Las tres primeras cruzadas
Pedro el Ermitaño fue
un exaltado por las masas oprimidas de siervos extenuados, de vasallos en
pésimas condiciones por los eternos conflictos entre los nobles, y las guerras
que destruían sus magros cultivos. Los lideraba el espíritu de aventura
evangélico.
1095
Cosechas pésimas,
hambruna y peste en diferentes lugares. Las cruzadas fue un elevar la mirada de
la tierra hacia el lejano Oriente, por donde despierta el sol. Conocer el Santo
Sepulcro era una meta en la vida y al coser la cruz roja en la túnica pasaban a
ser iniciados de una nueva vida llena de
aventuras.
1096
Pedro el Ermitaño reunió casi diez mil cruzados entre hombres, mujeres
y niños. Todos deseaban liberar Jerusalén. Por la ruta vivieron de la caridad pública
y muchos murieron por el camino. Quienes
llegaron a Constantinopla fueron
llevados por barcos bizantinos a Asia menor y fueron aniquilados por los
turcos.
La nobleza también
reclutaba ejércitos de cruzados pero de 60. 000 sólo 10.000 poseían armas,
sobre todo los normandos, siempre ávidos de peleas y el deseo de encontrarse
con los bizantinos para crear un nuevo reino en Oriente.
Entre los caballeros franceses,
Godofredo, duque de La
Baja Lorena ,
encabezaba un ejército. Raimundo ese
mismo año inauguró la ruta por Asia hasta alcanzar Siria. Una cruzada arrolló el poder de los turcos y
restableció la autoridad del emperador
romano de Oriente; en otoño cruzó y sitió Antioquia, al norte de Siria,
cercados por el sultán, aunque lo vencieron y se hicieron con un enorme botín
de guerra. Esta fue la más brillante acción de los cruzados. 1099
Llegaron a Jerusalén,
asediaron la ciudad, construyeron torres móviles y máquinas especiales para
hacer boquetes en el extremo de la muralla, mientras Raimundo forzaba la puerta
de Sión: faltaba la torre de David. Los cruzados finalmente vencieron y se llevaron el oro, la plata, los caballos, las mulas y saquearon las casas. Después
fueron a llorar de felicidad frente al sepulcro de Jesús.
Al octavo día
deliberaron en el modo de gobernarla. Ofrecieron a Godofredo el trono, pero el duque se negó a llevar la corona donde
Cristo se ciñó la de espinas. Fue nombrado gobernador y defensor del Santo S
Segunda
Cruzada
En los combates pelearon con coraje para terminar siendo señores en Tierra Santa;
en la guerra eran violentos y tolerantes en la paz.
En la
Edad Media los racistas no existían.
Peleaban contra el musulmán pero lo consideraban un igual. Tenían mujeres
sirias, armenias o sarracenas bautizadas. Lo mismo sucedía en los tres siglos de lucha y convivencia
hispana-musulmana, en la Península Ibérica.
El reino de
Jerusalén por la división en Islam,
necesitaba defensores nuevos.
Veinte años más tarde
de su liberación, algunos caballeros franceses hicieron votos de pobreza,
castidad y obediencia, jurando defender la Ciudad Santa. Se llamó la Orden de los Templarios y su
divisa fue: “a vuestro nombre sea concedida la gloria”. Se expandieron
velozmente gracias a las donaciones de la nobleza hasta alcanzar veinte mil
caballeros valientes, llenos de amor al prójimo. Adquirieron bienes en Occidente y Palestina y sus rentas
entraban por millones. Con el tiempo fueron los banqueros más importantes de su
época.
Bernardo de Claraval
Medio siglo después de
la primera cruzada, tuvieron problemas los cristianos en Siria, que se
apoderaron de las tierras.
En Francia reinaba
Luis VII dinastía de los Capetos, sucesores de los Carolingios, quien hizo voto de ir a la cruzada; era muy
piadoso y se alistaron -gracias a sus
palabras y entusiasmo- nuevos ejércitos dispuestos a partir.
En Alemania convenció
a los nobles de la Casa
de Hohenstaufen a partir con él. Conrado fue en la segunda cruzada lo que Pedro
fue en la primera.
Llegaron a Constantinopla.
El emperador de Bizancio los empujó a Asia Central a un encuentro con los
turcos; los alemanes fueron derrotados y los turcos los persiguieron. Se salvó
Conrado y un pequeño grupo de cien hombres, al Sur de Constantinopla; llegaron agotados
a Jerusalén. Fracasando en el intento de apoderarse de Damasco y regresaron
ambos a sus países.
Bernardo, luego
santificado, fue culpado y ultrajado. Se defendió aludiendo que la causa fue la
poca fe de los peregrinos. Hasta su
muerte -en 1153- predicó el triunfo de la cruz sobre la media luna turca.
Una generación pasaría
antes de organizar la tercera.
INGLATERRA en el S XII
Enrique II Conflicto CON THOMAS BECKETT
El arzobispo de Canterbury se lo recomendó al
rey; fue nombrado canciller. Beckett era un hombre de treinta y ocho años, pura
sangre Normanda, hijo de un mercader de la ciudad; fue educado como
gentilhombre; cuando su familia se arruinó, se hizo clérigo del Arzobispo de
Normandía.
El soberano y su servidor se hicieron inseparables. El rey apreciaba a su joven ministro, buen caballero, capaz de divertirse sabiamente y trabajador eficaz. Gracias a él, el orden se estableció. El éxito hizo del canciller un hombre poderoso. Cuando el Arzobispo murió, Enrique II lo nombró a Beckett. No era un monje y parecía más un soldado que un pastor, pero cuando aceptó y fue nombrado se convirtió en un asceta. Dio todo su tiempo a las obras de caridad y a la oración. A su muerte, encontraron que usaba un cilicio sobre su cuerpo, porque “un dolor evita las tentaciones”.
El soberano y su servidor se hicieron inseparables. El rey apreciaba a su joven ministro, buen caballero, capaz de divertirse sabiamente y trabajador eficaz. Gracias a él, el orden se estableció. El éxito hizo del canciller un hombre poderoso. Cuando el Arzobispo murió, Enrique II lo nombró a Beckett. No era un monje y parecía más un soldado que un pastor, pero cuando aceptó y fue nombrado se convirtió en un asceta. Dio todo su tiempo a las obras de caridad y a la oración. A su muerte, encontraron que usaba un cilicio sobre su cuerpo, porque “un dolor evita las tentaciones”.
El Arzobispado hizo del servidor del Rey
un rebelde y luego un santo; fue un perfecto ministro y más tarde un perfecto
hombre de La
Iglesia.
Enrique II le pidió que un clérigo reconocido culpable
por la corte Eclesiástica, fuera degradado. Siendo laico, podría haberse
liberado del brazo secular. Beckett rechazó el pedido real, aduciendo que un
acusado no podía ser culpado dos veces por un solo crimen. El rey furioso
convocó a un concilio y -bajo amenaza de muerte- Beckett firmó las Constituciones
que le otorgaban la victoria al rey.
