinta como desaforado
pues una crisis más violenta podría destruir mi capacidad de pintar.
En las crisis me siento un cobarde ante la angustia y el
sufrimiento; me cuido más, como bien, trabajo mucho, cuido mis relaciones con
los otros enfermos por miedo a una recaída, trato de cuidarme ”como un suicida
que, al encontrar el agua demasiado fría, intenta llegar a la orilla”.
Trabajar y vivir con los
enfermos me trastorna. El tratamiento es no ayuda tampoco; nos dejan vegetar en
el ocio y la comida es insulsa y en mal estado.
Pintó la mujer del celador.
Te envié mi retrato; estoy más calmo; la mirada menos perdida, me parece; “mi
pincel se desliza entre mis dedos como un arco sobre el violín y con placer”.
Hizo siete copias
de diez trabajos de Millet)
Copiar enseña y a veces consuela.
En ese último otoño sigue
obsesionado con El segador. Le gusta
El dormitorio y le describe a su hermano: debes mostrarlos
juntos, a causa de la oposición de los
complementarios. Le indicaba hasta el color del marco y ya los veía expuestos,
aunque nunca pudo lograrlo.
Tiene dos paisajes del
hospicio, pocos conocidos, donde el lugar hasta parece agradable; la realidad
en las fotos nos muestra el jardín
grande pero la casa de un gris tétrico.
La primera crisis del
pintor fue cuando su hermano se
comprometió; la segunda, con el
nacimiento del niño; hubo otras pero la
última fue cuando perdió el sentido de su vida, luego de luchar durante una
década para poder vender sus cuadros y
abastecerse a sí mismo, lo cual jamás logró.
La melancolía me invade muy a menudo con una fuerza pero cuando
se normaliza mi cabeza razona fríamente. Pintar cuesta tanto y no deja nada, ni
siquiera el precio del costo. Me siento muy triste y a mi edad es difícil
pensar en otra cosa.
Trabaja afuera, pese al
frío, con el viento mistral que se calma un poco a la puesta de sol. El viento
es un factor desencadenante para los nervios de un enfermo mental.
En los grandes estudios no hago empastes, preparo la tela con
especies de aguadas y aguarrás y luego procedo por pinceladas o rayas
coloreadas y espaciadas. Da aire y se gasta menos color.
Otra crisis lo dejó
postrado tres semanas e intentó suicidarse. El Doctor le anticipó que antes de
Navidad tendría otra, lo cual sucedió.
Sin embargo, apenas sale
de ellas, sólo le interesa seguir pintando, tal vez por temor a que Theo deje
de enviarle el dinero necesario para seguir creando-
12 de febrero 1990 ÚLTIMO
MESES
Otra crisis más larga. Ni
siquiera le cuenta a su hermano. La pasa por alto, salvo algún comentario
velado.
Trato de pintar situaciones auténticas.. Intento ser veraz, tal
vez como remedio para combatir las crisis, que siguen perturbándome.
Abril
No tengo suficiente claridad para poder comprender las cartas.
Tal vez necesite un tiempo.
29 abril
Desde hace dos meses no pude pintar.
Hasta ahora no pude escribirte, pero estos días me siento mejor
y te deseo un feliz año. Te mando diversos cuadros (entre ellos el retrato de
La arlesiana) con todo mi agradecimiento por lo generoso que fuiste conmigo; “sin
ti sería un desdichado”.
Llegaron cartas de su
familia que no tiene el coraje de leer: está melancólico.
Exhorta a su hermana que
se ocupe de la casa, no del arte, porque
a su edad sería difícil encontrar
un camino artístico. Años después de la muerte de sus dos hermanos, será
internada en un asilo de neurópatas, donde murió muy anciana. Formó parte del
movimiento feminista en Holanda.
Se enfermó hacía dos
meses, en la época que pintaba las flores del almendro.
Esto no anda nada bien,
estoy triste y fastidiado de lo que
podría expresar y ya no sé dónde estoy. Salir de aquí, pero: ¿a dónde ir?
Siempre esa duda entre
quedarse o irse, esa eterna ansiedad de escapar hacia otro lugar, pensando
encontrar la panacea.
Tienes ganas de ver a Theo, a Jo y al niño y a quienes
se acordaron de él en los momentos críticos.
Estando mal igual pinté
unas telas del Norte -de memoria- Pronto lo verás.
Persuadido de que en el
Norte se curará pronto, oscila entre el optimismo y la melancolía, al ver que
su situación empeora.
Temo una recaída dentro de algunos años pero no enseguida. (Tres meses más tarde
se tiró un tiro)
Mayo 1890
Mi deseo de partir en dos o tres días es categórico; luego
dejaría este pueblo y me alojaría en el
hotel. Aquí tuve paciencia más de un año. Necesito aire, me siento abrumado de
fastidio y de pena. Mi paciencia tiene un límite. Hay que cambiar, aunque sea para algo peor.
Mayo 1890
Me siento agobiado por esta larga crisis y el cambio me
refrescará las ideas. Lo mejor será ver a ese médico lo más pronto posible y
así me evito una estadía larga en París, la cual temo. Al doctor Gachet le
gusta la pintura; existe una posibilidad de una sólida amistad.
Dibujó el magnífico
cuadro de Lázaro y de sus dos hermanas;
le describe cada uno de los proyectos emprendidos, como una obligación para
mostrarle que continúa pintando, siempre con ese temor de perder su
mensualidad.
Se siente mejor, luego
de la tremenda crisis, y trabaja con ardor, tranquilo. Empezó la tela de rosas sobre fondo
verde claro y dos ramos de lirios violetas,
14 de mayo
Me siento tranquilo y no creo poder desequilibrarme nuevamente
Espero que las telas enviadas te ayuden para pagarme los gastos
del viaje.
En París tengo ganas de pintar un cuadro de una librería
amarilla-efecto del gas- que tengo in mente.
Estoy sereno, y las pinceladas van y vienen con lógica.
Pasa por París. En vez de una
semana se queda tres días y parte abruptamente.
Aubert es
soberbio, todo muy colorido con lindas casas de campo de gente burguesa.
Vio al Dr. Gachet: me dio la impresión de ser bastante
excéntrico, pero su experiencia como doctor debe mantenerlo en equilibrio
combatiendo el mal nervioso, del cual -por cierto- parece atacado al menos tan
gravemente como yo. Su primera
impresión es desfavorable.
El Dr. Gaché se encuentra frente a un pintor excelente y le ruega que haga su retrato y uno de
su hija, de 19 años, tocando piano.
Trabaja en su retrato; en la cabeza le puso una gorra blanca, lo pintó
con un traje azul y el fondo de un azul cobalto; tiene un libro amarillo y una
planta digital con flores púrpuras.
Quedo encantado con el retrato y quiere una copia para sí. Mis dos retratos de
arlesianas le gustan tal cual son. Tiene muchos cuadros; algunos son
impresionistas.
Le piden por un albergue 3,50 francos
por día; de los 150, le quedan 10 francos para vivir. Tiene proyectos de dibujar figuras.
En sesenta días pinta alrededor de setenta
lienzos.
Pintará en casa del Doctor el
martes por la mañana y luego de la
comida, verá su pintura. Es muy razonable y está desilusionado con su oficio de
médico, como yo con mi pintura.
Junio 4, 1990
El Dr.
Gachet parece estar tan enfermo y
aturdido como tú o yo; hace poco
enviudó.
Van Gogh trabaja en dos estudios: un ramo de cardos,
espigas y hojas diferentes.
Junio 24
Pintó el retrato de una joven de diez
y seis años, vestida de azul, con fondo azul cobalto.
Pintó el retrato de Mlle Gaché con un
vestido rosado, fondo verde y naranja, y con su piano.
Hizo tres croquis: una campesina con
gran sombrero amarillo con moño celeste, bolero azul, con puntillas y fondo de
espigas.
Está bien: trabaja mucho en cuatro estudios y dos dibujos.
El Doctor
Gachet está más enfermo o igual que yo.”Cuando un ciego conduce a otro ciego
¿no se caerán en un pozo?
Mi última
crisis fue debida al ambiente con los otros enfermos; la prisión me aplastaba.
ME SIENTO UN FRACASADO. Ése es mi destino y ya no cambiará.