Enrique II
Pero éste no se sentía comprometido por un
juramento obligado. Condenado por una Corte de barones, con la cruz en la mano,
vencido -aunque no domesticado- se fue y desde su refugio comenzó a excomulgar
a sus enemigos.
Por más poderoso que fuera el Rey, no lo era tanto para exponerse impunemente a ser excomulgado ni a tener problemas con el Pontífice, privando a su pueblo de los sacramentos. Enrique II se reencontró con Beckett, se reconcilió aparentemente y le pidió que en adelante respetara las costumbres de su reino.
Por más poderoso que fuera el Rey, no lo era tanto para exponerse impunemente a ser excomulgado ni a tener problemas con el Pontífice, privando a su pueblo de los sacramentos. Enrique II se reencontró con Beckett, se reconcilió aparentemente y le pidió que en adelante respetara las costumbres de su reino.
Apenas Beckett desembarcó en Inglaterra, le
llegaron cartas del Papa, destituyendo a los obispos que durante la
querella lo habían traicionado.
El Rey se enteró de la noticia festejandola Navidad en Francia.
Su furia fue enorme. Reconocía que sus hombres eran cobardes pues permitieron que fuera burlado por el
clero, para el rey de menor condición que la realeza.
Cuatro caballeros partieron; atravesaronLa Mancha en el primer
barco, llegaron a Canterbury, amenazaron al Arzobispo con las siguientes
palabras: “absuelve a los obispos”. Beckett, hombre ahora de Iglesia, se
negó con desprecio. Poco después, su cerebro se encontraba diseminado por las
espadas, ensuciando los escalones que llevaban al altar.
Cuando el Rey supo del crimen, estuvo desesperado y se encerró durante cinco semanas. Era lo suficientemente inteligente para saber que esta muerte era una inmensa victoria para Roma. El pueblo tomó partido por el mártir. Durante tres siglos el peregrinaje a Canterbury fue permanente en la vida de los ingleses. Todos los enemigos del rey se sublevaron llenos de coraje. Enrique II prometió renunciar a las Constituciones, devolver las confiscaciones, enviar dinero a los templarios para la defensa de la tumba de Cristo, construir monasterios y combatir a los irlandeses.
El Rey se enteró de la noticia festejando
Cuatro caballeros partieron; atravesaron
Cuando el Rey supo del crimen, estuvo desesperado y se encerró durante cinco semanas. Era lo suficientemente inteligente para saber que esta muerte era una inmensa victoria para Roma. El pueblo tomó partido por el mártir. Durante tres siglos el peregrinaje a Canterbury fue permanente en la vida de los ingleses. Todos los enemigos del rey se sublevaron llenos de coraje. Enrique II prometió renunciar a las Constituciones, devolver las confiscaciones, enviar dinero a los templarios para la defensa de la tumba de Cristo, construir monasterios y combatir a los irlandeses.
Pero su mujer y sus hijos se sublevaron contra
él. Había hecho coronar rey de Inglaterra a su hijo mayor, sin otorgarle nunca
el poder, y murió ese hijo con el título aunque sin reinar; también hizo
coronar a su hijo Ricardo III, Corazón de León, duque de Aquitania y de Poitou,
dos regiones florecientes y muy ricas francesas que le pertenecían, de
herencia por vía materna. Recomenzaron las disputas familiares, odiosas en la
casa d´Anjou. Los Plantagenet tenían su genio. Enrique II mostró su energía. De
Normandía viajó de inmediato a Inglaterra para aplacar la revuelta. Al
desembarcar, pasó por Canterbury, descendió del caballo, se desnudó y recibió
las disciplinas de los setenta monjes. Luego de este gesto, triunfó en todos
lados. La nobleza cedió; sus hijos le rindieron homenaje a desgano, la Corte Eclesiástica
lo aceptó, igual que a los monjes
acusados de traición, que fueron más tarde juzgados.
Para llegar a este compromiso mal hecho, los dos hombres más destacables de su tiempo habían estropeado dos vidas y una
Para llegar a este compromiso mal hecho, los dos hombres más destacables de su tiempo habían estropeado dos vidas y una
S ½ XII El Sacro Imperio Germano y
el Pontífice
En 1125 finaliza la dinastía de los francos. Conrado
III tiene doce años y es coronado rey de
Germania. Con él ocupó el trono los
Staufen, tercera dinastía imperial desde Carlomagno.
El emperador Enrique
IV le cedió su hija por el ducado de
Franconia. Tuvo que luchar contra el poder de los nobles. El fracaso de la
segunda cruzada lo dejó quebrantado y tres años más tarde Conrado III murió.
Dejó a su sobrino Federico -hijo de su hermano, Federico Barbarroja- como sucesor; fue rey a los
treinta años; hombre sano, fuerte, equilibrado, con talento y energía, capaz de
poner fin a las guerras civiles entre los vasallos, ávidos de poder. Fue el
ideal caballeresco de su tiempo; hasta los sesenta años participó de torneos.
Se rodeó de personas capaces y el clero le era fiel. Siguió el ejemplo de
Carlomagno en su política extranjera, con gran interés por los problemas de
Italia. Deseaba convertir la
Lombardía en una ciudad pródiga, y restablecer su autoridad. Al
igual que en la época Carolingia, al Santo padre lo amenazaban los enemigos en
su propia ciudad.
Al mando del ejército
de caballeros elegidos en Alemania y Borgoña, país de su mujer, Federico fue a Roma para defender al Pontífice. Al
pasar por la región Lombardía y Milán
inspiró temor en las ciudades con su ejército. En ese viaje elaboró el célebre código de
disciplina militar.
En Roma subía Adriano
IV- único papa inglés- y a Federico no le gustó la elección. El partido
republicano intentó tener como aliado al emperador. Para ellos, el rey de
Alemania sostenía una misión noble; sacudir el yugo pontifical y resucitar el
glorioso pasado de Roma, con el fin de poder dominar al mundo. Si el emperador
lo lograba, lo proclamarían Augusto y además le otorgarían una suma importante de dinero,
si juraba respetar su libertad y privilegios,
El rey alemán no estaba protegiendo con su espada a los
romanos sino el orden y la ley de la ciudad, que pertenecía al rey de Alemania,
no gracias al Senado sino por derecho de la espada, por las hazañas de
Carlomagno y Otón el grande.
Federico no tenía
interés en comprar la corona imperial ni comprometerse a Roma. Se mostró como aliado del Pontífice, digno de socorrerlo
y defender la iglesia romana. Fue coronado en la Basílica de San Pedro -en
1155- y regresó a su país. Las ciudades del Norte estaban en conflictos con
Milán mientras las más septentrionales se mostraron fieles; Pavia, Cremona, Lombardía y otras. p Cuando Milán amenazó someter esa región, el emperador realizó una
expedición a Italia; pasó los Alpes con su
ejército poderoso. Quería dominar el
orgullo de los milaneses, poner fin a las guerras civiles; convocó a una dieta;
proclamó un edicto de paz obligatorio, en las tierras lombardas: la milicia debía
jurar respetarlo; si no lo hicieran, se los castigaría con multas y la
confinación de sus bienes.
Los derechos de aduana
y los derechos reales de las ciudades pertenecían al emperador. Pero no fue
fácil ejecutar las órdenes en un país de exaltados. Hubo descontento y
resistencia cerca de Cremona, que tuvo en vilo al ejército imperial. Federico
mandó arrasarla y luego tornó su mirada hacia Milán. Intentó vencer por el
hambre a esta ciudad orgullosa: los antiguos aliados de Milán se rebelaron
también contra la autoridad imperial. El pontífice Adriano IV se enemistó con
el emperador. Federico se hizo de enemigos. Ni el Papa ni el emperador se
necesitaban. Adriano IV intentó romper las relaciones con él y lo contrariaba
ex profeso, pero Adriano IV murió de
repente. La Santa Sede
siguió enemistado con él y el nuevo pontífice Alejandro IV lo excomulgó;
era un estigma, aunque el emperador no era religioso. Dolido, dio orden de saquear la ciudad y la
gente tuvo que dejar sus hogares. La ciudad quedó desbastada, salvo los templos y parte de la
muralla.
La región Lombarda se sometió por el momento a Alemania.
Federico II el Sabio. Primer rey moderno, Nieto de Barbarroja,
adelantado para su época.
A la muerte de su
padre, Enrique VI, el pupilo del pontífice quedó en Sicilia con su madre
Constanza de Braganza, donde terminó sus estudios. Vivió entre las luchas del
Papa Ignacio III y los adictos a su padre. Hablaba francés, italiano, latín,
griego y árabe. A los catorce se consideraba la mayoría de edad en Sicilia. En
deportes sobresalía en la caza, equitación, tiro al arco y esgrima. Tenía buen
carácter, alegre y vivaz, rostro de ojos
brillantes
El Papa se oponía a la
unión de Alemania y Sicilia. Enrique VI se había casado con Constanza, que
heredó Sicilia y a los pocos años se fue
a vivir allá con este hijo. Otón, que le había usurpado Germania, abdicó a favor de Federico. En pocas semanas
se adueñó de Alemania con la ayuda pontificia y de Felipe Augusto, en Francia.
Otón, hijo de una hermana de Juan sin Tierra, contaba con el socorro de
Inglaterra. Pero Otón murió. Durante varios años Federico se ocupó de Alemania;
fiel a Carlomagno, cumplió con su deber; luego se despidió de los germanos y
regresó a Sicilia para ser coronado Emperador.
Ordenó económicamente
su reino. Deseaba un Estado poderoso. Les proporcionó fuentes de recursos
directos e indirectos, mediante monopolios y concesiones. Se rodeó de sabios y
poetas. La corte fue una especie de Academia. Su pasión por la cetrería lo
llevó al estudio de la zoología con observaciones sobre el arte de la caza con
ayuda de aves. Tenía un Zoológico privado con elefantes, camellos, leopardos y
animales exóticos de sus viajes; floreció la escuela de medicina de Salerno,
influida de la ciencia griega y árabe.
Federico formó parte
de la Sexta
cruzada. Inocencio II deseaba un resultado mejor que en la Cuarta. Pero el
emperador aplazaba la ida, año tras año.
Se casó con la hija del rey de Jerusalén, que aportó la corona real de
Tierra Santa. Finalmente partió y fueron diezmados por la peste. El emperador
se enfermó y debieron detenerse. Impaciente, el nuevo Papa Gregorio IX, lo excomulgó. Estando Federico en Siria, el
papa promovió además disturbios en Alemania e Italia contra Federico. La liga
Lombarda desde Milán tuvo como aliada al pontífice. Cremona en cambio estaba aliada al emperador.
Desde Siria llegaron
las noticias de las victorias por el emperador, pero El Papa invadió Sicilia y socorrió a los lombardos, anunciando que el
emperador había muerto.
El sultán egipcio,
hijo de Saladino, le cedió a Federico Jerusalén, excepto dos mezquitas. Pudo liberarla y triunfo por mérito propio.
Llegó a Italia y con
su habitual diplomacia abrió el camino de las negociaciones para que le levantara la excomunión. Gregorio IX debía
aceptar. Firmaron la paz. El emperador recopiló las leyes de Sicilia en una
Constitución. Transformó el estado feudal medieval en una organización política
estatal, que tuvo un profundo influjo sobre otros países de Europa. Estas leyes
reconocían los derechos de los pobres y menesterosos antes la sociedad y los derechos
del Estado hacia ellos; protegía a las viudas y huérfanos; prohibía el rigor de
los ricos sobre los siervos, que ahora
tenían el derecho de defenderse ante un tribunal. Se puso fin a los caprichos
de los feudos. Abolió la servidumbre en sus tierras. Transformó los desiertos
en jardines y quienes lo deseaban podían instruirse. Actúo sin piedad con las
personas que engañaban a su prójimo.
Partió a Alemania. Enrique de veinte años se postró
ante su padre. No se veían desde que Federico dejó Alemania para ser coronado
emperador. Tenía diez y seis años de diferencia con el rey. La paz con Alemania
fue fácil, no así en Lombardía, donde las ligas lombardas nuevamente se
rebelaron. Federico obtuvo una
aplastante victoria; Alemania terminó con su poder germánico en esa
región donde el Papa salió vencedor.
Antes de levantarle la
excomunión, el Pontífice exigía que evacuara los Estados pontificios. El
emperador no lo aceptó e Inocencio IV huyó a Lyon. Proclamó que el emperador
había intentado asesinarlo y la excomunión pasó a su descendencia también. Federico
sufrió la calumnia. Hubo un intentó de matarlo junto a su hijo preferido, Enzo,
su mejor apoyo en los combates. El veneno fue dado por el médico, pero Federico
fue advertido a tiempo.
Enzo en cambio fue
hecho prisionero en Bolonia con gran parte de su ejército. Estuvo veintitrés años tras las
rejas hasta su muerte. Alemania estaba gobernada por Conrado, hijo de Federico
con Isabel, hija del rey de Jerusalén.
Sus tres mujeres murieron jóvenes. Ideó una nueva
campaña a Lombardía -a mitad de ese siglo- donde varias ciudades se sentían
aliadas del emperador. Sin embargo, una
enfermedad terminó con su vida, a los
cincuenta y dos años.
Conrado IV y el
problema de Sicilia
Inocencio IV, feliz
con la muerte del emperador, regresó a Italia. Conrado IV era el hijo mayor de
Federico y vivió siempre en Alemania. Su
medio hermano debía defender el reino de Nápoles y Sicilia; Manfredo tenía diez
y ocho años; los defendió con energía.
Conrado IV llegó a
Sicilia para tomar el gobierno. Inocencio IV se apuró a levantar las ciudades
lombardas en su contra e incluso les prometió tropas.