Pinté tres
grandes telas de trigales bajo cielos cubiertos y expresé la tristeza y la
soledad; es sano y fortificante estar en
el campo, más de lo que pueden expresan las palabras.
Cuatro días después, se tirará un
tiro; dos días antes del suicidio pinta el campo de trigo con cuervos, pintura
alucinante. Un crítico escribió. “no
puedo pensar que Van Gogh pintara un
cuadro más”.
Julio 23
Vincent ya compró el arma; soñaba con una comunidad
de pintores. El fracaso de la relación con Gauguin lo persigue. Se siente
desilusionado, sin un sentido. Han
pasado diez años.
En la carta describe en detalle sus
cuadros.
29 de
julio
Carta que llevaba en un bolsillo el
día fatal.
Gracias
por tu generosa carta y los cincuenta francos.
Pasará
mucho tiempo para poder hablar de negocios con la mente serena; lo compruebo
con cierto espanto y no lo oculto. No puedo hablar más que de los cuadros. (…) eres más que un simple Marchant y por mi
intermedio tienes tu parte en la producción de ciertas telas que hasta en mi
caos conservan la calma. Es lo más importante que puedo escribirte en un
momento de relativa crisis; la situación es difícil entre los Marchant de cuadros
y los artistas.
Yo
arriesgué mi vida por la pintura y he sucumbido, pero tú no figuras entre los
que pueden decidir, actuando con humanidad.
Fue la última línea escrita por
Vincent Van Gogh. El 24 de julio se pega un tiro.
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Breve síntesis de la biografía de la cuñada
24 de Julio de 1890
Van Gogh se tira un
balazo en el vientre. “ Fue el domingo por la tarde, pero Vincent no quiso
avisar y no le dio la dirección de Theo para que no asistiera a su agonía. El
lunes a la mañana el médico mandó un mensaje a la galería Goupil, donde
trabajaba Theo. Junto con su cuñado y amigo, André, tomaron el primer tren pensando que era una nueva
crisis.
El suicida hablaba con frases inconexas: “No fue Theo ni
Elizabeth, fui yo… o; “no es mucho un hombre sólo trayendo de la deriva algún
color.”
Memorizaba pasajes enteros de
una tragedia de Shakespeare, que
le fascinaba.
Como fue un suicidio, el párroco se negó a prestar la carroza
fúnebre de la parroquia; tuvieron que negociar en un pueblo cercano.
Lo velaron sobre la mesa de billar, que pintó en uno de sus
cuadros y alrededor pusieron sus cuadros, como si fuera su primera muestra
lograda.
Theo siempre dudó de que el pintor estuviera
preparado para armar una exposición. Sin embargo, a un mes de su muerte, justamente en una exposición, Manet lo halaga
más que a los demás, pero ya no estaba para sentirse orgulloso de su obra y más
calmo con respecto a su malogrado futuro incierto.
Diario de
la cuñada; su punto de vista sobre toda la situación.
Una sombra pesada en cada peldaño de
la escalera fue el anuncio: Theo entró con el fantasma de la muere pisándole
los zapatos.
Su mujer lo miró; en tres días había
envejecido diez años.
Él casi no reparó en su mujer y apenas si saludó al niño. Con
una parsimonia extrema, colocó bajo la cama una serie de rollos con lienzos de
pintura aún reciente: los últimos trabajos de su hermano muerto. Después, en el
cofre de roble donde estaban las cartas, dejó la última que su hermano tenía
entre sus ropas, cuando se pegó el balazo y se acostó a dormir.
Dijo que se veía a Van Gogh tranquilo en el féretro, sobre la mesa de billar, en la pensión donde habían exhibido a su alrededor algunas de sus últimas obras. Por fin logró tener su primera muestra individual.
Theo se fue a dormir. Desde hace seis
horas duerme la primera gran siesta sin su hermano en el mundo”
Siempre me
he sentido una intrusa, un poco intermediaria, entre los hermanos.
En los últimos cuatro años, ha elegido mirar hacia otro lado, cuando su
marido le enviaba los sobres con los 150 francos mensuales; ella puso paños
fríos también, cuando Theo, furioso, pretendía abandonarlo a su suerte
(…)
A su hijito de meses le pusieron
Vincent, como su tío.