En Sicilia encontró un rival enemigo en el rey de Inglaterra,
Ricardo Corazón de León.
Muere Conrado IV a los
veintiséis años. Su hijo tenía dos años.
Manfredo se proclamó rey de Nápoles y Sicilia. No quería depender de su sobrino.
Urbano IV sucedió al
Pontífice, enemigo siempre de los Hohenstaufen. Encontró un rival en Carlos de Anjou, hermano del rey de
Francia. Fue coronado en la
Basílica de San Pedro.
Muere Manfredo en la
batalla de Benevento, traicionado por sus vasallos. La reina muere
prisionera y sus tres hijos fueron encadenados. A los treinta años les
quitaron las cadenas pero seguían prisioneros; diez años más tarde mueren dementes y
encarcelados.
Conrad y Carlos
d´Anjou
Muerto Manfredo, nadie
pudo enfrentarse con el invasor y Carlos d´Anjou, entró victorioso a Sicilia,
que se doblegó sin resistir. Fue gobernada por un grupo que sólo deseaba sacar
provecho y riqueza de esa isla. Carlos tenía la esperanza de apoderarse de toda
Italia. El Papa estaba en desacuerdo con su crueldad contra los sicilianos
y los napolitanos; a Carlos d´Anjou sólo le interesaba Italia, como base de sus
futuras conquista; su sueño demencial era apoderarse también de Constantinopla
para lograr la corona imperial de Oriente.
Sicilia y Nápoles contra los germanos versus Francia
contra Aragón
Conradino, francés, de
diez y ocho años se puso al frente para
destronar al usurpador. La mayoría lo aceptaba, pero en Nápoles fue derrotado.
Huyó, fue perseguido y decapitado. Inspiró a varios poetas y fue
tema de varias tragedias. Su muerte puso
fin a los Hohenstaufen y también al imperio romano en Oriente. El castigo
por la muerte de Constantino no se hizo esperar. La ira colmó el odio contra
los franceses, que finalmente estallaron y se levantaron.
Carlos de Anjou se
enteró, pero Sicilia pidió ayuda a Pedro III de Aragón, que planeaba ir a Sicilia
para tomar la corona ofrecida, donde fue
recibido con alegría. El pueblo se sublevó contra Carlos d´Anjou, dando muerte
a los franceses. Lo mismo sucedió en Nápoles.
Carlos murió a los sesenta y cinco años.
Pedro de Aragón enfrentó una invasión francesa; salió
vencedor. El rey francés murió cuando regresaba a su país. Pedro de Aragón murió al año siguiente.
Su hijo Alfonso III
quería abandonar Sicilia. Su hermano y sucesor quería conservarla y luchó contra el hijo de
Carlos d´Anjou. Tuvo que cederla. La Santa Sede se reconcilia cediendo también Cerdeña. La casa d´Anjou se
quedó con Nápoles.
Subió Federico III en
Sicilia; su hermano le hizo la guerra.
S XIII
Luis IX, el santo.
En Francia, Felipe
Augusto tiene un hijo llamado Luis, de su primer matrimonio con Isabel de
Hainaut, Luis VIII se casó con Blanca de Castilla a los trece años, sobrina de
Ricardo Corazón de León. Se conocían de niños. A los treinta y seis subió al
trono pero tres años más tarde murió. Tuvo con Blanca nueve hijos, de los
cuales cuatro murieron.
El futuro heredero, Luis IX tenía doce años.
Blanco fue la regente. El delfín y
futuro Rey santo era muy religioso y sólo deseaba honrarle. Al convertirse en
rey hizo construir hospitales y hacía obras de caridad. Cuidaba él mismo a los
enfermos, aún si era leproso.
Para devolver Jerusalén
a los cristianos ideó una cruzada sin éxito. El ejército fue diezmado por el
hambre y el escorbuto. Su enemigo venció. Luis IX fue cuidado por el médico del
sultán y se sanó. No fue un gran militar ni le interesaba serlo.
El sultán pidió un
alto rescate por el soberano francés y los soldados. Francia ya lo honraba como
un santo.
Veinte años más tarde
ideó otra cruzada con ayuda de Túnez (antigua Cartago) donde el cristianismo
tenía adeptos, gracias al influjo de San Agustín. Luis IX tenía también un interés económico:
había dejado de pagar el tributo que desde Carlos de Anjou ocupó Sicilia realizaban.
En esa Cruzada Luis IX
murió, a causa de una epidemia por agua contaminada y por el calor sofocante.
Subió Carlos de Anjou;
el rey acababa de morir. Carlos pactó con el sultán y las tropas regresaron a
su patria a las órdenes de Felipe III, hijo y sucesor del rey que traía en el cortejo fúnebre a su padre, su mujer, un hermano, una hermana y
un cuñado.
Con San Luis desapareció
el último gran cruzado. Los cristianos en Tierra Santa regresaron. Dos siglos
después, el ideal que sostenía a los cruzados perdió todo interés.
Hasta 1918 quedó la
ciudad santa en manos del Islam, siendo en vano el paso de los cristianos por
ella, por Asia y África.
Las cruzadas fueron
tragedias. El largo viaje, el calor agobiante, la peste, las epidemias, el
difícil regreso, el hambre y la falta de comunicación más la ambición y la
falta de moral le hicieron imposible
defender la cristiandad. Hubo algunos logros; frenar el avance musulmán; el
asalto de los turcos en Europa se atrasó doscientos años.
Lo que representó Alejandro
Magno para Asia, lo fueron las cruzadas para la
Edad Media , en Occidente: guerras de
liberación. Alejandro quiso liberar a los jonios del yugo persa. Los cristianos
trataron de liberar Jerusalén de lo infieles.
Descubrieron en el S
XII, la época de Saladino, que los
sarracenos podían ser civilizados y humanos con enemigos.
La civilización árabe
ayudó a Occidente medieval a lograr una personalidad. El esplendor helénico
regresó a Occidente; los cruzados reactivaron el comercio que existía antes, en
el Mediterráneo: sólo Venecia quedó inmune; sus hábitos mercaderes lograron
conservar amigos entre los pueblos y religiones diversas.
Economía y cultura
Las cruzadas dieron
vida al Mediterráneo. Millares lo cruzaban hacia Asia y África.
Los italianos tenían
especies, frutos tropicales, azúcar, seda, algodón y piedras preciosas.
A fin de la
Edad Media el comercio tuvo un gran
esplendor con un tráfico intenso entre China y el Mar Negro.
Desde el S XIII
circularon monedas de oro, los florines en Florencia, los ducados en Venecia y
Génova, mientras en los siglos anteriores predominaban las monedas de plata.
Marsella se estancó.
La depresión económica obligó a Carlomagno a interrumpir la acumulación en
monedas de oro y se volvió al trueque. El oro se guardó para pagar artículos de
lujo. Sólo regresaba lentamente por África del Norte y España, mediante el
comercio esclavo.
Esta vitalidad, traída
del tiempo de los cruzados, trajo un bienestar material, cultural e
intelectual, estimulando las ciencias y las letras. Francia emuló a Sicilia
entre el S XII y XIII y se sintieron los
herederos de la civilización en la
Roma antigua.
Las universidades
francesas formaron sus principales maestros del pensamiento y París fue la
capital intelectual. En el S XIII fue considerada la “morada de las Musas”.
La antigua
civilización romana junto al aporte fecundo de la civilización árabe en letras y ciencias encontró en Francia su
lugar. Debe tenerse en cuenta la elevada cultura islámica en España, en el S
XIII. A fines del S XI los cristianos
tomaron Toledo a los musulmanes y se nutrieron de sus bibliotecas. A
principio del S XII divulgaron su saber
a través de los Pirineos.
Civilización germana al Este del Elba
En el norte se imponía
el emperador. En el noreste, la colonización
eslava que inició Enrique seguía con éxito. Empujado por los germanos,
vivían de la caza, araban la tierra, talaban los bosques, mantenía el comercio
con los escandinavos, con los rusos y griegos. Eran hospitalarios, incluso con
sus enemigos, pero en la lucha contra los germanos fueron crueles y vengativos.
La conquista germana
entre el Elba y el Oder fue la base del marquesado de Brandeburgo, en Prusia.
El duque de Sajonia y
Baviera, príncipe alemán, propuso convertir el litoral báltico en tierra
alemana y los Países Bajos. Los campesinos con azadas y arados ocuparon las
tierras abandonas por lo esclavos. Los holandeses y flamencos eran muy
eficaces; conocían el método de la lucha contra el mar y las inundaciones y
podían sanear las tierras pantanosas de la Baja Sajonia y de otras
regiones.
Colonos y Balones se
asentaron en Hungría, Rumania, Transilvania y Silesia. A la gente eslava le
quedó la pesca para subsistir aunque sucumbieron y fueron absorbidos por la
nueva población; ciertas raíces en su vocabulario atestiguan este influjo
eslavo.
El Papa Alejandro III
regresó a Roma. El emperador de Bizancio –Manuel- quería que le quitaran la
corona imperial de Occidente al rey de Alemania para otorgársela a él. Ofreció
financiar las tropas para que el Pontífice sometiera a toda Italia.
Federico Barbarroja
estaba de nuevo a las puertas de Roma para deponer al Papa. Ante el peligro de
ser destruida la Basílica
de San Pedro se entregaron y el
pontífice huyó.
Estalló una rebelión en
Lombardía. Milán será otra vez la ciudad más pujante italiana en el comercio.
El ejército debilitado
se sintió impotente antes esta revuelta que trababan los pasos de los Alpes.
Fue difícil llegar a Alemania y desde ese instante la autoridad imperial decae: los reveses en
Italia dañaron su imagen imperial y entre ellos el primer rebelde fue su sobrino
Enrique. Federico necesito cuatro años para restablecer su poder y dos más para
una nueva campaña contra los lombardos.
Milán venció al emperador. Tuvo éste que postrarte y besar los pies del
Papa
Que, con lágrimas en los ojos, le dio el beso
de paz. El emperador firmó una tregua de seis años con los lombardos y sus
aliados y otra de quince años con el rey de Sicilia. Con el permiso de Alejandro III, regresó a
Alemania donde tuvo que enfrentarse una vez más con su sobrino Enrique. Federico apoyaba al antipapa, que
debió reconocer el vicario de Cristo.
Federico y Enrique
Se impuso el emperador
y el sobrino se entregó. Federico fue bondadoso y le dio el beso de la paz.
Conservó Enrique sus posesiones de herencia. Los otros feudos fueron otorgados
a los diferentes príncipes alemanes. Ningún vasallo podía enfrentarse con
Federico, autoridad de los Hohenstaufen; Nadie tampoco podía vencerlo.
En ausencia de su tío, Enrique intentó obtener sus antiguas tierras dados a los nobles por
su tío, pero el joven heredero, hijo del emperador Enrique VI, hizo que
fracasara en su intento. El emperador se impuso a los nobles pero el Sacro
Imperio Romano se debilitó y sucumbió.
Enrique deseaba que las tierras eslavas al Este del Elba pertenecieran a los germanos. (Luego de la
I Guerra Mundial, los polacos movieron sus
fronteras hasta el Oder, recuperando parte de esas tierras eslavas.
Federico y su política en Italia.
En 1183 expiró la
tregua del emperador y la Liga Lombarda
al cual le siguió un tratado de paz. Federico mantuvo su autoridad como
soberano, quedándose con las principales fuente de ingreso. Su hijo se casó
con Constanza, heredera de Sicilia. Era fea,
once años mayor pero un día heredaría la corona de Sicilia, Lombardía y Nápoles
más la isla Cerdeña. La Santa Sede
temía tanto poder en una sola familia.
Tercera Cruzada. Caída de Jerusalén.
Evoca al gran sultán de
Egipto y de Mesopotamia; caballero admirado por amigos y enemigos, Saladino,
hijo de un jefe kurdo no era semita sino indo europeo. En el S XII proclamó la
guerra santa e invadió Palestina, en una
sangrienta batalla contra el rey de Jerusalén. El ejército cristiano fue
destrozado y su rey hecho prisionero. Los turcos quemaron la hierba dura de la
estepa para que los francos no pudieran pasar y tendrían que lidiar contra el
fuego, la sed y las flechas. El sultán
tomó posesión de todas las fortalezas que rodeaban y sitiaban la ciudad. Los asediados
se declararon vencidos pero
Saladino deseaba
conquistarlos -como lo hicieron los católicos casi un siglo atrás-.
Le respondieron que
matarían a los cinco mil musulmanes, a sus hijos, sus templos y sus bienes. El
sultán reflexionó; aceptó la capitulación y pidió rescate por cada habitante,
aunque liberó a los que no pudieran pagarlo.
De nuevo los infieles
se apoderaron de la Ciudad Santa ,
entre le alegría de los musulmanes y los lamentos de los cristianos. Las cruces
fueron tiradas al suelo y con ellas fundieron las campanas.
Luego de la conquista
de Jerusalén, cayó del poder el sultán de Palestina. Tierra Santa fue
purificada y con ayuda de Alá fue liberada de los cristianos. Su caída fue un
impacto y un profundo dolor. El cristianismo y su existencia estaban en
peligro.
En Occidente los más
poderosos reyes eran el rey de Francia, Felipe Augusto II, el emperador
Federico Barbarroja y Ricardo Corazón de León y los tres estaban listos para
luchar.
Le rogaron a Saladino
que dejara Jerusalén a los cristianos con indemnizaciones y les permitiera
visitar el Santo Sepulcro a los peregrinos.
Detrás de las intenciones
religiosas había intenciones políticas. Los cruzados llegaron de toda Europa
para luchar contra los sarracenos. Era un honor pelear por Tierra Santa.