“Mi hijo
duerme en su cuna de roble; pienso que no pudo quebrar el conjuro que rodea su
nombre”.
Al tercer o cuarto mes de embarazo, aceptó continuar la tradición familiar y
llamar Vincent al hijo por venir. No sabía que ese nombre venía signado por una
desgracia. Finalmente se enteró que Vincent no fue el primogénito. Hubo un
hermano - también llamado con ese nombre-
que murió en el momento de nacer o a las pocas horas.
Justo un año después, en la misma
fecha y como una trágica sentencia, nació
Vincent, el pintor.
Lo que sí pudo saber es que el bebé recién nacido fue enterrado en
el pequeño cementerio, a pocos metros de
la casa del Van Gogh.
El
segundo Vincent, el del suicidio,
fue un niño que creció llevando flores a un tumba donde leía sus propio nombre y la fecha de su
cumpleaños.
Theo, que permanece dos días enteros en la cama; le escribe a su
madre: “la muerte de Vincent es un dolor
que me abrumará largo tiempo y seguramente no desparecerá durante toda mi vida;
él tiene por fin la tranquilidad que tanto deseaba. La vida le pesaba mucho.
Theo,
a una semana de duelo, parece
hasta cómodo, hundido en el fondo del abismo.
“Avanzo,
como puedo, por sobre la congoja de mi marido
La muerte
instala en la casa un aire ceremonioso y definitivo.
“No se puede contemplar
un solo cuadro de Van Gogh; hay que verlos todos para comprender” escribió un
crítico en una Revista- Otros cuatro
artículos aludieron al artista, cuando
vieron cantidad de cuadros que ella
distribuyó como pudo en su casa.
Muy tarde, no puede dormir hasta
altas horas de la madrugada.
Escribe: “Theo está muy ausente; hoy no habló en todo el día. Su duelo lo ha
vuelto taciturno y temo que su salud vuelva a complicarse otra vez.”
Esa misma noche apuntará en su diario: “La
bala en el pecho fue el domingo a la tarde, pero el pintor se negó a darle la dirección para que no
enviara un cable: no quería para Theo el paisaje de su agonía.”
Cuando llegaron con su cuñado, André, debió ocuparse
de Theo, doblegado por la tristeza. “Theo
se encargaba de su hermano, y yo, de Theo.
No sé cuál de los dos tenía más trabajo.
El pintor se mantenía lúcido, pese a
la fiebre y, sin queja alguna, yacía recostado en la cama, fumando su pipa. La fiebre alta lo hacía delirar: “no fue Theo, no fue Elizabeth, fui yo” (parecía aludir a una escena
de su infancia). “No es mucho un hombre
solo trayendo de la deriva algún color.”
recitó largos parlamentos de Ricardo III, obra de su admirado
Shakespeare.
El pintor, con una bala en el pecho,
fumaba tranquilo con la certeza de su final. Veía aproximarse la puerta
estrecha sin angustias y murmuró en un momento: “Quisiera poder irme así”
Poco después murió en los brazos
fraternos”.
Como
era un suicida, el cura de se negó a
prestar la carroza fúnebre de la parroquia y
tuvieron que negociar en otro pueblo cercano.
Jo recuerda el momento de conocerlo. Su
hermano lo fue a buscar a la estación, y bajaron juntos, sonrientes, de un
coche de alquiler.
Ella nunca lo había visto. El
parecido con su autorretrato, junto al caballete, era sorprendente. Recuerda un gesto. Cuando
se paró frente al coche y saludó a uno de los caballos; una caricia lenta desde
el entrecejo a lo largo del cuello, como si buscara agradecerlo el viaje. Nunca
había visto algo parecido. A dos meses del suicidio, se movía a su propio ritmo
y no parecía tener la intención de matarse.
“Pintó el campo de trigo más intenso de la
tierra, con unos cuervos picoteando el cielo -como un anuncio y después se
baleó en el pecho”.