Fin del S XII
Federico Barbarroja al
frente del ejército partió a través de Asia Menor. Les prometió el Paraíso a
cambio de pelear. El emperador se ahogó en un río, mientras se bañaba, luego de
un calor sofocante y de una marcha agotadora.
Una leyenda sostiene
que la barba le creció hasta el suelo en una cueva de Turingia, bajo la losa de
piedra.
Fue quien mantuvo la
ley y el orden y restableció el esplendor al imperio
S XIII (1208)
Hasta ese momento el
soberano fue Inocencio III como lo era en toda Italia, aunque el norte le era
fiel tuvo que luchar contras los fieles a Enrique VI, padre de Federico. El
Papa deseaba un imperio universal y el poder de los Hohenstaufen declinaba y él
había alcanzado el apogeo; siendo árbitro de Europa, desde Islandia hasta el
Éufrates. Intentó que todas las iglesias nacionales fueran adictas a su
pontificio reforzando a Roma.
Expulsados los
alemanes del norte, hizo estados independientes de sus dominaciones, Lombardía
y… Inglaterra y Sicilia lo relacionaron contra el soberano.
En Alemania triunfó
OTAN IV por gracia papal y consagró rey de Alemania a Federico II (hijo de Constanza y Enrique VI)
Federico II, rey de
Alemania
En lo moral no
perdonaba a nadie, fuera arzobispo, obispo o clero. Tenía talento político. Se
disputaba con los otros para sacar ventajas de sus debilidades. Sabía esperar
el momento para atacar al enemigo. A su juicio no lo confundía ni el odio ni la
ambición.
El Imperio latino en
Bizancio.
En una nueva cruzada
que fue más una lucha política y comercial, planeada por Venecia que se había
liberado del dominio romano oriental, confiando el imperio a un Duce, elegido
por el Consejo de los Diez.
Liberados de los
bizantinos, querían expulsarlos del Adriático; construyó una gran flota que
resultó ser la de mayor potencia marina en el Mediterráneo. Deseaba por el
Adriático dominar el Mediterráneo y el comercio entre Occidente y Oriente.
Desde la Segunda Cruzada eran sus naves
que llevaban a los peregrinos con una ganancia suculenta, pero en el S XII se
puso un freno a esta ambición. Antes de partir un cruzado que pretendía el
trono de Bizancio pidió ayuda al Duque para recuperarla, con gran decepción del
Papa, que bendijo una guerra santa para participar de una guerra entre
cristianos (Bizancio era ortodoxa). Constantinopla fue arrasada por Occidente y
toda obra maestra fue mutilada pues la furia aniquiló toda esa belleza que
siempre fue respetada para convertirla en monedas a las estatuas de bronce,
mientras hacía añicos a las esculturas célebres de Fidias y otros dos
escultores famosos. Un incendio dejó media ciudad en ruinas.
O riente colapsó. Se
repartieron el botín; Venecia se quedó aislada con las islas del mar Egeo y el
Peloponeso más un pequeño núcleo de islas; fue un Estado feudal llamado imperio
latino de Constantinopla con capital en Bizancio, pero fue disuelto y se
restauró el imperio romano de Oriente.
Inocencio los fulminó
con una bula a los rebeldes; sin embargo, en el Concilio de Letrán, fueron los
patriarcas de Constantinopla y Jerusalén, junto a quinientos obispos y
arzobispos más ochocientos abades.
Las primeras Cruzadas
tenían el ardor de la juventud con ideales puros.
En Colonia, Alemania, un adolescente reunió a
veinte mil jóvenes junto a un grupo de adultos. El obispo impidió que partieran
y fueran masacrados como los franceses. Inocencio III quería que los adultos
siguieran peleando por Jerusalén pero murió a principio de SXIII.
El rey de Inglaterra, Ricardo Corazón de León y el sultán
Saladino
El mando de las tropas
pasó al hijo del emperador, el duque Federico. Las cruzadas siguieron
penosamente el camino a Siria. La unión de los alemanes e ingleses por mar
llegaron a Jerusalén. Ricardo dictó un código militar muy severo. Si alguno
mataba a un hombre en la travesía, sería atado junto a la víctima y arrojada
por la borda.
Los alemanes, franceses e ingleses llegaron a
Siria y sitiaron la ciudad. El duque Federico
murió de una peste. Ricardo era de difícil trato y no simpatizaba con Felipe
Augusto ni con Leopoldo I de Austria.
Felipe Augusto ideó un
pretexto y regresó a Francia con la
mayor parte de su ejército, dejando a Ricardo
con escasas fuerzas. Ricardo era más poderoso que el rey de Francia, lo
cual provocaba roces. El rey de Inglaterra degolló a tres mil musulmanes
prisioneros, porque Saladino se demoró en pagar el rescate. El sultán lo engañó
haciéndole perseguir, mientras aprovechaba para defender la ciudad Santa.
Ricardo aterrorizaba a los sarracenos pero intentó ganarse el respeto del
sultán; se enviaban regalos. Fue una Cruzada verdaderamente inútil, como la
anterior. Ricardo recibió noticias adversas de Inglaterra y regresó. Su hermano
se había aliado con Federico Augusto II, el rey de Francia; su barco naufragó
por tierra y fue hecho prisionero por el duque Leopoldo donde quedó prisionero
durante dos años hasta que Inglaterra reunió lo fondos para pagar su rescate.
Liberado, acusó a su
hermano menor Juan sin Tierra de alta traición aunque lo perdonó. La recompensa
de los ingleses fue desangrarlos con
impuestos una vez más. Ricardo tuvo que
luchar contra Francia para defender las tierras heredadas de su madre en Aquitania. Ricardo, aunque
dueño de la región más rica francesa y rey en Inglaterra, a causa de la cruzada
y del pago de su rescate, estaba sin dinero lo cual disminuyó notablemente su
poder; hubo guerras y tratados de paz.
En 1199 a los 42 muere, mientras tomaba el castillo de
un vasallo francés. Reinó diez años;
finalizó la obra de su padre, el duque
de Normandía y rey de Inglaterra Enrique II, que tanto hizo políticamente
y perseveró por dejar un reino
espléndido.
Ultima cruzada: Juan Sin Tierra versus Felipe Augusto II.
Se extingue la
dinastía carolingia con Luis V. los nobles eligen al rey Hugo No era
más que un título nominal. Los primeros
Capeto reinaban en su ducado de la
Isla de Francia con capital en París. El duque de Normandía
era su vasallo principal. Cuando Enrique II era duque de Normandía y rey de Inglaterra era mucho más poderoso
que el Rey de Francia.
Los Capeto reinaban en un conjunto de pequeños estados independientes.
Dominaban a los vasallos y protegían a la población contra la felonía de la
nobleza. Los Capeto se mantuvieron a la defensiva, alejando el peligro con
intrigas y atizando las peleas intestinas entre los hijos de Enrique II de
Normandía.
Felipe Augusto II era
hijo de Luis VII. La Isla
de Francia era el núcleo de su reino, que ampliaría. Vivía en el Louvre que
servía de fortaleza (más pequeño que el actual). De aquél sólo queda un trozo
de muro empotrado y los restos de la capilla.
Tenía quince años
cuando subió al trono. Los esfuerzos humillantes que soportó su padre contra el
duque de Normandía, que osó casarse con Leonor, reina de Francia, llevándose su inmensa dote en
la región de Aquitania, Poitou,
Guyenne, Toulouse y Gascogne, despertó
gran rencor contra en el delfín contra el duque.
Se convirtió con el
tiempo en su digno rival, pese a la diferencia de edad. Soñaba con hacer de
Francia un reino magnífico. Favoreció a los burgueses y campesinos contra los
nobles, que eran vasallos de la corona a disgusto. Atendía sus quejas; era
inteligente, enérgico, de naturaleza exaltada.
Se casó por cuestiones
dinásticas con Isabel de Hainaut quien le dio un heredero, Luis VIII; la reina
murió pocos años después. Se volvió a casar, también por cuestiones políticas
con Ingeborg, hermana del rey danés; era bella, bondadosa,
aunque le tuvo aversión desde la primera noche por una incompatibilidad
física. La envió a un convento, aludiendo que había un parentesco de IV grado
entre ellos, lo cual dio motivo al divorcio y se casó con Inés de Merau.
Cuando sube el Papa
Inocencio III, prohíbe efectuar oficios religiosos en Francia a causa del
adulterio real. Se cerraron las iglesias; no había misas de réquiem y se negaba
la sepultura cristiana a los muertos, quedando en suspenso los sacramentos.
Felipe Augusto II se
vio obligado a sacar a Ingeborg del convento y repudiar a Inés, que espera un
hijo suyo. Era una promesa del rey de Francia que valía por siete años; Ingeborg tuvo una hija e Inés un hijo, ambos del rey. Inés murió seis meses
después de dar a luz un hijo robusto. El Pontífice los declaró legítimos para
compensar el acatamiento del rey. El rey tenía un solo hijo legítimo de su
primera mujer, el delfín Luis VIII.
Ingeborg fue encerrada
esta vez en una fortaleza. La reina le
escribió al Papa cartas desgarradoras; los trámites de divorcio se alargaron pero en el casamiento de su hija sorprendió a
todos el regreso al trono de la prisionera, , Por principios católicos
jamás aceptaría el divorcio, pero existía
ahora otra cuestión más importante:
obtener -gracias a ella- el socorro extranjero para su lucha contra Inglaterra,
donde reinaba Juan sin Tierra, hermano de Ricardo Corazón de León, muerto en un
combate.
Felipe deseaba el
trono inglés, aludiendo que la reina era hija de Canuto el Grande, que había
reinado en las Islas Británicas.
Al cabo de veinte años
fue liberada; murió a los sesenta y fue enterrada en el Panteón, por su paciencia y fidelidad.
Juan Sin Tierra
Al no dejar Ricardo
heredero legítimo, muertos sus tres hermanos mayores, Juan hereda el trono de
Inglaterra, tal como lo deseó su padre, que le había dejado en herencia 5000
ducados de oro.
Ricardo y Juan
oprimieron a su pueblo y fueron odiados; les quitaba el dinero para defender
los patrimonios en el continente o para pelear contra el rey de Francia, Felipe
II Augusto que se quedó finalmente con las tierras del rey inglés, salvó
Aquitania. Normandía, Rouen, Turena y Anjou pasaron a ser dominio de Francia,
no así Poitou, Guyenne, Toulouse y Gascogne, pues eran herencia maternal de la
madre de Juan, quien tenía como adversario a un contrincante temible
en el rey de Francia.
El Papa también
despreciaba sin disimularlo a Juan; Inocencio III intentó nombrar como
arzobispo a uno de sus cardenales, pero el rey de Inglaterra desterró a quien sugirió esta elección. El
Pontífice lo amenazó con ayudar al rey de Francia a destronarlo. Juan quedó
anonadado; tuvo que nombrarlo arzobispo y además arrodillarse ante el legado
papal. Inglaterra pasaba a ser un feudo de Roma, pagando un tributo y
humillando al pueblo inglés. Pero debieron someterse pues el Papa intervino
para que Francia no invadiera las islas.
El Conde de Flandes
rompió su juramento de fidelidad. La flota francesa fue aniquilada por los
ingleses y el Conde. Felipe Augusto II perdió la conquista de Flandes.
Juan Atacó al rey francés, mientras el ejército alemán acudía en ayuda de los
flamencos. El pueblo francés apoyaba a su rey; obtuvo una victoria que
consiguió estructurar una Francia unida y homogénea.
Los vasallos de Juan
sin Tierra se desligaron en 1215 del juramento de fidelidad a su rey que acepto
lo que le exigían.
El rey sólo estaba
autorizado a percibir los impuestos
legales con autorización del Parlamento.
Los burgueses participaron de los derechos de la Carta , donde confirmaba los
privilegios de las ciudades. El rey debió doblegarse ante la ley.
Durante medio siglo,
luego de la muerte de Juan Sin Tierra, la Carta Magna fue un socorro
social así como el Parlamento adquirió cada vez más importancia.
Por cuestiones
esenciales se necesitó en el Parlamento las principales comunas urbanas; los
comunes pasaron a ser representantes
nacionales con la subida al reino del hijo de Juan sin Tierra, Eduardo I, quien fue el primer Plantagenet.
Se propuso conquistar Gales y Escocia, que no estaban
sometidas al rey inglés.. Eduardo conquistó Gales pero no puedo incorporar
Escocia. Robert Bruce fue el héroe escocés nacional que salvó su independencia.
En la batalla de Bannockburn, la caballería por primera vez fue derrotada por
la infantería en las regiones montañosas de Escocia. Los ingleses aceptaron con
pesar su independencia.
Vencedor de los celtas de Gales, fracasó en
Escocia, donde tenían una monarquía
feudal; los barones escoceses pelearon
por su corona. Uno de ellos fue coronado, aunque el monarca inglés exigió el
reconocimiento de su soberanía. Los escoceses creyeron que era una soberanía
nominal. El barón se alió al rey de Francia, enemigo del rey británico,
negándose a obedecer. Eduardo I entró en Escocia, hizo prisionero al barón
coronado, quitó la piedra sagrada de Stone
y la insertó en el trono de los ingleses con gran espanto de los escoceses.
Eduardo I comenzó siendo misericordioso; como en Gales, impuso las leyes inglesas que él admiraba, pero obtuvo una resistencia imprevista del pueblo. Eduardo I se creyó dueño de la región, pero otro barón se sublevó y se hizo coronar. Viejo y débil no resistió esta última campaña. Muy enfermo, pidió que su corazón fuera enviado a Jerusalén con cien caballeros y que su cuerpo fuera sepultado en Escocia.