A Jo le cuesta imaginar a su cuñado muerto. Hace sólo dos
meses le sirvió el almuerzo a Lautrec y a Van Gogh; fue el mejor momento de los cuatro días que
pasó por París. Se reían juntos, cuando
Toulouse hacía piruetas y exageraba sus dificultades para subir los cuatro
pisos, contándole los detalles de la exposición que se hizo en Bruselas. El crítico, frente a los dos cuadros de
girasoles suspiró despectivamente. Lautrec
se descontroló y ebrio lo retó a duelo.
Fue un escándalo; retiraron al crítico de la sala y los ánimos se calmaron poco
a poco.“Lautrec reproducía en el comedor los golpes que había dado con sus
tacones, en busca de padrinos, en medio de la muestra y hacía gestos extraños
para imitar la cara de espanto del crítico. Van Gogh se reía como un niño.
Van Gogh se detuvo frente al cuadro
del comedor y a los gritos le preguntó
una mañana =a dos meses del final= si veía en ellos lástima o dignidad.
Ella respondió dignidad, por supuesto, sin pensarlo mucho, para complacerlo,
aunque era cierto.
Van Gogh lo había pintado cinco años
atrás. Con qué genialidad iluminó el hambre de esta gente.
Aquello sucedió en el segundo día. Se iba a quedar una semana en París, pero una
especie de inquietud y urgencia pareció atravesarlo y lo arrastró de esta casa
tres días antes de lo pautado y agrega; “el estilo de los Van Gogh. ”
II
“Theo no duerme; abre la puerta del
infierno cada noche.”
Es un tiempo oscuro y difícil; Jo lo ve pasar días enteros en la cama, a
través de rachas de manía insoportables.
Desea su biografía contra reloj,
imprimirá el catálogo de una gran
exhibición retrospectiva, que pretende organizar. Anda obnubilado todo el día
con el
La abuela pregunta por la salud de Theo.
Debe intuir lo que sucede en la casa. Piensa
con cierto entusiasmo en la mudanza en el mismo edificio pero en Planta Baja y en el futuro patio para su hijo. Tal vez
sería más lógico regresar a Utrecht o a Ámsterdam.” Le dan ganas de armar las
valijas e irse.
Tras la muerte de Van Gogh las telas
parecen haberse multiplicado. Están en
todas partes: bajo la cama, encima de los armarios, detrás del sofá, por encima
de la cómoda, enrolladas en los rincones de la biblioteca de ébano. Quinientos cuadros para su desesperación por mantener el orden. “Escribo rodeada del
vértigo de los colores. Los vergeles en flor, en el dormitorio principal; en el
comedor, encimar de la chimenea, frente a mis ojos Aldeanos comiendo papas; en
la pequeña sala el gran paisaje de Arles y la noche estrellada dominando el
Ródano. Cada uno relampaguea;. Parecen cuadros de personas distintas.”
Un crítico, defensor de Lautrec, Van Gogh y Gauguin escribió que los tres se creían en 1890 estar
pintando como si fuera el S XX.
Johanna escribe: “No es fácil; están
un poco solos en el mundo.
Theo sigue demorado en su duelo y comete
imprudencias. Ayer le dio a nuestro hijo unos botones para jugar, como si no
supiera que el niño se pone todo lo que encuentra en la boca.”
El no puede tomar distancia de la
obra, como nunca pudo poner al servicio de la pintura, su oficio de Marchant
exitoso. Camina inquieto, entre los
cuadros; los distribuye en el piso de la sala. Se aturde con la extrema
variedad de la obra y se pregunta cómo mostrar la serenidad de una estampa
japonesa junto a los campos de trigo del
período final.
La demorada vigilia del duelo se extiende
demasiado. Su mujer piensa consultar al Dr. Gachet. Volvió por unos días a su oficina en la galería pero están a punto de perder la paciencia.
Piensa obsesivamente en una gran exposición. También insiste en la biografía y
se enfrasca en las dos cajas con las cartas que durante quince años le envió su
hermano. Las relee, una y otra vez, las ordena de modo cronológico, como en un
ritual de infinito desprendimiento.
Bibliografía: Vincent Van Gogh, CARTAS A THEO
Sánchez, Camilo.LA
VIUDA DE LOS VAN GOGH, editorial Echasa, Barcelona, año 2012, 1ª edición.