Eduardo I comenzó siendo misericordioso; como en Gales, impuso las leyes inglesas que él admiraba, pero obtuvo una resistencia imprevista del pueblo. Eduardo I se creyó dueño de la región, pero otro barón se sublevó y se hizo coronar. Viejo y débil no resistió esta última campaña. Muy enfermo, pidió que su corazón fuera enviado a Jerusalén con cien caballeros y que su cuerpo fuera sepultado en Escocia.
Subió su hijo, Eduardo II, un inútil, casado con Isabel, hija del rey de
Francia, Felipe IV el Bello. Luego de darle un hijo, vivió rodeado de sus
favoritos y humillando a la reina, a quien la obligaba a cederle sus joyas.
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En el arte y literatura
El ideal del caballero
humanizó al género humano. El héroe actuaba como un protector de los débiles y
oprimidos.
Siglo XII
Origen de la Epopeya
No había países; no estaban delimitadas sus
fronteras. Luchaban de un feudo a otro.
Eran todavía hazañas aisladas exageradas según
el Aedo, partiendo siempre de un hecho real. Las hazañas del Mio Cid o Carlomagno y su lucha contra los
moros o -en el caso de Inglaterra y los países escandinavos- monstruos a los
cuales el héroe debía aniquilar.
Recopiladas las anécdotas de los distintos cantos
de los aedos, toman la forma de la Epopeya , gracias a un
trovador, gracias a los cuales los conocemos hoy en día. Fueron narradas
oralmente en un lenguaje precario y titubeante entre el latín y el inicio de
las lenguas vulgares.
La literatura de Gesta del rey Arturo, Christian de Troya, Percival, Tristán e Iseo, el Mío Cid,
Carlomagno, Guillermo de Orange, el Santo Grial
que luego gracias
a los trovadores se transformaron en
Epopeyas.
Las epopeyas Germanas son sangrientas, llenas de
odio y venganza. También las
escandinavas.
EL MIO CID, en España, es la
más realista. Sólo hay un
episodio; un león que aparece fugazmente, que el Cid logra domesticar en
minutos y abrazado lo lleva a su jaula.
El exilio de Don Rodrigo Días de Vivar (por
envidas que lo enemistan del Rey Alfonso)
La reconciliación del rey con su vasallo.
BEOWULF, mucho menos real, en Inglaterra donde les agregaban detalles
asombrosos, mágicos, y poco creíbles con un monstruo gigante que el héroe debía
matar, Pero luego de hacerlo aparecía la madre, más grande todavía a quien
también le da muerte.
Los Nibelungos en Alemania
Luchas sangrientas de odio y poder y venganza.
LAS CATEDRALES entre el Siglo XI al
XIII. (Tardaron más de un siglo para terminarlas)
Desde el SXI al S XIII, la cristiandad fue
considerada en parte de Europa como un imperio espiritual, en los países
católicos que seguían al Pontífice.
Nadie podía acceder a la cultura o los
manuscritos encerrados bajo llave en los Monasterios.
EL PODER DE LA IGLESIA
Las
Catedrales, obras magníficas que necesitaron más de un siglo para terminarlas
tienden hacia el cielo, en su arte
vertical. Ese era el objetivo de los monjes.
Son joyas espectaculares del arte Medioevo El cristianismo predominaba y el saber lo poseía
los monasterios.
Las obras son anónimas, estaba prohibido
individualizar los trabajos. Todos los artesanos y artistas eran
anónimos. Algunos dejaron su firma entre los pliegues de un manto, por ejemplo.
Les Vitrales: Se enseñaba la Biblia ,
el Nuevo Testamento o la vida de la Virgen o de un santo en particular. Tenían
como objetivo además de darle luz
enseñar a través de los dibujos en el cristal la historia de la Virgen , de Cristo o de los
santos a la gente analfabeta.
El culto femenino, predominó
especialmente durante estos dos últimos
siglos del final del Medioevo.
Chartres y Colonia tienen las dos torres
terminadas. La primera en un pueblito perdido al sur de Francia, que se
eleva entre colinas e hileras de álamos, y mucho antes de percibir el pueblo, se
anuncia percibiendo las dos torres-
El retablo -o puerta principal-
contiene relieves muy elaborados, en acero revestido de madera. Es
el único adorno importante además de la belleza de los vitrales: los más
sublimes son los de Colonia (predomina el rojo, el verde, el amarillo y el
azul); en la de Chartres y Notre Dame (predomina un azul profundo,
intenso, jamás visto en otros países.
La escultura no era un arte
independiente sino subordinado a la arquitectura.
Las logias -regentadas por los sacerdotes- y
monasterios más las corporaciones donde
los arquitectos, artistas, artesanos y obreros estaban protegidas y
conseguían trabajo.
En Francia: la de Paris, la de Reims, la de
Chartres, Lyon, Reims y Rouen
En Austria: la de Viena
En Bélgica
-en Bruselas, Gand y en Brujas son excepcionales.
En España, Santiago de
Compostela donde creen que se encuentran los huesos del santo apóstol y en su
catedral se los venera.
En el sur de España
con sus características típicas donde
influyó el arte islámico. Catedrales en León, Oviedo, Burgos, Sevilla que también se impone en castillos y palacios.
En Inglaterra el
gótico perpendicular de prolongadas proporciones en sus ventanales, con bóvedas
reticuladas de estilo Tudor a fines del Medioevo.
En el Rin algunas
disputan con el arte romano; Fráncfort, Estrasburgo,
En el norte de Italia
la de Milán. (El medioevo no prendió en este país más afín con el Renacimiento
posterior)
Las logias -regentadas por los sacerdotes- y
monasterios más las corporaciones donde los arquitectos, artistas, artesanos y obreros
estaban protegidas y conseguían trabajo.
En la pintura de
rostros similares, sin ninguna individualidad predomina:
Figuras no naturales. Predominio de las
líneas quebradas- en ángulo recto; estatuas con niños en posiciones
inverosímiles. La falta de
realidad es un común
denominador en estos siglos. No les interesa la realidad.
Superposición de planos: En cada esquina
del cuadro o en la parte superior se cuenta una historia diferente,
yuxtapuesta.
Jerarquización por tamaño. Si la Virgen se levantara sería un gigante. La
fealdad de los niños asombra y su desproporción.
S XIV en el Norte: el gótico florido del
principio del Renacimiento está adornado con arcos con follajes de piedras, la
tracería de las ventanas se complica en los albores renacentistas con una
decoración fastuosa. No tendrá el esplendor de Italia; solamente se agregan
adornos a los edificios. NO olvidemos que el Norte estuvo plagado de guerras
durante siglos.
En música,
el Canto Gregoriano.
Hay distintos tipos de cantos llanos, en especial en
Alemania. Los judíos tienen los salmos y los cristianos los heredaron
aunque con otra musicalidad.
En el S XIII Carmina Burana (canciones en latín). Existían
670 piezas. Se supone que los trovadores la ampliaron; estas canciones
critican las bulas de la
Iglesia , la fatalidad, lo trágico.
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